© 2025 M. José Sánchez
© 2025 Asociación Urantia de España
El siglo XXI es cambio. Lo has notado, ¿no?
No sabemos qué pasará mañana, pero sabemos que algo pasará.
No sabemos cómo será la vida o tu trabajo dentro de un año, pero sabemos que será diferente.
No sabemos qué tecnología lo cambiará todo, pero sabemos que algo lo pondrá todo patas arriba en cinco años. O quizá en siete. Pero eso pasará.
¿Qué hacer en un sitio donde todo cambia tan deprisa?
Pues la verdad es que la mejor respuesta es esta:
NADA.
Bueno, matizo: nada, pero todo a la vez.
Ya sabes: no hago nada, pero no dejo nada por hacer.
Cuando todos corran como pollo sin cabeza, mejor guardar una dieta hipo-informativa y apagar la TV o el móvil durante el día un buen rato.
Cuando todos persigan el último objeto brillante que nos va a ENRIQUECER, mejor seguir centrándonos en un clásico que siempre funciona: hacer las cosas bien, trabajar con sentido.
Cuando todos piensen algo, mejor tratar de pensar en contra, porque pensar es casi exclusivamente pensar en contra.
Cuando todos digan que el mundo se termina mañana, mejor nos podemos volcar en el gran refugio de El libro de Urantia o en un diálogo con nuestro Padre, en mitad del reconfortante silencio de la noche.
Cuando todo parezca desmoronarse, respiraré hondo y respiraré la ansiedad. Porque el mundo y tu familia y tu trabajo y tus vecinos seguirán cambiando durante los próximos años.
Y cada vez más deprisa. Vivimos tiempos de aceleramiento. Como dice Emilio Carrillo: «estamos en un huracán de creciente magnitud». Pero no olvidemos que en el centro del huracán es donde reposa la tranquilidad y donde la violencia no aparece. Luego hay que volver a lo nuclear, a nuestro centro como elemento que nos dé estabilidad.
Mientras transitamos estos cambios, agarrarse a lo que siempre funciona es más necesario que nunca.
Solo nos quedará respirar y confiar en tu yo del futuro y en la vida.
Sobre todo, eso: confiar en la VIDA. Hermosa, impredecible para nuestra pequeña perspectiva y sorprendente en su sabiduría. Confiar en la existencia de un gran plan en marcha.
Creo que es más sabio presentar la «dimisión» de Director General del Universo, del que tiene todas las soluciones a los problemas. Porque en ese mismo momento, en ese mismo día, nos asociamos con la Vida.
Y lo bueno es que todos podemos hacerlo, si queremos. Tener a la vida de socia.
Buf…
¿Sientes la paz?
Se llama presente, que es siempre paz.
Porque la ansiedad es un exceso de futuro. Y exceso de futuro es lo que sufrimos… Eso es lo que nos pasa.
Y Jesús de Nazaret sabía vivir en paz, él daba con gusto su paz a todas las personas de su entorno, sabedor de que estamos en manos de Alguien mayor a nosotros.
¿Dejaremos que esa PAZ nos llegue? ¿Que se instale en nuestras vidas?
Ciertamente el mundo actual no nos lo pone fácil. Muchos aspectos parecen diseñados para «hackear» nuestro cerebro primitivo:
Algunos llaman a esto «la Matrix», otros «la rueda del hámster».
Lo cierto es que hemos perdido la brújula hacia lo que realmente importa.
Pero lo cierto también es que NO está todo perdido.
En los últimos años, hemos sido testigos de un despertar colectivo. Millones de personas han comenzado a trascender ilusiones para reconectar con su verdadera esencia, por lo que es mejor.
Este movimiento es una respuesta natural a un sistema diseñado para mantenernos anestesiados y desconectados.
Lo antiguo e inferior quedarán olvidados en el amor por lo nuevo y superior. La belleza siempre triunfa sobre la fealdad en el corazón de todos los que están iluminados por el amor a la verdad. LU 156:5.5
Y lo más fascinante es que todo esto es posible por individuos como tú, que toman pequeñas decisiones que generan grandes resultados.
Y sí, habrá quienes piensen que nada de esto importa, que su impacto es insignificante o que generar un cambio real es imposible.
Para aquellos que lo creen, tengo una contundente respuesta: ESTÁS EQUIVOCADO/A.
Permíteme explicarte por qué, y para hacerlo, te quiero presentar la Ley de la Interdependencia.
La Ley de la interdependencia nos dice que cada cosa que ves, cada experiencia que vives, es el resultado de una cadena infinita de causas y condiciones.
Si gritas a alguien, ese enojo se extiende a la persona que lo recibe y a su vez lo difundirá en su entorno.
Si actúas con generosidad, esa bondad se multiplica.
Si decides ser amable con un extraño, él se siente bien, trata mejor a otros, y esa onda continúa.
El hilo invisible de la «causalidad» hace que tu acción llegue más lejos de lo que imaginas.
Los antiguos hawaianos relacionaban este concepto con la práctica de Ho’oponopono: «Si algo en el mundo necesita sanación, comienza contigo».
Al sanar tus propias heridas, contribuyes a la sanación de tu familia, de tus vecinos, y del mundo entero.
Así que tu única responsabilidad para darle un giro a la situación en la que nos encontramos es enfocarte en ser tu mejor versión.
Eso es lo único que puedes controlar:
Al trabajar en ti mismo para cultivar compasión, bondad y consciencia, estás creando una onda que se extiende más allá de tu comprensión. Una onda que ya comenzó, realmente, hace siglos, con la llegada de nuestro Maestro Jesús de Nazaret. El único que sabía que la PAZ, la BONDAD y la BELLEZA triunfarían en nuestro planeta azul.
Qué EL triunfaría.
Sea cual sea el conflicto aparente entre el materialismo y las enseñanzas de Jesús, podéis estar seguros de que las enseñanzas del Maestro triunfarán plenamente en las edades por venir. LU 195:6.2
Unámonos a este movimiento de transformación imparable, donde cada ser humano cuenta.
Unámonos a nuestro sabio Creador.
Unámonos a respirar esta Paz, que con total seguridad, está por llegar.
«Y ahora que estoy a punto de dejaros os diré unas palabras de consuelo. La paz os dejo, mi paz os doy. No os doy estos dones como los da el mundo —por medidas— sino que os doy a cada uno todo lo que queráis recibir. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. He vencido al mundo, y en mí todos vosotros triunfaréis por la fe». LU 181:1.5
Este es el deseo sincero de la Asociación Urantia de España y la reflexión que os hacemos desde este boletín mensual que editamos con gran ilusión, un mes más.
Feliz lectura.