© 2000 Meredith J. Sprunger
© 2000 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
Galilee Doubleday, Nueva York, 1998, 207 págs.
Walter Wink es profesor de Interpretación Bíblica en el Seminario Teológico de Auburn en la ciudad de Nueva York. Su libro, The Powers That Be, es un intento de mostrar cómo se puede cambiar el «sistema de dominación» que ha controlado las políticas de las instituciones sociales durante los últimos cinco mil años. Los sistemas sociales que gobernaron las instituciones humanas han sido rígidamente jerárquicos, autoritarios y patriarcales.
La experiencia humana se interpreta a través de la lente de nuestra cosmovisión de la realidad, nuestro paradigma espiritual de significado. El profesor Wink sugiere que nuestro marco de referencia más creativo es una «cosmovisión integral», una visión panenteísta de Dios en la que todo está en Dios y Dios está en todo, pero la identidad propia de Dios es independiente de cosas particulares. Utilizando esta cosmovisión inclusiva, Wink ve el «Mito de la violencia redentora» como la creencia clave que mantiene en el poder al espiritualmente deficiente Sistema de Dominación. La creencia de que logramos la justicia a través de la violencia, la paz a través de la guerra y la seguridad a través de la fuerza es la base sobre la que se funda el Sistema de Dominación. «El mito de la violencia redentora es la descripción más simple, perezosa, emocionante, sencilla, irracional y primitiva del mal que el mundo haya conocido. Además, su orientación hacia el mal es aquella en la que prácticamente todos los niños modernos (especialmente los varones) son socializados en el proceso de maduración» (p. 55).
Debemos redefinir la no violencia y comprender su poder espiritual. Jesús nos insta a trascender tanto la pasividad como la violencia señalando una tercera vía: una que sea asertiva pero no violenta. El mandato de poner la otra mejilla y caminar la segunda milla son ejemplos de cómo hacer algo positivo para protestar por una injusticia. El profesor Wink dedica un capítulo entero a describir la eficacia práctica de este tipo de no violencia en nuestra sociedad. Al utilizar la no violencia asertiva, los medios deben ser coherentes con los fines y mostrar respeto por el Estado de derecho. Wink distingue entre fuerza y violencia. «Fuerza significa un uso legítimo, socialmente autorizado y moralmente defendible de la moderación para evitar que se cause daño a personas inocentes. La violencia sería un uso moralmente ilegítimo o excesivo de la fuerza». (pág.159)
El profesor Wink ha escrito un libro brillante y útil. Las limitaciones del libro, a mi juicio, son que tiende a centrarse en la acción social y el Sistema de Dominación más que en el proceso de transformación espiritual que resulta en la acción social. Su énfasis gravita hacia la política y las instituciones más que hacia la transformación espiritual del individuo y el proceso evolutivo que eventualmente resulta en un cambio social, político e institucional. Estas deficiencias pueden ser el resultado de lo incompleto de la Visión Integral del Mundo de Wink: el reconocimiento de que la relación primaria de Dios con nuestro mundo es a través del espíritu de Dios que habita en los individuos y el proceso evolutivo. La acción social y el cambio en la política y las instituciones son el resultado final de esta transformación espiritual individual.