© 1992 Meredith Sprunger
© 1992 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
Spiritual Fellowship Journal — Contenido del número, otoño de 1992 | Otoño 1992 — Índice | La dinámica del empoderamiento |
¿Qué está pasando con el campo de la religión hoy? Todos somos conscientes de que vivimos en tiempos de transición. A pesar de los intentos heroicos de aportar relevancia y poder espiritual a las instituciones religiosas tradicionales, existe un sentimiento de frustración e inutilidad en la vida de la iglesia. Las iglesias tradicionales ya no son lo principal en nuestra cultura. Parece que hemos perdido algún aspecto indefinible de centralidad en nuestra sociedad.
Creo que la clave para comprender lo que está sucediendo en la iglesia se encuentra en la dinámica del cambio cultural. Los principales períodos de transición de la historia se caracterizan por una ruptura de las costumbres y usos sociales y religiosos tradicionales. Las viejas ortodoxias pierden su relevancia y se crea un vacío espiritual. Sigue un aumento del hambre y la búsqueda de significado y realidad espiritual. Cultos y nuevos movimientos religiosos florecen hasta que una nueva visión de la realidad espiritual inspira la dedicación y lealtad del cuerpo principal de la cultura.
Tal condición de hambre espiritual caracterizó la civilización en la que nació Jesús. Había un profundo anhelo de identidad y educación espiritual. Las religiones misteriosas de la época atraían a un gran número de personas. Los teólogos han llamado a este período «la plenitud de los tiempos». Era una era preparada para un nuevo avance revelador.
Parece que hoy vivimos en un período similar. Existe un reconocimiento general entre las personas reflexivas de que las estructuras tradicionales de nuestras instituciones religiosas se están volviendo cada vez más irrelevantes para las condiciones y necesidades reales de nuestro mundo. Un gran número de personas están insatisfechas con los ministerios de las instituciones religiosas tradicionales y buscan fervientemente la realidad espiritual en otros lugares.
Existe un reconocimiento general entre las personas reflexivas de que las estructuras tradicionales de nuestras instituciones religiosas se están volviendo cada vez más irrelevantes para las condiciones y necesidades reales de nuestro mundo.
En este páramo espiritual hemos experimentado una explosión de lo oculto. Abundan los cultos nuevos y renovados. Los gurús y los místicos están de moda. Todo, desde la canalización hasta las drogas que alteran la mente, se ha vuelto epidémico. En todas partes la gente busca una experiencia de realidad espiritual que satisfaga el alma.
Los académicos han etiquetado nuestra época de diversas formas como era poscristiana, posmoderna o posindustrial. Todas las expresiones de profunda insatisfacción con los modos tradicionales de observancia religiosa tienen sus raíces en una revolución cultural mundial que está obligando a la humanidad contemporánea a buscar bases espirituales nuevas y más adecuadas. Parece que estamos experimentando una nueva «plenitud de los tiempos». Creo que nuestro mundo se está preparando para un nuevo encuentro revelador, y en los próximos quinientos años una gran parte de nuestro mundo reconocerá El Libro de Urantia como una nueva revelación de época. A medida que esta visión ampliada de la realidad espiritual fermente la creatividad humana, nuestro planeta experimentará «una de sus épocas más sorprendentes y fascinantes de reajuste social, aceleración moral e iluminación espiritual» LU 195:9.2.
Es de esperar que la Iglesia cristiana no siga el camino del judaísmo al rechazar o ignorar la renovación reveladora. Nuestra Red de Clero está comprometida con la tarea de fermentar a la iglesia con las ideas de la Quinta Revelación de Época para que una vez más tenga un ministerio central en nuestra cultura.
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