© 2016 Michael Barrett
© 2016 Fundación Urantia
De Michael Barrett (California, EEUU)
Antes de tomar mi primera clase en la Escuela de El libro de Urantia en Internet (UBIS en inglés), recuerdo estar muy nervioso y sentirme inseguro sobre lo que esperar. En primer lugar, no era muy diestro con los ordenadores (y sigo sin serlo). En segundo lugar, no había estado en ninguna escuela durante los últimos veinte años. Y en tercer lugar, no sabía cuánto tiempo me llevaría seguir la clase. Además, nunca sentí la necesidad ni el deseo ni pensaba en volver a la escuela.
Cuando tomé mi primera clase sobre la resurrección de Jesús, me sorprendió agradablemente el apoyo inspirador del equipo y la comodidad de encontrar finalmente a otros compañeros buscadores de la verdad con los que estudiar. Las limitaciones del tiempo con las que me había preocupado eran inexistentes. Todos los alumnos participaban y caminaban a su propio ritmo, y se asignaba un amplio margen de tiempo para todos los requerimientos semanales. ¡La perspicacia y la sabiduría pura que surgen en una clase virtual son sencillamente fascinantes!
Durante este curso, aprendí tanto que tomé otro, y otro y otro. Me vi esperando con ilusión los cursos que se iban a ofrecer. Apenas nos podemos imaginar cuánta expansión del alma y sintonización del espíritu tienen lugar en un periodo de diez semanas. Nunca habría pensado que una clase en línea podría enseñar e inspirarnos tanto, por no mencionar que nos alinea con la verdad eterna y nos trae más significado y plenitud a nuestra vida. Estaba espiritualmente «pasmado», e incluso hoy día agradezco al Señor Dios las experiencias vividas durante mi primera clase.
Algo que aprendí por el camino es que el crecimiento espiritual continuo lleva verdaderamente a una paz que sobrepasa todo entendimiento. Las clases de la UBIS me han ayudado enormemente a lograr esta paz interior duradera. Los profesores-facilitadores no intimidan e inspiran mucho más de lo que instruyen. Las personas maravillosas de todo el mundo que he conocido ampliaron verdaderamente mi perspectiva personal e iluminaron mis horizontes espirituales.
Si hay algo que pudiera hacer por todos lo que aprenden en serio las realidades espirituales reveladas en El libro de Urantia, sería animar a esas personas a que tomaran una clase de la UBIS y a que experimenten el poder del Espíritu que nos guía y que de alguna manera permea estas clases virtuales. Si aprender cómo experimentar la paz, la alegría y el amor de Dios nos interesa a todos, la UBIS proporciona una plataforma para que personas de todo el mundo aprendan justamente eso.
Debo mencionar también que otras personas han advertido un cambio en mí para mejor. Descubro, a partir de la objetividad y de la seguridad que me han proporcionado estas clases, que ahora más personas me preguntan sobre cosas que no me preguntaban antes de que comenzara a estudiar en línea. Amigos y familia me preguntan con frecuencia sobre Dios, Jesús, la vida y otros temas y preguntas que tienen sobre espiritualidad en general. Y (casi) siempre puedo responder mucho mejor de lo que respondía antes de comenzar a tomar clases en la UBIS.
Para los que están entre bastidores en la UBIS y que dedican su tiempo para hacer posible esta escuela sublime, ¡muchas gracias! Habéis desarrollado voluntariamente y estáis manteniendo magníficamente un lugar para aprender sobre el amor infinito de Dios y la increíble vida que Él ofrece a Sus hijos amados aquí en la tierra.
Que el Padre de allá arriba nos sostenga en la palma de Su mano y nos cambie la vida según Su voluntad.