© 2003 Patricia Feary
© 2003 The Urantia Book Fellowship
Oh amor divino, Tú eres la semilla de la cual cada uno de nosotros nació a la vida.
Lejos como las estrellas, cerca como nuestros corazones,
Eres…
Tu santo Nombre es pronunciado por todas partes.
Despiértanos al pleno recuerdo de Tu amor.
Guíanos siempre a nuestro hogar, que está contigo, esa vida gozosa que has planeado para nosotros por toda la eternidad…
El poder y la gloria de la existencia canta dentro de todos nosotros: cada átomo respira Tu aliento.
Que podamos conocer nuestra santidad como Tuya, para siempre…
Danos la certeza de que todas nuestras necesidades son satisfechas a través de la fe en Ti, cualquiera que sea Tu Voluntad para con nosotros.
Y que sea nuestra Voluntad Despejar el camino interior que conduce a Ti, abrir
cada puerta en acogida y en confianza a Ti, que esperas en nosotros, acogiendo nuestro recuerdo, regocijándote en nuestro amor…
Perdónanos, y que seamos misericordiosos con nosotros mismos, que tantas veces olvidamos quiénes somos.
Nuestra propia naturaleza verdadera es una piedad; somos de ti…
También a otros, que no saben quiénes son del todo y juegan el juego de la separación de tantas maneras, que podamos perdonarles por completo, sabiendo que sus faltas no son más que las nuestras…
Líbranos de todas nuestras cegueras al significado de nuestras vidas…
Como luces dentro de Tu mayor luz, que podamos recordarte para siempre en el ahora, en la oscuridad como en el día. Que el amor humano complete tu resplandor en la tierra, para que podamos unirnos con el cielo aquí. Amén
Poema presentado por Patricia Feary, Sacramento, CA, 2003