© 2021 Samuel Heïne
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| Establecimiento de la vida en un planeta | Réflectivité — Número 346 — Julio 2021 | Estudio sobre los ángeles guardianes |
Samuel Heïne
Isla de la Reunión
No hace mucho, un amigo musulmán me dijo: Samuel, «el Corán está en ti» y yo respondí: sí, Dios está en mí y puede volverse vivo en cada uno de nosotros, debemos traer las cualidades divinas, únicas y originales en cada uno de nosotros (Sonrisa).
En la era moderna del consumo excesivo y especialmente en relación con lo que dicen o escriben «otros»; desarrollo personal, autorrealización del verdadero yo, sabiduría, bienestar…, muchas veces olvidamos que esto ya está disponible en cada uno de nosotros de forma ilimitada, única y original.
Una vez que el hombre ha consumado verdaderamente una relación íntima y estrecha con el Dios vivo, un libro como el de Urantia «poco y debe» permitirnos individualmente construir en nuestro ser de manera lógica y razonable la grandeza del plan de Dios, es esto que mejora la percepción espiritual y expande la conciencia cósmica como ciudadanos cósmicos.
Esto amplía y aclara el marco de nuestro pensamiento y automáticamente el marco de la fe, del amor en el espíritu natural de la hermandad cósmica, esto es visualizable, imaginable, coherente «y tangible» en el asombro y gozoso agradecimiento del alma por la gloria de Dios (todos y siempre para la gloria de Dios).
Es en este sentido, en mi opinión, que son importantes los grupos de estudio y de puesta en común de la revelación de época.
Por lo demás, estamos solos en la esfera de nuestra conciencia para elegir y hacer el esfuerzo necesario para despertar y desplegar nuestra alma.
Hay muchas personas que asisten regularmente a la iglesia, a grupos de oración y de estudio, que disfrutan escuchando a los «otros», pero que nunca han hecho realmente el esfuerzo persistente de sacar su alma, ese esfuerzo que atraviesa el techo de la criatura humana para despertar a la identidad espiritual que es única y original para cada uno de nosotros.
Amor = Servicio Natural en el olvido de sí mismo y la Adoración amplifica eternamente el Amor.
Gracias, Dios, por permitirnos sentir nuestra alma desplegarse y así tocar ya la eternidad «aquí y ahora» (certidumbre sin sombra de duda).
¡Amén y gracias a Dios por la inspiración que viene de dentro!
¶ Referencias
| Establecimiento de la vida en un planeta | Réflectivité — Número 346 — Julio 2021 | Estudio sobre los ángeles guardianes |