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Canalizaciones: error, verdad, ilusión o inocencia | Luz y Vida — Núm. 35 — Diciembre 2013 — Índice | Cuestionario urantiano: Jaime Marco |
Aunque hoy en día está ampliamente aceptado el hecho de la evolución, como manera en la que han llegado a existir las especies de seres vivos que conocemos, y ciertamente El Libro de Urantia y la ciencia establecida convergen en la idea, también convergen en el hecho de que la evolución está dirigida por una adaptación al medio y por una selección favorecida por mutaciones adecuadas, lo que implica que todos los seres vivos tenemos un «LUCA», es decir, un antepasado común universal.
Pero donde hay una primera divergencia radical es en que El Libro de Urantia propugna la idea de un LUCA diseñado para que el proceso evolutivo llegue a producir seres humanos. Sin embargo, la ciencia no admite hoy que el proceso evolutivo tenga un propósito, una intención; para la ciencia actual, la evolución es una mera adaptación al medio.
La ciencia indica que es muy probable que LUCA no fuera ni único ni el primero de los seres vivos existentes en nuestro planeta.
El panorama general del proceso evolutivo va parejo tanto en El Libro de Urantia como en la ciencia actual, y de hecho la aparición de una gran cantidad de homínidos es coincidente con la descripción que hace El Libro de Urantia.
La evolución, como proceso largo y lento o bien como resultado de una mutación adecuada, es compatible en ambas visiones. Partimos del LUCA y vamos pasando a través de seres unicelulares sin núcleo (procariotas), después aparecen con núcleo (eucariotas), primero vegetales y después aparecen las células procariotas animales.
Luego aparecerán los animales pluricelulares que irán evolucionando hasta los peces, que a su vez originarán los anfibios, que darán lugar a los reptiles, de donde surgirán los mamíferos placentarios, que acabarán dando origen a lémures, como precursores de los primates de donde saldrán los homínidos que acabarán dando neandertales, y más tarde el Cromañón, como líneas más próximas a los seres humanos actuales.
La segunda gran divergencia son las fechas en las que se producen los acontecimientos; en este caso, la ciencia data generalmente los sucesos evolutivos como muy anteriores a lo que se indica en El Libro de Urantia, excepto en lo que se refiere a la aparición del hombre de Neandertal. Curiosamente, la situación se invierte a nivel cosmológico, y la ciencia enmarca los acontecimientos muchísimo más próximos en el tiempo de lo que lo hace El Libro de Urantia.
En el siguiente esquema, aparecen una serie de hitos en la historia evolutiva, así como la indicación con una flecha verde del momento en que sucede según la ciencia, y en color azul el momento que indica El Libro de Urantia. Las eras geológicas vienen acotadas, para tratar de situar los acontecimientos en el tiempo, indicado en millones de años.
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