© 2010 Seppo Kanerva
© 2010 Fundación Urantia
Bienvenida e información de contacto | Volumen 4, Número 4, Dic. 2010 — Índice | Recepción de Az Urantia könyv, la traducción bingara de El libro de Urantia |
De Seppo Kanerva, fideicomisario emérito y anterior Director de Traducciones (Finlandia)
La Declaración de Fideicomiso para la creación de la Fundación Urantia obliga a la Fundación a traducir El libro de Urantia a muchos idiomas. Aunque no fuera una obligación, sería una cuestión de sentido común que el mejor libro y el más grande, la última revelación, debe ser traducido a muchos idiomas. De ahí que las traducciones tengan una prioridad alta en la lista de tareas de la Fundación. Con la publicación reciente de cuatro traducciones más, Urantia raamat (estonia), Urantiaboken (sueca), Az Urantia könyv (húngara) y Księga Urantii (polaca), el número de idiomas en los que se ha publicado El libro de Urantia se eleva a quince. Por orden de publicación, estos idiomas son: inglés, francés, finés, español, holandés, ruso, coreano, lituano, italiano, portugués, alemán, estonio, sueco, húngaro y polaco. Además, está disponible en CD una traducción al rumano. Hay muchas otras traducciones en progreso, que incluyen la árabe, china, parsi (iraní), griega, indonesia, japonesa y urdú (paquistaní)
A lo largo de los años, la Fundación ha trabajado con más de un centenar de traductores y asistentes de traductores parra ayudarles a cumplir con su difícil, exigente y laboriosa tarea. La Fundación Urantia ha contratado traductores en raras ocasiones: hemos aprendido que los lectores que aman el libro, que son traductores cualificados y que se ofrecen como voluntarios para traducirlo, son mejores traductores.
Todo proyecto de traducción tiene características únicas. Una característica común es que las traducciones son el esfuerzo de un trabajador solitario asistido por otras personas. Sorprendentemente, ha habido tres traducciones producto de una persona que trabajaba sin que la Fundación lo supiera. El papel fundamental del individuo es una realidad y un hecho, incluso si se nos enseña que el trabajo en equipo es una lección importante que aprender, y que «en el universo hay pocas obligaciones para el servidor solitario» LU 28:5.14. Traducir El libro de Urantia parece ser una de las pocas obligaciones para un servidor solitario. ¿Por qué? Creo que es porque las traducciones son obras de arte, obras maestras de arte, y los verdaderos artistas son pocos.
A LO LARGO DE LOS AÑOS, LA FUNDACIÓN HA TRABAJADO CON MÁS DE UN CENTENAR DE TRADUCTORES
Todo traductor debe cumplir los siguientes criterios:
Un buen traductor hace un uso extensivo de los recursos lingüísticos del idioma destino, del mismo modo que el texto inglés hace uso de los recursos lingüísticos del idioma inglés. El inglés de El libro de Urantia es verdadero, bueno y bello. A menudo el texto es conciso y difícil de captar. Contiene muchos conceptos, ideas y palabras previamente desconocidos. Una traducción tiene que reflejar todo esto, haciendo uso de los mecanismos lingüísticos del idioma destino y creando nuevas palabras para los nuevos conceptos. Solo un artista puede conseguirlo.
Una traducción debe alcanzar la fluidez y belleza del texto original; no debe dar la impresión de ser una traducción. El lector debe tener la impresión de que la traducción que está leyendo es el texto original. Además, los traductores deben dominar la gramática, convenciones, sintaxis y reglas de puntuación del idioma destino. Pocos hablantes nativos de un idioma dado dominan su gramática. Pero algunos sí lo hacen, y si una traducción contiene algo menos que una gramática impecable y está infestada de signos de puntuación incorrectos, el trabajo se considerará inferior y podría ocasionar que los lectores potenciales rechacen el libro más grande del planeta. ¡Estas son unas condiciones duras y exigentes!
Habitualmente un traductor completa el primer borrador de la traducción en unos cuatro o cinco años. Las revisiones, correcciones y mejoras subsiguientes llevan fácilmente a la misma cantidad de tiempo. Urantia-kirja, la traducción al finés, necesitó de 25 años para completarse. El libro fue traducido tres veces; la última versión, la única que se publicó, tardó ocho años. La Urantiaboken sueca supuso un esfuerzo de 17 años, la Urantia raamat estonia 16 años y la Księga Urantii 13 años. Aún así, ninguna traducción carece de defectos; todas las traducciones se revisan y corrigen entre ediciones.
Los fideicomisarios no juzgan ellos mismos si una traducción está lista para publicarse. Confían en las opiniones de personas cualificadas y expertas en el lenguaje destino.
Si usted no habla un idioma extranjero y nunca ha hecho ninguna traducción, podría pensar que traducir es fácil: un traductor simplemente sustituye mecánicamente las palabras del idioma origen a las palabras del idioma destino, y una traducción se considera correcta solo si se ajusta a este patrón y principio. Se podría criticar una traducción de El libro de Urantia por no seguir estrictamente la redacción inglesa. Sin embargo, un traductor traduce ideas, no palabras. Y son varias las maneras de traducir una idea o concepto. Por este motivo es difícil citar de manera precisa El libro de Urantia; se recuerda la idea, pero no se puede recordar las palabras exactas en las que se expresa. Por ejemplo, tomemos la primera frase del Prólogo:
En la mente de los mortales de Urantia - éste es el nombre de vuestro mundo - existe una gran confusión en cuanto a…
Esta idea podría traducirse de diferentes maneras:
La mente de los mortales de vuestro mundo, llamado Urantia, está muy confundida cuando se trata de…
Urantia es el nombre de vuestro mundo; hay una gran confusión en la mente de los mortales planetarios respecto a…
Hay una gran confusión en la mente de los mortales de vuestro mundo, Urantia, con referencia a…
No sería difícil reformular y traducir la frase en una docena de frases alternativas, y ninguna de ellas es la única correcta.
Otra razón por la cual las traducciones literales de palabra a palabra son inaceptables es el hecho de que los idiomas difieren enormemente en gramática, sintaxis, reglas y convenciones. El idioma inglés no es derivativo; los modificadores de nombres y verbos son (salvo en raras ocasiones) palabras separadas como preposiciones, artículos, adverbios, etc. En los idiomas derivativos, los modificadores están contenidos en los nombres y verbos como prefijos o sufijos.
Al usar las palabras del idioma de destino, un traductor traduce las ideas y conceptos del texto original en las mismas ideas y conceptos del idioma destino; jamás sustituye palabras mecánicamente. Solo un traductor/artista puede averiguar y encontrar las palabras y expresiones que expresan más acertadamente las ideas y conceptos del original, y solo un traductor/artista puede hacer esto de manera tan fluida y natural que el lector no sepa que está leyendo una traducción.
A través de su trabajo riguroso, los traductores dan un gran servicio a los hablantes de su lengua materna. Llevan a cabo su servicio de manera humilde y anónima. Es su manera de diseminar la Revelación Urantia y sus divinas enseñanzas.
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