© 2013 Share Beasley
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Celebración navideña en la Fundación Urantia | Volumen 7, Número 4, Dic. 2013 — Índice | Envejecer con dignidad |
De Share Beasley, fideicomisaria asociada, Fundación Urantia, Brandon (Florida, Estados Unidos)
¿Cómo les ha afectado encontrar El libro de Urantia? ¿Cómo ha afectado a los que les rodean? ¿Son ustedes mejores personas? Si es así, están cambiando el mundo una persona cada vez, comenzando por ustedes mismos.
¿Están interesados en que la revelación Urantia sea más accesible?
¡Que comience la tormenta de ideas! Me interesan sus ideas, así como compartir algunas de las mías.
Recientemente he pasado algún tiempo colocando libros en Miami, y les ofrezco mis experiencias con la esperanza de estimular más ideas:
En mi primera visita a una librería de libros usados de Miami, aprendí que el dueño ni compra libros ni toma pedidos. Sin embargo, ofrece un descuento en tu compra si intercambias libros.
En mi segunda visita, aprendí a llamar primero a la librería para asegurarme de que todavía funciona y para saber cuándo está abierta. Aprendí esta lección de la manera más dura: encontré la librería en internet, me llevó un tiempo llegar, pagué el aparcamiento y después caminé un largo trecho sólo para descubrir que la librería había cerrado sus puertas.
La librería perfecta, pensé, especializada en libros de geología, bioquímica, astronomía, antropología, física, historia y religión. Pensé que estarían encantados de añadir El libro de Urantia a sus ofertas. ¡El encaje perfecto!
A primera vista, estaba en lo cierto. La propietaria tomó el libro, lo miró con aparente interés y después recorrió el índice de materias. Cuando llegó a la parte IV, ¡pam!, me lo lanzó de vuelta y de entregó a una palabrota de dos palabras en la que «Jesús» era la segunda palabra. Esta mujer todavía no conocía al Maestro, y con evidente orgullo anunció: «soy budista». Entonces procedió a darme un sermón de «mal cristiano» y repitió de manera odiosa: «VÁYASE». Mmmm, ella decía ser budista. ¡Vaya un recordatorio de que representamos nuestra religión personal en todo lo que hacemos!
Lo siguiente fue un paraíso del lector amistoso y profesional: una enorme tienda con un café, coleccionables, arte y libros nuevos y usados. Organizaban presentaciones de autores, grabadas para ver en línea en el sitio web de la librería. Me rondaba por la cabeza la idea de que profesionales de nuestra comunidad dieran aquí una visión general de El libro de Urantia.
Esta fue de lejos la librería más progresista y fascinante que visité. Después de preguntar, supe que habían pedido El libro de Urantia anteriormente y que seguirían haciéndolo, pero no estaban interesados en tener el libro en reserva. Dejé una tarjeta de la Fundación para darles una segunda oportunidad de considerarlo. Me pregunto cómo reaccionarían a un ofrecimiento para dar una presentación.
La última librería que visité fue una tienda en un centro comercial donde vendían antigüedades y libros usados. No estaban dispuestos a adquirir un libro al momento, pero me dieron 7,50 $ para intercambiar en dos libros que adquirí.
Biblioteca de Costa Maya: el bibliotecario aceptó agradecido una traducción al español. La biblioteca era difícil de encontrar pero la perseverancia dio sus frutos.
Reflexiono sobre los efectos exponenciales que El libro de Urantia ha tenido en mi vida y tengo una idea de cómo habría sido mi vida sin él. Siempre llevo conmigo un Libro de Urantia extra, pues nunca sé cuándo puede surgir la oportunidad de causar impacto en una vida… y surge.
¿Tienen el deseo ardiente de compartir las enseñanzas de la Revelación Urantia? Les invito a participar conmigo en esta aventura apasionante. ¿Tienen ideas o experiencias que ayuden a perfeccionar y expandir nuestro enfoque respecto a la colocación o la venta de El libro de Urantia?
Compartan sus experiencias y sus ideas: Share.beasley@gmail.com
Celebración navideña en la Fundación Urantia | Volumen 7, Número 4, Dic. 2013 — Índice | Envejecer con dignidad |