© 1994 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
¿Cuánto tiempo, oh Señor, tendremos que esperar para la iluminación de la humanidad?
¿Hasta cuándo tendremos miedo de volver el rostro hacia la verdad?
¿Cuánto tiempo debo soportar esta angustia del alma, luchando con mentes cerradas y almas atrofiadas?
¿Hasta cuándo vuestro pueblo será guiado por los sacerdotes del pasado en lugar de los profetas del futuro?
Dame la paciencia para cooperar con tus leyes de evolución creativa.
Líbrame de la locura de idear atajos para un crecimiento espiritual sólido.
Que no me entregue a las alegrías efímeras que experimenta la partera de los prematuros.
Más bien, oh Señor, dame las alegrías de los que están solos en la cima de la montaña.
Dame las satisfacciones de esos pioneros que abren nuevos caminos sabiendo que otros los seguirán, se asentarán y construirán.
Que todas las voces solitarias de la verdad que claman en el desierto se conviertan en un coro de humanidad que afirme tu voluntad y tu camino.
Tengo plena confianza en el triunfo de vuestro gran plan para la humanidad. Tu amor inquebrantable y tu cuidado paternal están presentes en cada paso del camino.
En medio de los problemas y el sufrimiento de mi vida, vivo en las abundantes bendiciones de renovación, crecimiento y paz interior que tú me brindas.
¡Te alabaré eternamente! (13)