© 1992 Stephen Zendt
© 1992 The Fellowship para lectores de El libro de Urantia
Estudios para tiempos convulsos | Diciembre 1992 — Vol. 2 No. 3 — Índice | Una entrevista con Clyde Bedell. Reminiscencias de uno de los primeros miembros del foro |
Stephen Zendt
San Francisco, CA, editor
«Pero la verdadera oración alcanza de hecho la realidad. Incluso cuando las corrientes de aire son ascendentes, ningún pájaro puede elevarse a menos que extienda sus alas. La oración eleva al hombre porque es una técnica para progresar mediante la utilización de las corrientes espirituales ascendentes del universo.» (LU 91:8.9)
Mis compañeros criaturas
Hay una pitee en los márgenes exteriores de este finito
Donde mi amor y yo nos abrazamos en una luz eterna.
Estaba allí en un tiempo lejano, según la razón mortal.
El supremo dio un vistazo de lo que será.
Bañados de luz, fuimos mimados en un tono tranquilo
y acogido por muchos seres.
Hasta que como copo de nieve cayendo sobre la madre tierra,
Desperté a un nuevo día, y he aquí...
Fusionándose en la luz divina
Aquellos encerrados en este finito.
Mis semejantes.
Anónimo
Padre, gracias por este día.
Escúchanos mientras hacemos una pausa para orar.
Te agradecemos por nuestro hogar y comida.
Ayúdanos a crear Hermandad.
Esther Hoover Zendt y Stephen Zendt
«Jesús deploraba que se encontrara tan poco espíritu de acción de gracias en las oraciones y el culto de sus seguidores.» (LU 146:2.15)
Padre Celestial, Madre Santa…
Amado Cristo Miguel, Amado Espíritu Hija Creativa,
Os ofrecemos humildemente grandes alabanzas de acción de gracias
por ser nuestros Padres Divinos perfectamente amorosos.
Ofrecemos sinceramente una expresión de gratitud a nuestros Padres Paradisiacos de la Trinidad:
Gracias, Padre Universal, por tus dones de personalidad única, la morada en nuestras mentes de tus perfectos Ajustadores del Pensamiento. Estamos asombrados de que, siendo el menor de todos sus hijos, alberguemos a la entidad espiritual más elevada de toda la creación.
Gracias Hijo Eterno, por el otorgamiento de tu Hijo Paradisíaco, Miguel de Nebadon, Maestro Soberano Hijo Creador de nuestro universo, quien vino a nuestro planeta como Cristo Jesús. Gloria a ti, Gran Señuelo Espiritual, por atraernos siempre hacia casa.
Gracias, Espíritu Infinito, por nuestra conexión mental con la realidad y por tus serafines celestiales que nos protegen cuando somos bebés y luego nos liberan de la muerte. Nos mantienes cuerdos en un mundo que mata a los mensajeros de Dios.
_Somos tus leales agodontos de Urantia, querido Señor. Somos vuestras criaturas incomparables que podemos creer sin ver, que podemos superar obstáculos insuperables y que podemos perseverar incluso cuando estamos aislados. Nos comprometemos a nosotros mismos y a nuestra descendencia a la dedicación de intentar hacer tu voluntad divina, en lugar de la nuestra.
Gracias, Maestro Michael, por otorgarse como un mortal del reino. Por elegir nuestro mundo de la cruz como el único en la eternidad para tu encarnación humana, te ofrecemos una gratitud eterna.
Estamos agradecidos por los Intermedios de nuestro planeta que nos han traído la Quinta Revelación de Época.
Querido Dios, apreciamos el increíble privilegio de estar al servicio de tu familia espiritual en una esfera en cuarentena donde tu amor se necesita tan desesperadamente.
Gracias, Jesús incomparable, por tu ministerio misericordioso hacia nosotros a través de tu Espíritu de Verdad. Tú también habitas en nosotros.
Gracias, Padre, por nuestros hermanos y hermanas humanos: nuestros padres, nuestros hijos y todos los demás parientes de nuestra familia de cinco mil millones de miembros.
Extendemos acción de gracias a nuestro adorable Padre-Madre Dios, quien es siempre nuestro amigo, siempre perdonador, perfectamente paciente y en quien nos movemos, vivimos y tenemos nuestro ser. Que siempre sea así. Amén.
Jay Newbern, Santa Rosa, California (reimpreso de «The Circles» Primavera-Verano 1988)
Estudios para tiempos convulsos | Diciembre 1992 — Vol. 2 No. 3 — Índice | Una entrevista con Clyde Bedell. Reminiscencias de uno de los primeros miembros del foro |