© 2017 Stuart Kerr
© 2017 Asociación Internacional Urantia (IUA)
Dios habita y gobierna el círculo de la eternidad. Su naturaleza eterna es un círculo sin principio ni fin. El Padre ejerce una consciencia siempre en expansión y una autorrealización incesante dentro de su círculo sin fin de la eternidad,
… Él sostiene los mundos en el espacio y hace girar los universos alrededor del círculo sin fin del circuito eterno. [LU 3:2.2]
La realidad no tiene limitaciones dentro del círculo cósmico de la eternidad: es universal, eterna, absoluta e infinita. Dentro del círculo de la eternidad, la divinidad trasciende y domina el espacio-tiempo. El universo de universos gira eternamente alrededor de la fuente y centro paradisíacos de todas las cosas y todos los seres.
Los propósitos y planes de Dios para su creación parecen variar de un lugar del universo a otro, y puede depender de si estamos considerando su impacto en los aspectos microcósmicos o macrocósmicos de su creación, pero si lo consideramos desde el círculo de la eternidad existe una unidad perfecta de intención e implementación.
Desde la perspectiva absoluta, toda la realidad es majestuosamente uniforme y segura y tiene el sello indeleble de la marca divina de la perfección destino del círculo de la eternidad. El Padre paradisíaco entra en una asociación mutuamente interdependiente con el Hijo Eterno para llevar a cabo sus intenciones conjuntas a lo largo de la totalidad del círculo de la eternidad. De hecho, los siete Absolutos de la Infinidad coordinados
… abarcan así el círculo de la infinidad a lo largo de todos los ciclos interminables de la eternidad. [LU 104:3.13]
El universo de universos está eclipsado por la presencia de las tres Deidades paradisíacas; la presencia trina de la Deidad se mueve trazando un arco alrededor del círculo de la eternidad. La eternidad es un ciclo sin límites y unificado que está asombrosamente sincronizado con los ciclos sucesivos del tiempo finito. Dentro de la circularidad de la existencia sin fin, el contraste del tiempo pasa como una flecha en el interminable balanceo alrededor del círculo eterno que abarca la morada del Padre paradisíaco. Todo el cosmos físico gira siempre alrededor del círculo de la eternidad. El misterio de la infinidad-eternidad se puede comprender mejor
… como una elipse casi ilimitada producida por una sola causa absoluta, que ejerce su actividad en todo este círculo universal de diversificación interminable persiguiendo siempre algún potencial de destino absoluto e infinito. [LU 105:0.1]
Los ascendentes mortales llegarán a aprender a trascender su perspectiva limitada de la existencia finita en el espacio-tiempo; comenzarán a asimilar sus experiencias de una manera más holística. La distinción de la sucesión de acontecimientos condicionada por el tiempo comenzará a disiparse y dicho ascendente comenzará a intuir una sensación del momento del «eterno ahora». Pasado, presente y futuro comienzan a verse juntos en unidad y los acontecimientos
… se verá(n) ahora como un ciclo completo y perfectamente relacionado; de esta manera, la simultaneidad circular desplazará cada vez más a la antigua conciencia de la secuencia lineal de los acontecimientos. [LU 130:7.6]
Los ascendentes se están convirtiendo en parte de la procesión progresiva de la eternidad,
… girando para siempre con los mundos del espacio alrededor del círculo de las eras eternas. [LU 32:5.4]
Cuando los mortales ascendentes logran la perfección espiritual y pueden reclamar su residencia final en el Paraíso,
… No comparten la «esencia de la divinidad» y el «espíritu de la supremacía» hasta después del descanso divino, y entonces empiezan a trabajar realmente en el círculo de la eternidad y en presencia de la Trinidad. [LU 26:7.4]