© 2009 Tamara Strumfeld
© 2009 Fundación Urantia
De Tamara Strumfeld, Fundación Urantia, Illinois (EEUU)
Bert Cobb, de Jerome (Idaho), lector veterano de El libro de Urantia, buen amigo mío y de muchos de nosotros, se graduó con gracia y fe de este mundo a primera hora de la mañana del 12 de septiembre de 2009. Descansando en la casa que él construyó, pasó sus últimos días bajo el cuidado de sus tres hijos. Habrá un servicio en su memoria el mediodía del 3 de octubre en el 330 de Canyon Crest Drive, Twin Falls (Idaho)
Bert buscó vivir con la profunda sabiduría y la perspectiva cósmica recogida de las enseñanzas de El libro de Urantia. Era maestro electricista y prestó su servicio como voluntario en la sede de la Fundación Urantia. Su pasatiempo favorito era cargar sus mulas y caballos y dirigirse hacia los bellos espacios naturales del Parque Nacional Sawtooth, y hace dos años tuve el privilegio de acompañarle en uno de esos viajes. Bert era ministro ordenado, cazador de ciervos y alces (que comía todo lo que cazaba) y poeta cowboy. A su poema «Jesus was a working man» (Jesús era un trabajador) se le puso música y fue grabado como una canción country.
Hace unas semanas, un grupo de lectores de El libro de Urantia celebró el cumpleaños de Jesús en la hacienda de Bert, que él llamó «Un lugar en el espacio y el tiempo». En este encuentro, durante la interpretación musical de Bob Solone, recité un poema que había compuesto para esta ocasión. Varios de los asistentes me animaron a compartirlo con todos ustedes en esta revista, así que se reproduce a continuación.
BERTITO BERT BERTIE
Recuerdo el momento en el que conocí a Bert
Era verano de 2004
Organizábamos una conferencia para la entonces AIU
Yo me encargaba de la librería
Vi a un hombre al que aún no conocía
Con un encanto especial
Así que fui y le dije mi nombre
Y él me abrazó con sus grandes y cariñosos brazos
Bert y yo habíamos sabido el uno del otro
Por medio de amigos a los que apreciábamos mucho
Y desde ese abrazo abierto
Nuestra amistad se hizo más sincera
Han pasado solo cinco años desde que le conozco
Pero seguro que nos hemos divertido
Ya sea paseando por Little Wood
O bajo el sol de Buenos Aires
Y después hubo semanas que pasamos en Chicago
Bert vino los dos últimos años
Adornamos el vestíbulo del 533
Y echamos muchas risas festivas
Hubo muchas visitas al viejo Jerome
Al lugar en el espacio y el tiempo
Paseos gloriosos en el Snake River Canyon
Bertie siempre llevaba un buen ritmo
Comidas deliciosas, risas, todas nuestras buenas bromas
Podía seguir durante todo el día
Porque cuando se trata de mi Bertito
Hay mucho que decir
Pero también hubo tiempo para el silencio
Que compartíamos Bertie y yo
Tiempo de adoración amorosa
Meditación y oración
Los dos amamos al Padre
En el centro de todas las cosas
Y le agradecemos la paz de mente
Que viene cuando le conoces
También amamos este momento especial
De la revelación presente
Que seguro que cura las almas rotas
Con su medicina espiritual
Derrama una gran luz sobre lo que ha de venir
El plan de nuestra Ascensión
Y cómo Dios nos dirige hacia su pecho
Mediante la tensión espiritual
También nos habla de mundos avanzados
Donde no hay duelo tras la muerte
Pero debo confesar sinceramente
Que estoy triste de que Bert se marche
Cómo echaré de menos las conversaciones
Que teníamos varias veces por semana
Compartiendo detalles de nuestra vida diaria
Y los valores más altos que buscábamos
Pero también hay consuelo en mi corazón
Y alegría para la ocasión
Bertie se ha embarcado en un viaje emocionante
Con un destino glorioso
Todos iremos allí también
Cuando nos llegue la hora
Nos dirigiremos hacia los mundos mansión
Siempre llamándonos desde lo alto
Es grande pensar en nuestro despertar
Y en apaciguarnos allí arriba
Nuestra alma alojada en un cuerpo morontial
Soportando mucho desgaste natural
Así que, hasta nuestra próxima reunión
La paz del Maestro estará cerca del corazón
Ve con Dios, amigo mío
Te quiero con todo mi corazón