Autor: Dr. William S. Sadler. | Traductor: Jan Herca
Varios miembros de este grupo que participó en los «contactos» preliminares que llevaron a la aparición de los Documentos de Urantia tenían una experiencia considerable en la investigación de fenómenos psíquicos. Este grupo llegó rápidamente a la conclusión de que los fenómenos relacionados con la personalidad, que más tarde fue asociada con los Documentos de Urantia, de ninguna manera eran similares a cualquier otro fenómeno psíquico conocido, como la hipnosis, escritura automática, clarividencia, trances, telepatía, Mediación espiritista o doble personalidad.
Cabe aclarar que los antecedentes de los Documentos de Urantia no fueron asociados de ninguna manera con el comúnmente conocido espiritismo —sesiones de comunicación con espíritus de seres humanos fallecidos.
Pareciera que durante los primeros años, nuestros amigos invisibles se ocuparon de probar extensivamente a la Personalidad de Contacto, ensayando la técnica de comunicación, seleccionando a los Comisionados de Contacto, y de hecho, disponiendo de manera general el escenario para la subsiguiente presentación de los Documentos de Urantia.
Durante esos primeros años se nos introdujo a muchos conceptos nuevos, y de alguna manera extraños para nosotros, sobre el universo de universos y lo que concierne al hombre y su vida en la tierra.
Entre estas numerosas ideas nuevas sobre cosmología y filosofía, las siguientes pueden mencionarse:
Nuestros amigos superhumanos pasaron entonces más de dos décadas extendiendo nuestros horizontes cósmicos, ampliando nuestros conceptos teológicos y expandiendo nuestra filosofía en general.
Nunca nos percatamos de cuánto se había expandido nuestro pensamiento religioso hasta que los Documentos empezaron a llegar. Conforme la Revelación progresó, llegamos a apreciar más plenamente cómo habíamos sido preparados para la vasta alteración de nuestras creencias religiosas, por estos contactos preliminares que se extendieron por un período mayor a veinte años de pre-educación.
Nuestro entrenamiento de aprendizaje para el subsiguiente servicio relacionado con la presentación de los Documentos de Urantia se facilitó por el hecho de que, excepto por los contactos con los seres intermedios, ningún contacto fue igual a otro. Rara vez nos encontramos con las personalidades visitantes en más de una ocasión. Cada contacto era totalmente diferente a cualquier otro que hubiera sucedido antes. Toda esta experiencia fue un entrenamiento educativo extensivo y liberal, que nos preparó para la expansión de nuestra cosmología, teología y filosofía; sin mencionar nuestra introducción a nuevas ideas y conceptos relacionados con un vasto número de temas más mundanos.
Las limitadas discusiones de la vida y enseñanzas de Jesús durante estos contactos prerevelatorios pueden explicarse por el hecho de que los seres intermedios tenían ciertas dudas en cuanto a qué tanta autoridad tenían en estos asuntos, como mostraron después, cuando todo un año se consumió para aclarar su derecho a contar nuevamente la historia del otorgamiento de Micael.
Aquellos de nosotros que en un principio atendimos estas guardias nocturnas nunca sospechamos que estábamos en contacto con algo sobrenatural.
Durante estos primeros años, todas nuestras observaciones e investigaciones fracasaron totalmente en revelar la técnica de reducir mensajes a escritura.
Después de alrededor de veinte años de experiencia de contacto, un supuesto estudiante visitante, hablando a través del sujeto durmiente y en respuesta a una de nuestras preguntas dijo en una de estas vigilias nocturnas: «Si en verdad supieran con lo que están en contacto, no harían estas preguntas tan triviales. Más bien harían preguntas que pudieran ofrecer respuestas de valor supremo para la raza humana.»
Esto fue algo impactante, así como un ligero reproche, y ocasionó que todos nosotros viéramos esta experiencia singular de una manera nueva y diferente. Más tarde en esa noche, uno de nuestro grupo dijo: «Ahora lo han pedido, hagámosles preguntas que ningún ser humano puede contestar.»
Ahora es mejor dejar estos asuntos descansar en este punto, mientras tornamos esta narrativa hacia un nuevo y diferente tiempo y lugar.
El Dr. William S. Sadler, miembro de este grupo inicial de observadores e investigadores, relata la siguiente historia acerca del origen de este grupo de individuos interesados, que luego se le conoció como el «Foro.» Nos dice: «En mi camino a la Universidad de Kansas para dar unas conferencias sobre psicología Gestalt, le escribí una carta a mi hijo diciendo que en mi opinión los doctores deberían mantener contacto con sus antiguos pacientes. Sugerí que consultara con su madre la posibilidad de invitar a algunos de nuestros viejos amigos para una o dos horas de discusión informal e intercambio social los domingos por la tarde».
«Cuando regresé a Chicago un domingo por la mañana, me encontré con que mi esposa había invitado a un grupo de antiguos pacientes para vernos en nuestra casa esa misma tarde a las tres. El plan era conducir estas reuniones dominicales más o menos de la siguiente manera: Primero tendríamos una plática sobre algún tema de salud, cosas como el tratamiento del catarro común, la causa y cura de la preocupación; y entonces, después de una taza de té, entablaríamos discusiones informales, preguntando y respondiendo preguntas».
«Conforme pasó el tiempo, este grupo se convirtió en una reunión cosmopolita, que consistía de hombres y mujeres profesionales —doctores, abogados, dentistas, ministros, maestros— junto con individuos de todo tipo —granjeros, amas de casa, secretarias, oficinistas y trabajadores comunes—».
El doctor continúa con su narración: «Así, me pidieron que diera una serie de pláticas sobre «Higiene Mental», o «Fenómenos Psíquicos.» Al inicio de mi primera plática, dije: «Con una o dos excepciones, todos los fenómenos psíquicos que he investigado han resultado fraudes, conscientes o inconscientes. Algunos fueron fraudes deliberados, otros fueron esos casos peculiares en los que el sujeto fue víctima de los engaños de su propia mente subconsciente.»
«No había dicho más que esto, cuando uno de los del grupo dijo: «Doctor, si usted ha entrado en contacto con algo que no ha podido resolver, sería interesante, háblenos más sobre ello.»
«Le pedí a la Dra. Lena que fuera por unas notas que había tomado en un «contacto» reciente y que las leyera al grupo. Debe quedar entendido que hasta este momento no había secretos en relación con el caso. Los Documentos de Urantia no habían empezado a aparecer.»
«Fue más o menos por este tiempo que el grupo que se reunía en nuestra casa los domingos por la tarde comenzó a ser llamado el ‘Foro’.»
«El grupo manifestó tanto interés por este caso que ya no pude dar alguna otra plática de salud, así como se había planeado.»
«Fue durante este periodo de discusiones informales semanales cuando se nos presentó el reto sugiriendo que si hacíamos preguntas más serias podríamos conseguir información de valor para toda la humanidad.»
«Le contamos al Foro todo sobre esto y los invitamos a que nos acompañaran en la preparación de las preguntas. Decidimos empezar con preguntas referentes al origen del cosmos, Deidad, creación, y otros temas que estuvieran mucho más allá del conocimiento actual de la humanidad.»
«El domingo siguiente varios cientos de preguntas se presentaron. Separamos todas estas preguntas, descartamos duplicados, y de manera general, las aclaramos. Poco tiempo después, en respuesta a estas preguntas, el primer documento de Urantia apareció. Cuando los Documentos aparecían, las preguntas, de la primera a la última, desaparecían.»
«Este fue el procedimiento que se siguió durante los muchos años de recepción de los Documentos de Urantia. Si no había preguntas, no había Documentos.»
Por esas fechas, el Foro, tal como se le conocía, fue cancelado. Se nos dieron instrucciones para formar un «grupo cerrado», requiriendo que cada miembro firmara un juramento de secreto, y discutiera los Documentos y todos los asuntos relativos a ellos, solamente con aquellas personas que fueran miembros del Foro.
Se emitieron tarjetas de membresía, y la asamblea constitutiva contó con treinta miembros. La fecha de esta organización fue septiembre de 1925. Diecisiete de estos miembros fundadores aún viven (1960)
Los individuos que tenían la responsabilidad de reunir las preguntas y comparar el texto escrito a máquina con el manuscrito original, llegaron a ser conocidos como los «Comisionados de Contacto.» A partir de esa fecha, solamente estos Comisionados de Contacto presenciaron «contactos» y recibieron comunicaciones escritas a través de la personalidad de contacto.
De vez en cuando, nuevos miembros eran recibidos en el Foro, después de ser entrevistados por los dirigentes, y de firmar el juramento que firmaron los miembros originales. Este juramento decía: «Reconocemos nuestro juramento de secreto, y renovamos nuestra promesa de no discutir las Revelaciones de Urantia o su contenido con nadie, excepto con los miembros activos del Foro, y de no tomar notas sobre el tema al momento en que se lea o discuta en las sesiones públicas, o de hacer copias o notas de lo que personalmente leemos.»
La última reunión del Foro como asamblea tuvo lugar el 31 de mayo de 1942. Durante los 17 años de existencia oficial, el Foro tuvo un total de 486 miembros.
Durante el periodo de la recepción de los Documentos de Urantia, más de 300 personas diferentes participaron en la redacción de estas preguntas genéticas o de origen. Con algunas excepciones, todos los Documentos de Urantia, nos fueron entregados en respuesta a estas preguntas.
Casi todo lo que se sabe o que se puede contar sobre el origen de los Documentos de Urantia se encuentra aquí y allá, en El Libro de Urantia. Una lista de dichas referencias se puede encontrar en la parte trasera de la funda del Libro. [1]
Veamos brevemente estas citas. [2]
Recientemente un grupo de ministros del norte de Indiana, que estaban involucrados en el estudio de El Libro de Urantia, pasaron el día con nosotros y durante la tarde, el Dr. Sadler condujo una discusión acerca de «Cómo no obtuvimos El Libro de Urantia.»
Lo siguiente es la esencia de esa presentación:
Varios miembros del grupo que participó en los «contactos» preliminares, que llevaron a la aparición de los Documentos de Urantia, habían tenido experiencia considerable en la investigación de fenómenos psíquicos. Este grupo llegó rápidamente a la conclusión de que los fenómenos conectados con la personalidad, que más tarde fue asociada con los Documentos de Urantia, de ninguna manera eran similares a cualquier fenómeno psíquico conocido —como la hipnosis, escritura automática, clarividencia, trances, comunicación con espíritus a través de un médium, telepatía, o doble personalidad.
Cabe aclarar que los antecedentes de los Documentos de Urantia no fueron asociados de ninguna manera con el comúnmente conocido espiritismo —sesiones de comunicación con espíritus de seres humanos acaecidos.
Fenómenos Psíquicos. Actividades Inusuales De La Consciencia Marginal
La mente subconsciente
Nota: La técnica de recepción de El Libro de Urantia en inglés de ninguna manera es paralela o recae sobre cualquiera de los fenómenos de la conciencia marginal antes mencionados.
Entre las varias razones que se nos dieron durante ese tiempo en que se nos pidió no discutir los detalles de nuestras experiencias personales relacionadas con el origen de El Libro de Urantia, las dos razones principales fueron las siguientes:
El primer grupo de Documentos sumó 57. Entonces recibimos una comunicación sugiriendo que las agencias superhumanas y las personalidades responsables de la transmisión de los 57 Documentos se ocuparían de ampliar la revelación y de expandir los Documentos de acuerdo a nuestras nuevas preguntas, puesto que ya podíamos hacer más y más inteligentes.
Este fue el plan: Nosotros leeríamos un Documento un domingo por la tarde y el domingo siguiente se presentaría la nueva pregunta. De nuevo, esta sería separada, clasificada, etc. Este programa cubrió varios años y finalmente resultó en la presentación de los 196 Documentos tal como ahora se encuentran en El Libro de Urantia.
De alguna manera, hubo una tercera presentación. Después de recibir estos 196 Documentos, se nos dijo que la «Comisión Reveladora» se complacería si revisábamos los Documentos una vez más y hacíamos preguntas relacionadas con la «clarificación de conceptos» y la «eliminación de ambigüedades». Este programa, una vez más, cubrió varios años. Durante este periodo se impartió muy poca información nueva. Se realizaron sólo cambios menores a algunos de los Documentos. Algunas cosas se agregaron, otras se quitaron, pero hubo poca revisión o ampliación del texto.
Lo que acaba de ser escrito se refiere particularmente a las Partes I, II, y III de El Libro de Urantia. La Parte IV —Los Documentos de Jesús— tuvieron un origen un poco diferente. Una comisión de seres intermedios los produjo y se completaron un año después que los otros Documentos. Las primeras tres partes se terminaron y fueron certificadas en 1934. Los Documentos de Jesús no se entregaron sino hasta 1935.
El retraso de un año en la recepción de los Documentos de Jesús —Parte IV de El Libro de Urantia— se puede explicar de la siguiente manera: Los seres intermedios estaban un poco preocupados en cuanto a su participación en el juicio Gabriel vs. Lucifer, aún pendiente en las cortes Universales, y dudaron en completar su proyecto hasta que se les aseguró que tenían autoridad plena para relatar la historia de la vida de Jesús en la tierra.
Después de algunos meses de espera, llegó el mandato de Uversa que ordenaba a los Seres Intermedios Unidos de Urantia a proceder con el proyecto de revelar la historia de la vida y enseñanzas de Micael, durante su encarnación en Urantia, no sólo asegurándoles que no estaban en desacato de las cortes de Uversa, sino que se les otorgaba el mandato de hacer este servicio, y se advertía a cualquier persona relacionada con ello a abstenerse de intervenir con, o de alguna manera estorbar, la ejecución de dicho proyecto.
Y esta es la explicación de por qué los Documentos de Jesús aparecen un año después de que los otros Documentos habían sido completados.
Durante estos primeros años, los Comisionados de Contacto recibieron muchas comunicaciones y directrices por escrito. Casi todos estos mensajes tenían una anotación en la parte inferior de la última página que decía: «Para ser destruido con fuego en cuanto aparezcan los Documentos de Urantia ya impresos». El propósito de nuestros amigos invisibles fue prevenir la aparición de una «Apócrifa de Urantia» después de la publicación de El Libro de Urantia.
Todo esto fue alentador ya que nos aseguraba que los Documentos de Urantia en algún momento se publicarían. Esto mantuvo nuestras esperanzas durante los largos años de espera.
El hecho de que nunca se contemplara el reemplazo de los miembros de la Comisión de Contacto que podrían perderse por inhabilidad o muerte, nos llevó también a pensar que el libro sería publicado durante la vida de algunos de nosotros.
Los Comisionados eran los custodios del manuscrito de Urantia, por lo que guardaban la copia carbón del texto escrito a máquina en una bóveda contra incendios. También se les encomendó la total responsabilidad de supervisar todos los detalles relacionados con la publicación del libro, asegurar los derechos de autor internacionales, etc.
Se nos instruyó abstenernos de hablar de la identidad de la Personalidad de Contacto y, después de la publicación del libro, hacer alguna declaración, en cualquier momento, sobre si el «sujeto» estaba aún vivo o muerto.
En 1939 algunos de nosotros pensamos que el tiempo había llegado en que debíamos formar una clase para adentrarnos en un estudio más serio y sistemático de los Documentos de Urantia. Este proyecto se presentó al Foro y cuando se contaron los que deseaban pertenecer a este grupo, nos dimos cuenta que sólo 70 personas deseaban iniciar este estudio. Entonces, por varios años a esta clase se le conoció como «Los Setenta». Dos o tres años antes de la formación de Los Setenta, un grupo informal ya se había estado reuniendo los miércoles por la tarde.
Los Setenta llevaron un estudio sistemático de los Documentos de Urantia desde el 3 de abril de 1939 hasta el verano de 1956, y fueron los precursores de la «Escuela de la Hermandad de Urantia».
Durante estos años, Los Setenta enrolaron a 107 estudiantes.
Los Setenta llevaron a cabo el trabajo de estudiar, escribir tesis, y practicar las enseñanzas durante 17 años. Durante este periodo, ocho comunicaciones escritas fueron entregadas a Los Setenta por el Serafín del Progreso adjunto al gobierno planetario superhumano de Urantia.
Por fin, el permiso para publicar los Documentos de Urantia fue concedido. La introducción a este mandato dice lo siguiente:
«Consideramos que El Libro de Urantia es un rasgo distintivo de la evolución progresiva de la sociedad humana. No está relacionado con el episodio espectacular de una revolución epocal, aunque aparentemente podría estar calculado para aparecer en el inicio de una revolución semejante en la sociedad humana. El libro pertenece a la era que seguirá inmediatamente al final de la lucha ideológica actual. Ese será el día cuando los hombres estarán dispuestos a buscar la verdad y el bien. Cuando el caos de la confusión actual haya pasado será más factible formular el cosmos de una nueva y mejor era de relaciones humanas. Y es para este mejor orden en los asuntos de la tierra que el libro ha sido preparado».
«Pero la publicación del libro no fue pospuesta para esa (posiblemente) remota fecha. Se contempló una publicación temprana del libro para que éste sea accesible para la capacitación de líderes y maestros. Su presencia también se requiere para llamar la atención de personas con medios quienes podrán entonces proveer los recursos para la traducción a otros idiomas».
A partir de la recepción de estas instrucciones, los Comisionados de Contacto comenzaron la tarea de publicar El Libro de Urantia y prepararon planes para su distribución.
Los Documentos se publicaron justo como los recibimos. Los Comisionados del Contacto no tuvieron autoridad editorial alguna. Nuestro trabajo se limitó a «ortografía, mayúsculas, y puntuación.»
Antes de la muerte de la Doctora Lena K. Sadler en agosto de 1939, ella había ya recolectado alrededor de veinte mil dólares para el fondo de publicación, los cuales se utilizaron para hacer los tipos y preparar las placas para la impresión del libro.
Estas placas de El Libro de Urantia constituyeron la base para la formación de la Fundación Urantia. Esta Fundación, conformada bajo las leyes de Illinois, fue establecida el 11 de enero de 1950. El primer Consejo se compuso por:
Se supo que uno de los miembros del Foro con más recursos deseaba contribuir con cincuenta mil dólares para la publicación del libro. Por instrucción, se evitó que así fuera, pues nos dijeron que sería mejor dar a todos los involucrados la oportunidad de contribuir al fondo de publicación.
Así, se solicitaron $50,000 dólares para pagar el gasto de imprimir diez mil copias. La respuesta fue inmediata. El monto que se generó fue de poco más de cuarenta y nueve mil dólares. El primer dinero en llegar a la oficina de la Fundación fueron mil dólares del finado Sir Hubert Wilkins, explorador del Ártico.
El Libro fue publicado bajo los derechos de autor internacionales el 12 de Octubre de 1955.
No se pudo evitar que alguna forma de organización fraternal surgiera de las enseñanzas de El Libro de Urantia. Todas las personas interesadas pudieron ver que las enseñanzas de Urantia se oponían al esquema sectario de los creyentes cristianos. Era claro que el propósito de la revelación de Urantia no era crear una nueva iglesia.
Así, el 2 de enero de 1955, un grupo de personas que creían en las enseñanzas del libro y que estaban interesados en su proclamación, se reunieron en Chicago y completaron la formación de la organización de la Hermandad de Urantia, una organización fraternal y voluntaria de creyentes de Urantia. Estas personas conformaron el grupo fundador de la Hermandad de Urantia, y fueron 36 en número.
Se elaboraron el acta constitutiva y los estatutos, y desde entonces, numerosas sociedades se han formado a lo largo de los Estados Unidos.
Cuando diez o más personas están familiarizadas, y creen en las enseñanzas d_El Libro de Urantia_, si lo desean pueden ser autorizadas como Sociedad de Urantia. Ser miembros de alguna iglesia u organización fraternal no interfiere para ser miembro de una Sociedad de Urantia.
Los organizadores originales de la Hermandad y sus sucesores debían dirigir la organización durante los primeros 9 años. Después, la Hermandad se dirigiría por acción de la Asamblea de Delegados Trienales compuesto por delegados de varias Sociedades de Urantia.
Los Comités Departamentales de la Hermandad son:
Los directores de los Comités, junto con los directivos de la Hermandad, constituyen el Comité Ejecutivo de la Hermandad.
El propósito en general de la Hermandad está expresado en el Preámbulo de la Constitución.
«Debido a que nuestra convicción más solemne es que la comodidad, felicidad, y bienestar del hombre se incrementen a través de la creación de una organización dedicada a los propósitos aquí expresados, mediante la asistencia mutua y la asociación de un cuerpo de personas que trabajan juntas para una causa común, nos unimos como una asociación voluntaria y como fraternidad bajo el nombre de Hermandad de Urantia, y asimismo adoptamos y establecemos la constitución de la Hermandad de Urantia».
Los 36 miembros fundadores formaron el Consejo General, el cual se diseñó para gobernar a la Hermandad durante los primeros nueve años.
La Primera Sociedad de Urantia de Chicago se organizó y el 17 de junio de 1956 le fue otorgada la primera licencia de funcionamiento. La sociedad tenía 34 miembros fundadores. La cantidad de miembros de esta Sociedad actualmente es de 142.
En cooperación con la Fundación de Urantia, la Hermandad está abocada en estos momentos a completar el índice de El Libro de Urantia, en realidad, una concordancia. Su publicación se espera para 1961.
Todos estamos interesados en el progreso de la traducción al francés que está en la etapa de revisión final y podría ser publicada a finales de 1961 o principios de 1962.
La Hermandad recientemente completó la formulación de un Servicio Fúnebre que consiste en pasajes y citas apropiadas seleccionadas de El Libro de Urantia.
La Hermandad patrocina un boletín cada cuatro meses, el cual es enviado por el Comité Ejecutivo a todas las Sociedades de Urantia y otras personas interesadas.
La Hermandad promueve la creación de muchos grupos de estudio en todos los Estados Unidos y en otros países. Eventualmente, la mayoría de estos grupos de estudio se desarrollarán en Sociedades de Urantia.
Durante el año pasado, dos Representantes de Área han sido delegados para apoyar las Sociedades de Urantia individuales y realizar visitas periódicas.
En diciembre de 1959, la oficina fiscal del gobierno de los Estados Unidos decretó que la Fundación Urantia, la Hermandad de Urantia, y la Corporación de Hermandad de Urantia estarían exentos de pagar impuestos, y que cualquier contribución a estas organizaciones será deducible de impuestos para los donantes.
El Premio Van, La sección tres del artículo trece de la Constitución de la Hermandad de Urantia dice: «Si en la opinión del Comité Ejecutivo, algún miembro de la Hermandad de Urantia hace o desempeña algún servicio inusual, extraordinario o distinguido, el Comité Ejecutivo presentará al Consejo General el nombre de dicho miembro con la recomendación de otorgarle un premio acorde, o un reconocimiento. Ante la presentación de dicha recomendación, el Consejo General, mediante votación unánime de todos los Consejeros presentes en cualquier junta constituida, puede dar o reconocer a tal individuo dicho premio o reconocimiento por su servicio inusual, extraordinario o distinguido, cuando el Consejo General así lo crea necesario».
La razón para proponer el Premio Van está en la declaración del premio, y dice lo siguiente:
«El discernimiento espiritual y la moral inquebrantable que permitió a Van mantener tal actitud de lealtad incorruptible ante el gobierno universal fue el producto de un pensamiento claro, razonamiento sabio, juicio lógico, motivación sincera, propósito desinteresado, lealtad inteligente, memoria experiencial, carácter disciplinado, y la dedicación inobjetable de su personalidad para hacer cumplir la voluntad del Padre en el Paraíso».
El 25 de enero de 1959, se entregó el primer premio en virtud de esta disposición constitucional al presidente de la Escuela de la Hermandad de Urantia.
La conclusión del premio dice: «En honor a sus muchos años de servicio distinguido y devoto, por parte del movimiento de Urantia». [3]
Al tiempo de la publicación de El Libro de Urantia se nos dieron muchas sugerencias con respecto a los métodos que deberíamos emplear para su distribución. Estas instrucciones pueden resumirse de la siguiente manera:
Estudien los métodos empleados por Jesús en la introducción de su trabajo en la tierra. Fíjense qué callado trabajó al principio, en muchas ocasiones hasta después de un milagro amonestaba a quienes recibían su ministerio diciendo: «No le cuenten a ningún hombre lo que les ha sucedido».
Se nos aconsejó evitar cualquier esfuerzo para alcanzar reconocimiento inmediato y espectacular.
Durante los primeros cinco años se han seguido estos métodos. La distribución se incrementa anualmente. A la fecha, más de cincuenta librerías, de costa a costa, distribuyen el libro.
La gran mayoría de la Hermandad ha estado de acuerdo con esta forma silenciosa y gradual de presentar el Libro. Sólo unos cuantos individuos han exhibido inquietud y la necesidad de un incremento agresivo en su distribución.
Una cosa debe quedar clara: No se hace nada por interferir con los energéticos y entusiastas esfuerzos de cualesquiera individuos por introducir El Libro de Urantia a sus variados contactos y asociaciones humanas.
Nota del editor: El siguiente documento fue presentado al tribunal por la Fundación Urantia en el caso Maaherra y se afirmó que había sido escrito por el Dr. Sadler.
La versión que se reproduce a continuación fue digitalizada a partir de una copia fotocopiada de lo que se cree que es un original mecanografiado. La presunción de originalidad se basa en la naturaleza de las notas manuscritas que aparecen en los márgenes. No hay ninguna firma ni ninguna indicación en ellos de que el Dr. Sadler sea efectivamente el autor. Larry Mullins se refiere a esta historia como «Historia 2». Larry Mullins comenta: «Aunque la Fundación Urantia y otros continúan refiriéndose a este documento como «escrito por el Dr. Sadler», es casi seguro que no lo fue. Después de un examen cuidadoso, el original de 30 páginas parece ser la «historia» inacabada y perdida hace mucho tiempo de Emma Louise Christensen. Se sabía que esta historia existía, pero no se pudo encontrar después de su muerte en 1982. «Christy», como se la conocía, aparentemente usó la «Historia 1» como plantilla, insertó algunas páginas escritas por el Dr. Sadler pero nunca publicadas. y añadió sus propias observaciones. El documento de «Historia 2», tal como se presentó ante el Tribunal, no tenía portada, sino que comenzaba con lo que era la «página 2» de «Historia 1».»
«Las páginas obviamente fueron renumeradas, teniendo en algunos casos dos números de página contradictorios. «Historia 2» es un híbrido que obviamente es producto de un escritor y editor sin experiencia. El Dr. Sadler fue un autor consumado. Hay cambios incómodos de la segunda a la tercera persona y pasajes largos se refieren al Dr. Sadler en tercera persona. En un lugar (página 7 del original), el escritor insertó un comentario: «El médico continúa su narración»: El Dr. Sadler nunca escribió sobre sí mismo de esta manera. La información contenida en «Historia 2» es útil, pero debe considerarse con cierta cautela y sopesarse con otra información». [Fin del comentario de Larry Mullins.]
Hay dos versiones adicionales de la historia a continuación, fechadas en 1960 y atribuidas a Marian Rowley. Las historias de Marian son aparentemente condensaciones de la historia más extensa que se reproduce a continuación y contienen sus comentarios en los que señala los elementos que pretende omitir del original en su «historia oficial». La condensación de Marian Rowley es la historia a la que Larry Mullins se refiere como «Historia 1». Mientras Mullins sostiene que «Historia 2» era una versión ampliada de «Historia 1», las notas de Marian Rowley indican que «Historia 1» era en realidad una condensación de «Historia 2». A pesar de que Marian indica que su documento fuente era una versión editada de la historia del «Dr.», la crítica a la autoría de «Historia 2» presentada por Larry Mullins lleva a otras conclusiones. Para estudiar este asunto con mayor detalle, ver:
- Borrador de una historia de Marian Rowley; Junio de 1960
- Ver reproducción en PDF del original PDF
- Historia completa de Marian Rowley, junio de 1960 (Esto corresponde a «Historia 1» de Larry Mullins”)
- Ver reproducción en PDF del original PDF (Compare la historia completa de Marian con su borrador mencionado anteriormente, así como con la historia atribuida al Dr. Sadler del mismo período de tiempo que se reproduce a continuación.)
- Ver la comparación de Marian de las dos historias PDF
Nota del Traductor: Esto no se aplica a todas las ediciones. ↩︎
Nota del Editor: Algunas referencias se han actualizado respecto al texto original para reflejar la edición actual de El Libro de Urantia. ↩︎
Nota del Traductor: En los años 80’s algunos individuos miembros de la Hermandad de Urantia dejaron de apoyar a la Fundación Urantia, principalmente por causas de tipo secular relacionadas con la distribución de El Libro de Urantia. Al poco tiempo se organizó una nueva organización para reemplazar a la Hermandad Urantia: la Asociación Internacional Urantia (AIU), la cual, desde entonces, se encarga de dar servicio a los lectores e individuos interesados en la quinta revelación de época, así como de realizar actividades educativas y otras encaminadas a la difusión del libro. ↩︎