© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
Disfrutan de un amplio rango de ministerio.
«Los ángeles son los asociados espirituales ministrantes de las criaturas volitivas evolutivas y ascendentes de todo el espacio; también son los colegas y asociados de trabajo de las huestes más elevadas de las personalidades divinas de las esferas. Los ángeles de todas las órdenes son personalidades definidas y altamente individualizadas. Todos ellos tienen una amplia capacidad para la apreciación de las ministraciones de los directores de reversión. Juntamente con las Huestes de Mensajeros del Espacio, los espíritus ministrantes disfrutan de temporadas de descanso y cambio; poseen naturalezas muy sociables y tienen una capacidad de asociación que trasciende en mucho la de los seres humanos.» LU 26:1.1
Los ángeles se encuentran de servicio desde Urantia hasta el Paraíso.
«Los miembros de las órdenes angélicas no son completamente estacionarios en cuanto a su estado personal en el universo. Los ángeles de ciertas órdenes pueden transformarse en Compañeros Paradisiacos durante una temporada; algunos se tornan Registradores Celestiales; otros ascienden a las filas de los Asesores Técnicos. Algunos de entre los querubines pueden aspirar al estado y destino seráfico, mientras que los serafines evolutivos pueden alcanzar los niveles espirituales de los Hijos de Dios ascendentes.» LU 26:1.10
Los ángeles actúan tanto en el nivel material como en el espiritual.
«Los serafines son creados para actuar tanto en el nivel espiritual como en el nivel concreto. Existen pocas fases de actividad morontial o espiritual que no estén abiertas a sus ministraciones. Aunque en condición personal los ángeles no están muy alejados de los seres humanos, en ciertas actuaciones funcionales los serafines los trascienden considerablemente. Poseen muchos poderes, mucho más allá de la comprensión humana. Por ejemplo: se os ha dicho que «hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados», y es verdad que así es, pero un serafín no pasa el tiempo contándolos y manteniendo la contabilidad corregida y actualizada. Los ángeles poseen poderes inherentes y automáticos (es decir automáticos en cuanto a lo que vosotros podáis percibir) de saber estas cosas; vosotros en verdad consideraríais que los serafines son prodigios matemáticos. Por lo tanto, numerosos trabajos que serían tareas enormes para los mortales, son realizados por los serafines con gran facilidad.» LU 38:2.3 Mt 10:30.
Los ángeles no nos juzgan.
«Los ángeles son superiores a vosotros en estado espiritual, pero no son vuestros jueces ni acusadores. Sean cuales fueran vuestras faltas, «los ángeles, aunque más grandes en poder y fuerza, no traen acusación alguna contra vosotros». Si los ángeles no emiten un juicio sobre la humanidad, tampoco deberían los mortales prejuzgar a sus congéneres.» LU 38:2.4
Los ángeles no son objetos de adoración.
«Hacéis bien en amarlos, pero no debéis adorarlos; los ángeles no son objetos de adoración. El gran serafín, Loyalatia, cuando vuestro vidente «cayó de rodillas para adorar a los pies del ángel», dijo: «Nunca hagas eso; yo soy un siervo junto a ti y junto a tu raza, todos unidos en la adoración a Dios».» LU 38:2.5 Ap 19:10; 22:9.
En cuanto a su naturaleza, los ángeles están cerca de los humanos.
«En cuanto a naturaleza y dote de la personalidad los serafines están apenas un tanto adelante de las razas mortales en la escala de existencia de las criaturas. En efecto, cuando os liberéis de la carne, os volveréis muy parecidos a ellos. En los mundos de estancia comenzaréis a apreciar a los serafines, en las esferas de la constelación disfrutar de ellos, mientras que en Salvington compartirán su sitio de descanso y adoración con vosotros. A lo largo de la entera ascensión morontial y espiritual subsiguiente, vuestra fraternidad con los serafines será ideal; vuestro compañerismo será soberbio.» LU 38:2.6
Los ángeles estimulan la mente.
«Los serafines guardianes no son mente, aunque surgen de la misma fuente que también da origen a la mente mortal: el Espíritu Creativo. Los serafines son estimuladores de la mente; intentan continuamente promover en la mente humana las decisiones que cumplen los círculos. Lo hacen, no de la manera en que lo hace el Ajustador, operando desde adentro y a través del alma, sino más bien desde afuera hacia adentro, trabajando a través del medio ambiente social, ético y moral de los seres humanos. Los serafines no son la atracción divina en forma de Ajustador del Padre Universal, pero funcionan como agencia personal del ministerio del Espíritu Infinito.» LU 113:4.1
Los ángeles son maestros de la mente y el alma.
«El hombre mortal, sujeto a la dirección del Ajustador, es también sensible a la guía seráfica. El Ajustador es la esencia de la eterna naturaleza humana; el serafín es el maestro de la naturaleza evolutiva del hombre —en esta vida, la mente mortal, en la próxima, el alma morontial. En los mundos de estancia tendréis conciencia y conoceréis a los instructores seráficos; pero en la primera vida los hombres generalmente no tienen conciencia de ellos.
«Los serafines funcionan como maestros de los hombres guiando los pasos de la personalidad humana hacia caminos de experiencias nuevas y progresivas. Aceptar la guía de un serafín raramente significa conseguir una vida fácil. Al seguir esta guía, con seguridad encontrarás, y si tienes la valentía, atravesarás, las empinadas colinas de la elección moral y del progreso espiritual.» LU 113:4.2
Los ángeles nos impulsan a la adoración.
«El impulso a la adoración se origina en gran parte en las estimulaciones espirituales de los ayudantes de la mente más elevados, reforzadas por la guía del Ajustador. Pero el impulso a la oración tan frecuentemente experimentado por los mortales conscientes de Dios surge muy frecuentemente como resultado de la influencia seráfica. El serafín guardián está manipulando constantemente el medio ambiente mortal para el propósito de aumentar el discernimiento cósmico del ascendente humano con el fin de que dicho candidato para la supervivencia pueda adquirir una realización enaltecida de la presencia del Ajustador residente y de esta manera pueda dar una mayor cooperación a la misión espiritual de la presencia divina.» LU 113:4.4
Los ángeles cooperan con los Ajustadores del Pensamiento.
«Aunque aparentemente no hay comunicación entre los Ajustadores residentes y los serafines que rodean al hombre, siempre parecen trabajar en perfecta armonía y exquisito acuerdo. Los guardianes son más activos en aquellos tiempos en que los Ajustadores están menos activos, pero su ministerio está en cierto modo extrañamente correlacionado. Tal extraordinaria cooperación difícilmente podría ser o accidental o incidental.» LU 113:4.5
Los ángeles pueden alcanzar su Cuerpo de Consumación.
«Después de alcanzar al Padre de los espíritus y de ser admitidos al servicio seráfico de consumación, a los ángeles se les asigna a veces al ministerio de los mundos establecidos en luz y vida. Logran la asignación a los elevados seres trinidizados de los universos y a los servicios excelsos del Paraíso y de Havona. Estos serafines de los universos locales han compensado experiencialmente el diferencial en potencial de divinidad que anteriormente los separaba de los espíritus ministrantes del universo central y de los superuniversos. Los ángeles de los Cuerpos Seráficos de Consumación sirven como asociados de los seconafines del superuniverso y como asistentes a las altas órdenes de supernafines del Paraíso-Havona. Para estos ángeles la carrera del tiempo ha terminado; de allí en adelante y por siempre son los servidores de Dios, los cónyuges de las personalidades divinas, y los compañeros de los finalistas del Paraíso.» LU 39:9.1
«Como los supernafines en el universo central y los seconafines en un superuniverso, de la misma manera los serafines, con sus querubines y sanobines asociados, constituyen el cuerpo angélico de un universo local.
«Los serafines son bastante uniformes en cuanto a su configuración. De universo en universo, a través de los siete superuniversos, manifiestan un mínimo de variaciones; son los más normalizados de todos los tipos espirituales de seres personales. Sus varias órdenes constituyen los cuerpos de ministros peritos y regulares de las creaciones locales.» LU 38:0.2
«Todas las órdenes de las huestes angélicas están dedicadas a los diversos servicios universales y ministran de una manera u otra a las órdenes más elevadas de los seres celestiales; pero son los supernafines, seconafines y serafines quienes, en grandes números, están empleados en el fomento del esquema ascendente de la perfección progresiva para los hijos del tiempo. Funcionando en el universo central, los superuniversos y los universos locales, ellos forman esa cadena ininterrumpida de ministros espirituales que el Espíritu Infinito ha provisto para la ayuda y guía de todos los que buscan conseguir al Padre Universal a través del Hijo Eterno.» LU 26:1.15
«Los ángeles no tienen cuerpos materiales, pero son seres definidos y discretos; son de naturaleza y origen espirituales. Aunque invisibles a los mortales, os perciben como sois en la carne sin ayuda de transformadores ni de traductores; comprenden intelectualmente la modalidad de la vida mortal, y comparten todas las emociones y sentimientos no sensuales del hombre. Aprecian y disfrutan grandemente de vuestros esfuerzos en el campo de la música, el arte y el humorismo auténtico. Conocen plenamente vuestras luchas morales y dificultades espirituales. Aman a los seres humanos, y tan sólo puede desprenderse el bien de vuestros esfuerzos por comprenderlos y amarlos.» LU 38:2.1
«Los ángeles no invaden la santidad de la mente humana; no manipulan la voluntad de los mortales; tampoco se ponen en contacto directo con los Ajustadores residentes. El guardián del destino te influye de toda manera posible que siempre esté de acuerdo con la dignidad de tu personalidad; bajo ninguna circunstancia interfieren estos ángeles con la libre acción del libre albedrío humano. Ni los ángeles ni ninguna otra orden de personalidad universal tienen poder ni autoridad para limitar o cercenar las prerrogativas de la elección humana.» LU 113:5.1
«Los ángeles están tan cerca de vosotros y con tanto sentimiento os cuidan, que figurativamente «lloran por vuestra intolerancia y testarudez intencionadas». Los serafines no esparcen lágrimas físicas; no tienen cuerpos físicos; tampoco poseen alas. Pero sí tienen emociones espirituales, y experimentan sentimientos y sensaciones de naturaleza espiritual que son en ciertas maneras comparables a las emociones humanas.» LU 113:5.2
«Los serafines actúan para vuestro bien independientemente de vuestras solicitudes directas; ejecutan los mandatos de sus superiores, y por lo tanto funcionan a pesar de vuestros antojos pasajeros o de vuestros estados cambiantes de ánimo. Esto no implica que vosotros no podáis hacer más fácil o más difícil sus tareas, sino más bien que a los ángeles no les concierne directamente vuestras solicitudes ni vuestras oraciones.» LU 113:5.3
«Los serafines pueden funcionar como ministros materiales para los seres humanos bajo ciertas circunstancias, pero su acción en esta función es muy rara. Pueden, con la ayuda de los seres intermedios y de los controladores físicos, funcionar en una amplia gama de actividades para bien de los seres humanos, aun hacer contacto real con la humanidad, pero estos acontecimientos son muy poco frecuentes. En la mayor parte de los casos las circunstancias del reino material proceden sin alteraciones por la acción seráfica, aunque han surgido ocasiones en las que algún eslabón vital de la cadena de la evolución humana corría peligro, y entonces los guardianes seráficos han actuado, y adecuadamente, por su propia iniciativa.» LU 113:5.5
«Por lo que sabemos, el Espíritu Infinito, tal como se personaliza en la sede del universo local, tiene la intención de producir serafines uniformemente perfectos, pero por algún motivo desconocido estos vástagos seráficos son muy diversos. Esta diversidad puede ser el resultado de una interposición desconocida de la Deidad experiencial en evolución; si es así, no podemos probarlo. Pero sí observamos que, cuando los serafines se han sometido a las pruebas de instrucción y a la disciplina de capacitación, se clasifican indefectible y claramente en los siguientes siete grupos:
- Serafines Supremos.
- Serafines Superiores.
- Serafines Supervisores.
- Serafines Administradores.
- Ayudantes Planetarios.
- Ministros de Transición.
- Serafines del Futuro.» LU 39:0.1
«Después del segundo milenio de estadía en las sedes centrales seráficas, los serafines se organizan bajo jefes en grupos de doce ( 12 pares, 24 serafines), y doce de estos grupos constituyen una compañía ( 144 pares, 288 serafines), bajo el mando de un líder. Doce compañías bajo un comandante constituyen un batallón ( 1.728 pares ó 3.456 serafines), y doce batallones bajo un director equivalen a una unidad seráfica ( 20.736 pares ó 41.472 individuos), mientras que doce unidades, bajo el mando de un supervisor constituyen una legión que cuenta con 248.832 pares ó 497.664 individuos. Jesús aludió a un grupo de ángeles de este tipo aquella noche en el jardín de Getsemaní cuando dijo: «Aún en este mismo momento puedo pedir a mi Padre y él inmediatamente me dará más de doce legiones de ángeles».
«Doce legiones de ángeles comprenden una hueste que cuenta con 2.985.984 pares ó 5.971.968 individuos, y doce huestes ( 35.831.808 pares ó 71.663.616 individuos) forman la organización más grande de serafines, el ejército angélico. Una hueste seráfica está dirigida por un arcángel o por alguna otra personalidad de estado igual, mientras que los ejércitos angélicos son dirigidos por las Brillantes Estrellas Vespertinas o por otros lugartenientes inmediatos de Gabriel. Y Gabriel es el «comandante supremo de los ejércitos del cielo», el ejecutivo en jefe del Soberano de Nebadon, «el Dios Señor de las huestes».’» LU 38:6.1 Mt. 26:53.
«Aunque no son masculino y femenino como lo son los Hijos Materiales y las razas mortales, los serafines son negativo y positivo. En la mayoría de las asignaciones se requiere a dos ángeles para cumplir la tarea. Cuando no permanecen conectados en circuito, pueden trabajar a solas; tampoco requieren complementos del ser cuando están estacionarios. Generalmente retienen sus complementos originales del ser, pero esto no es indispensable. Dichas asociaciones son necesarias principalmente para la función; no están caracterizadas por la emoción sexual, aunque son enormemente personales y verdaderamente afectuosos.» LU 38:4.3
«En todas sus dotes esenciales los querubines y los sanobines son similares a los serafines. Tienen el mismo origen pero no siempre el mismo destino. Son maravillosamente inteligentes, extraordinariamente eficientes, conmovedoramente afectuosos, y casi humanos. Constituyen la orden más baja de ángeles y por lo tanto la más cercana a los tipos más progresivos de seres humanos en los mundos evolucionarios.» LU 38:7.1
«Los querubines y sanobines están asociados inherentemente, unidos funcionalmente. Uno es de personalidad positiva en cuanto a la energía; el otro negativa en cuanto a la energía. El deflector diestro, o ángel cargado positivamente, es el querubín —el decano o personalidad controladora. El deflector siniestro, o ángel cargado negativamente, es el sanobín —el complemento del ser. Cada tipo de ángel está muy limitado en sus funciones solitarias; por lo tanto sirven generalmente en pares. Cuando sirven independientemente de sus directores seráficos, dependen más aún del contacto mutuo y siempre funcionan juntos.» LU 38:7.2
«Los querubines y sanobines son los asistentes fieles y eficientes de los ministros seráficos, y todas las siete órdenes de serafines tienen estos asistentes subordinados. Los querubines y sanobines sirven durante épocas en estas funciones, pero no acompañan a los serafines en asignaciones más allá de los confines del universo local.» LU 38:7.3
«Los querubines y sanobines se encuentran por naturaleza muy cerca del nivel morontial de la existencia, y demuestran ser particularmente eficientes en el trabajo que limita los dominios físico, morontial y espiritual. Estos hijos del Espíritu Materno del universo local están caracterizados por «criaturas cuartas» mucho a semejanza de los servitales de Havona y de las comisiones conciliadoras. Cada cuarto querubín y cada cuarto sanobín son cuasi materiales, asemejándose muy claramente al nivel morontial de la existencia.
«Estas criaturas cuartas angélicas son de gran ayuda para los serafines en las fases más concretas de sus actividades universales y planetarias. Estos querubines morontiales también realizan muchas tareas limítrofes, indispensables en los mundos de capacitación morontial y se los asigna al servicio de los Compañeros Morontiales en grandes números. Son para las esferas morontiales aproximadamente lo que los seres intermedios son para los planetas evolucionarios. En los mundos habitados estos querubines morontiales frecuentemente funcionan en enlace con los seres intermedios. Los querubines y los seres intermedios son órdenes claramente definidas de seres; tienen orígenes distintos, pero relevan gran similitud en su naturaleza y función.» LU 38:7.6
«La enseñanza sobre los ángeles guardianes no es un mito; ciertos grupos de seres humanos en realidad tienen ángeles personales. Fue en reconocimiento de esto por lo que Jesús, al hablar de los niños del reino de los cielos, dijo: «Cuidad que no despreciéis a ninguno de estos pequeños, pues yo os digo, que sus ángeles contemplan constantemente la presencia del espíritu de mi Padre»» LU 113:1.1 Mt 18:10.
«Originalmente, los serafines se asignaron claramente a las distintas razas separadas de Urantia. Pero desde el autootorgamiento de Micael, se los ha asignado según la inteligencia, la espiritualidad y el destino humanos. Intelectualmente, la humanidad se divide en tres clases:
«1. Los de mente subnormal —los que no ejercen un poder de voluntad normal; los que no toman decisiones promedio. Esta clase comprende a los que no pueden entender a Dios; les falta la capacidad para la adoración inteligente de la Deidad. Los seres subnormales de Urantia son ministrados por un cuerpo de serafines, una compañía, con un batallón de querubines, encargados de vigilar que se les extienda justicia y misericordia en las luchas de la vida en la esfera.
«2. El tipo normal, promedio de mente humana. Desde el punto de vista del ministerio seráfico, la mayor parte de los hombres y mujeres se dividen en siete clases de acuerdo con su estado al ir alcanzando los círculos de progreso humano y desarrollo espiritual.
«3. Los que tienen mente supernormal —aquellos de gran poder de decisión e indudable potencial de logro espiritual; hombres y mujeres que disfrutan de mayor o menor contacto con sus Ajustadores residentes; miembros de los distintos cuerpos de reserva del destino. Sea cual fuere el círculo en el cual se encuentre un ser humano, si este individuo es convocado a las filas de cualquiera de los varios cuerpos de reserva del destino, en ese mismo momento se le asignan serafines personales, y desde ese momento hasta que termina su carrera terrestre, ese mortal disfrutará del ministerio continuo y el cuidado incesante de un ángel guardián. También, cuando un ser humano toma la decisión suprema, cuando hay un verdadero compromiso con el Ajustador, se asigna inmediatamente un guardián personal a esa alma.» LU 113:1.2
«No se conoce a los serafines como guardianes del destino hasta el momento en que se los asigna a la asociación de un alma humana que ha alcanzado uno o más de tres logros: ha hecho la decisión suprema de volverse semejante a Dios, ha entrado al tercer círculo o ha sido hecho partícipe de uno de los cuerpos de reserva del destino.
«En la evolución de las razas se asigna un guardián del destino al primer ser humano que alcanza el círculo requerido de conquista. En Urantia el primer mortal que tuvo un guardián personal fue Rantowoc, un hombre sabio de la raza roja de hace mucho tiempo.» LU 113:2.1
«Se hacen todas las asignaciones angélicas a partir de un grupo de serafines voluntarios, y estos nombramientos están siempre de acuerdo con las necesidades humanas y con la consideración del estado del par angélico —a la luz de la experiencia, pericia y sabiduría seráficas. Se asigna como guardianes del destino sólo a los serafines de servicio prolongado, los tipos más expertos y probados. Muchos guardianes han ganado gran experiencia valiosa en aquellos mundos que son de la serie de no fusión con el Ajustador. Como los Ajustadores, los serafines se ocupan de estos seres durante una sola vida y son luego liberados para nuevas asignaciones. Muchos guardianes en Urantia han tenido esta previa experiencia práctica en otros mundos.» LU 113:2.3
«Los ángeles desarrollan un gran afecto por sus asociados humanos; y vosotros, si tan sólo pudierais visualizar a los serafines, también desarrollaríais un cálido afecto por ellos. Liberados de los cuerpos materiales y puestos en formas espirituales, estaríais muy cerca de los ángeles en muchos atributos de la personalidad. Comparten la mayor parte de vuestras emociones y experimentan algunas más. La única emoción que os impulsa y que es para ellos algo difícil de comprender es la herencia del temor animal que ocupa tanto lugar en la vida mental del habitante promedio de Urantia. Los ángeles verdaderamente encuentran difícil comprender por qué vosotros permitís tan persistentemente que vuestros poderes intelectuales más elevados, aun vuestra fe religiosa, estén tan dominados por el temor, tan profundamente desmoralizados por el pánico irracional del miedo y de la ansiedad.» LU 113:2.5
«Cuando los seres humanos no llegan a sobrevivir, sus guardianes personales o de grupo pueden servir repetidamente en capacidad similar en el mismo planeta. Los serafines desarrollan un respeto sentimental por los mundos individuales y mantienen un afecto especial por ciertas razas y tipos de criaturas mortales con las cuales se han asociado tan estrecha e íntimamente.» LU 113:2.4
«Cuando un par seráfico acepta la asignación de custodia, sirve a ese ser humano por el resto de su vida. El complemento del ser (uno de los dos ángeles) se vuelve el registrador de la empresa. Estos serafines complementarios son los ángeles registradores de los mortales de los mundos evolucionarios. Un par de querubines (un querubín y un sanobín) que están siempre asociados con los guardianes seráficos, mantienen los registros pero siempre uno de los serafines patrocina estos registros.» LU 113:2.9
«En la vida de la carne la inteligencia de los ángeles no está directamente disponible para los hombres mortales. No son dueños ni directores; son simplemente guardianes. Los serafines os vigilan; no buscan directamente influiros; vosotros debéis trazar vuestro propio curso de acción, pero estos ángeles entonces actúan para hacer el mejor uso posible del curso que habéis elegido. No intervienen (generalmente) arbitrariamente en los asuntos rutinarios de la vida humana. Pero cuando reciben instrucciones de sus superiores para efectuar alguna obra poco común, podéis estar seguros de que estos guardianes encontrarán la manera de llevar a cabo estos mandatos. Por lo tanto, no se entremeten en el cuadro del drama humano excepto en urgencias, y entonces generalmente por orden directa de sus superiores. Son los seres que os seguirán por muchas edades, y por eso están recibiendo una introducción a su obra futura y asociación con la personalidad» LU 113:5.4
«Habiéndoos dicho algo sobre el ministerio de los serafines durante la vida natural, intentaré informaros acerca de la conducta de los guardianes del destino al tiempo de la disolución mortal de sus asociados humanos. Después de tu muerte, tus registros, especificaciones de identidad y la entidad morontial del alma humana —evolucionada por el ministerio conjunto de la mente mortal y del Ajustador divino— son fielmente conservados por el guardián del destino juntamente con todos los demás valores relacionados con tu existencia futura, todo lo que constituye tu yo, tu real yo, excepto la identidad de la existencia continuada, representada por el Ajustador que parte y la actualidad de la personalidad.
«En el momento en que desaparece la luz piloto en la mente humana, la luminosidad espiritual que los serafines asocian con la presencia del Ajustador, el ángel guardián se apersona ante los ángeles comandantes, sucesivamente, del grupo, compañía, batallón, unidad, legión y hueste; y después de haber sido debidamente registrado para la aventura final del tiempo y del espacio, dicho ángel recibe la certificación del jefe planetario de serafines para presentarse ante la Estrella Vespertina (o algún otro asistente de Gabriel) que manda el ejército seráfico de este candidato para la ascensión universal. Cuando el comandante de la más alta de las unidades organizacionales le otorga el permiso, dicho guardián del destino procede al primer mundo de estancia y allí aguarda la concientización de su protegido en la carne.» LU 113:6.1
«En los mundos de estancia los evángeles seráficos te ayudarán a elegir sabiamente entre las rutas opcionales a Edentia, Salvington, Uversa, y Havona. Si existen varias rutas igualmente aconsejables, éstas se te presentarán, y tú podrás seleccionar la que más te convenga. Estos serafines hacen luego recomendaciones a los veinticuatro consejeros en Jerusem sobre el curso que sería más aconsejable para cada alma ascendente.» LU 48:6.5
«Es realmente memorable en la carrera del mortal ascendente este primer despertar en las orillas del mundo de estancia; allí, por primera vez, ver en realidad a tus compañeros angélicos amados por largo tiempo y siempre presentes durante los días en la tierra; allí también hacerse verdaderamente consciente de la identidad y presencia del Monitor divino que por tanto tiempo residió en tu mente sobre la tierra. Tal experiencia constituye un despertar glorioso, una verdadera resurrección.
«En las esferas morontiales los serafines asistentes (hay dos de ellos) son abiertamente tus compañeros. Estos ángeles no solamente se asocian contigo a medida que progresas a través de la carrera de los mundos de transición, asistiéndote de toda manera posible en la adquisición del estado morontial y espiritual, sino que también aprovechan la oportunidad de avanzar por el estudio en las academias de expansión para serafines evolucionarios que existen en los mundos de estancia.
«La raza humana fue creada apenas por debajo de los tipos más sencillos de las órdenes angélicas. Por lo tanto, vuestra primera asignación del trabajo que os aguarda inmediatamente después de que obtengáis conciencia de la personalidad, posteriormente a vuestra liberación de los vínculos de la carne será como asistentes al serafín.» LU 113:7.1
«Antes de abandonar los mundos de estancia, todos los mortales tendrán asociados o guardianes seráficos permanentes. Y a medida que ascendáis en las esferas morontiales, eventualmente serán los guardianes seráficos aquellos que atestiguarán y certificarán los decretos de vuestra unión eterna con los Ajustadores del Pensamiento. Juntos han establecido vuestras identidades de personalidad como hijos de la carne de los mundos del tiempo. Luego, con vuestro logro del estado morontial maduro, os acompañan a través de Jerusem y los mundos asociados del progreso y la cultura del sistema. Después de eso van con vosotros a Edentia y a sus setenta esferas de socialización avanzada, y posteriormente os pilotearán a los Melquisedek y os seguirán a lo largo de la estupenda carrera en los mundos de sede central del universo. Y cuando hayáis aprendido la sabiduría y cultura de los Melquisedek, os llevarán a Salvington, en donde os encontraréis frente a frente con el Soberano de todo Nebadon. Y aún os seguirán estos guías seráficos a través de los sectores menor y mayor del superuniverso y más allá a los mundos de recepción de Uversa, permaneciendo con vosotros hasta que finalmente os enseconafinaréis para el largo viaje a Havona.» LU 113:7.4
«Algunos de los guardianes del destino asignados durante la carrera mortal siguen el curso de los peregrinos ascendentes a través de Havona. Los demás se despiden temporalmente de sus asociados mortales de tanto tiempo y luego, mientras estos mortales atraviesan los círculos del universo central, alcanzan los círculos de Serafington. Y estarán esperando en las orillas del Paraíso cuando sus asociados mortales despierten del último sueño de tránsito del tiempo a las nuevas experiencias de la eternidad. Estos serafines ascendentes entran posteriormente en servicios divergentes en el cuerpo de finalistas y el Cuerpo Seráfico de Consumación.» LU 113:7.5
«Estos evángeles seráficos están dedicados a la proclamación del evangelio de la progresión eterna, el triunfo del logro de la perfección. En los mundos de estancia proclaman la gran ley de la conservación y dominio de la bondad: Ninguna acción de bondad se pierde totalmente; puede ser frustrada durante mucho tiempo pero no se anula totalmente jamás, y es eternamente poderosa en proporción con la divinidad de su motivación.» LU 48:6.7
«Vuestra idea convencional de los ángeles se ha derivado de la siguiente manera: durante los momentos inmediatos antes de la muerte física a veces ocurre en la mente humana un fenómeno reflexivo, y esta conciencia que se va apagando parece visualizar algo de la forma del ángel guardián, la cual inmediatamente se traduce en términos del concepto habitual que de los ángeles tiene formada la mente de ese individuo.
«La idea errónea de que los ángeles poseen alas no se debe exclusivamente a la antigua idea de que si volaban por el aire debían tener alas. A los seres humanos algunas veces se les ha permitido observar a los serafines que estaban siendo preparados para el servicio de transporte, y las tradiciones de estas experiencias han determinado en gran parte el concepto de los ángeles que se tiene en Urantia. Al observar la preparación de un serafín de transporte para recibir a un pasajero para el tránsito interplanetario, es posible que se vea lo que aparentemente es un juego doble de alas que se extienden desde la cabeza hasta los pies del ángel. En realidad estas alas son aislantes de la energía —escudos de fricción.» LU 39:5.11
«Cuando los seres celestiales han de ser enserafinados para el transporte de un mundo a otro, se traen a la sede de la esfera y, después de registrarse debidamente, se les induce al sueño de tránsito. Mientras tanto, el serafín de transporte se coloca en una posición horizontal inmediatamente por encima del polo de energía universal del planeta. Mientras los escudos de energía están totalmente abiertos, la personalidad durmiente se deposita hábilmente, mediante el oficio de los asistentes seráficos, directamente encima del ángel transportador. Luego tanto los pares de escudos superiores como los inferiores se cierran y se ajustan cuidadosamente.» LU 39:5.13
«Ahora, bajo la influencia de los transformadores y de los transmitidores, comienza una extraña metamorfosis a medida que se prepara al serafín para que vire hacia las corrientes de energía de los circuitos del universo. La apariencia exterior del serafín se vuelve alargada en ambos extremos y tan envuelta en una luz extraña de tonalidad ámbar que muy pronto es imposible distinguir a la personalidad enserafinada. Cuando todo esto está listo para su partida, el jefe de transporte hace la inspección apropiada del vehículo de vida, lleva a cabo las pruebas de rutina para asegurarse de que el ángel esté adecuadamente conectado a los circuitos, luego anuncia que el viajero está debidamente enserafinado, que las energías están ajustadas, que el ángel está aislado, y que todo está listo para el destello de partida. Los controladores mecánicos, dos de ellos, ocupan entonces su posición. Ya para este momento el serafín de transporte se ha vuelto una luminosidad brillante casi transparente, vibrante, en forma de torpedo. En este momento, el despachador de transporte del reino reúne las baterías auxiliares de los transmisores de energía viviente, generalmente mil de ellos; al anunciar el destino del transporte, toca el punto cercano del vehículo seráfico, que sale despedido hacia adelante con una velocidad como la del rayo, dejando una huella de luminosidad celestial hasta donde llega la vestimenta atmosférica planetaria. En menos de diez minutos este maravilloso espectáculo se desvanece aun de la vista seráfica reforzada.» LU 39:5.14
«Una de las cosas más importantes que hace el guardián del destino para su sujeto mortal es efectuar una coordinación personal de las numerosas influencias espirituales impersonales que residen y rodean la mente y el alma de la criatura material en evolución. Los seres humanos son personalidades, y es excesivamente difícil para los espíritus no personales y las entidades prepersonales, hacer un contacto directo con estas mentes tan altamente materiales y discretamente personales. En el ministerio del ángel guardián todas estas influencias están más o menos unificadas y hechas más fácilmente apreciables por la naturaleza expansiva moral de la personalidad humana en evolución.» LU 113:3.1
«Más específicamente, puede el guardián seráfico correlacionar las múltiples agencias e influencias del Espíritu Infinito, y lo hace, desde los dominios de los controladores físicos y los espíritus ayudantes de la mente hasta el Espíritu Santo de la Ministra Divina y la presencia del Espíritu Omnipresente de la Tercera Fuente y Centro del Paraíso. Habiendo unificado así y hecho más personales estos vastos ministerios del Espíritu Infinito, el serafín procede a correlacionar esta influencia integrada del Actor Conjunto con la presencia espiritual del Padre y la del Hijo.» LU 113:3.2
«El Ajustador es la presencia del Padre; el Espíritu de la Verdad es la presencia de los Hijos. El ministerio de los serafines guardianes unifica y coordina estas dotes divinas en los niveles más bajos de la experiencia espiritual humana. Los servidores angélicos tienen el don de combinar el amor del Padre y la misericordia del Hijo en su ministerio a las criaturas mortales.» LU 113:3.3
«Y aquí se revela la razón por la cual el guardián seráfico finalmente se vuelve el custodio personal de los esquemas mentales, de las fórmulas de la memoria y de las realidades del alma del mortal sobreviviente durante ese intervalo entre la muerte física y la resurrección morontial. Nadie, si no los hijos ministerosos del Espíritu Infinito, podría así funcionar para bien de la criatura humana durante esta fase de transición de un nivel del universo a otro nivel más elevado. Aun cuando caes en tu sueño terminal de transición, cuando pasas del tiempo a la eternidad, un alto supernafín comparte del mismo modo el tránsito contigo como custodio de la identidad de la criatura y de la seguridad de la integridad personal.» LU 113:3.4
«Cada uno de estos grupos de trabajo contiene ángeles de los siete tipos creados, y un peregrino del espacio siempre recibe la enseñanza de un supernafín secundario de origen en el Espíritu Rector que preside el superuniverso en el que naciera ese peregrino. Cuando vosotros los mortales de Urantia lleguéis a Havona, sin duda alguna seréis piloteados por supernafines cuyas naturalezas creadas —como es vuestra propia naturaleza evolutiva— se derivan del Espíritu Rector de Orvonton. Puesto que vuestros tutores surgen del Espíritu Rector de vuestro propio superuniverso, están particularmente calificados para comprenderos, consolaros y asistiros en todos vuestros esfuerzos por obtener la perfección paradisiaca.» LU 26:4.10
«Los supernafines secundarios son ministros de los siete circuitos planetarios del universo central. Parte de ellos se dedica al servicio de los peregrinos del tiempo y la mitad de toda la orden es asignada a la capacitación de los peregrinos paradisiacos de la eternidad. Los voluntarios del Cuerpo de los Mortales de la Finalidad también ayudan a estos Ciudadanos del Paraíso en su peregrinaje a través de los circuitos de Havona, un arreglo que se ha mantenido desde que se completó el primer grupo de finalistas.» LU 26:4.1
«Los seconafines tienen su origen y sede central en las capitales de los superuniversos, pero con sus semejantes de enlace deambulan desde las orillas del Paraíso hasta los mundos evolucionarios del espacio. Sirven como asistentes valiosos de los miembros de las asambleas deliberantes de los supergobiernos y son de gran ayuda para las colonias de cortesía de Uversa: los astrónomos, los turistas milenarios, los observadores celestiales y una hueste de otros, incluyendo los seres ascendentes que aguardan transporte para Havona. Los Ancianos de los Días disfrutan de asignar a algunos de los seconafines primarios para que asistan a las criaturas ascendentes domiciliadas en los cuatrocientos noventa mundos de estudio que rodean a Uversa; aquí también sirven como maestros de las órdenes secundaria y terciaria. Estos satélites de Uversa son las escuelas finales de los universos del tiempo, que presentan el curso preparatorio para la universidad de siete circuitos de Havona.» LU 28:7.1
«Los seconafines primarios, asignados a los Ancianos de los Días, son espejos vivientes al servicio de estos gobernantes triunos. Pensad qué significa, en la economía de un superuniverso, poder recurrir, en efecto, a un espejo viviente y en él ver y escuchar las respuestas certeras de otro ser a mil o cien mil años luz de distancia y hacer todo esto instantánea e infaliblemente. Los registros son esenciales para la conducción de los universos, las emisiones son útiles, el trabajo de los Mensajeros Solitarios y de otros es muy útil, pero los Ancianos de los Días, desde su posición a mitad de camino entre los mundos habitados y el Paraíso — entre el hombre y Dios— pueden mirar instantáneamente hacia ambos lados, escuchar hacia ambos lados y conocer ambos lados.
«Esta habilidad —escuchar y ver, por decirlo así, todas las cosas— puede ser perfectamente realizada en los superuniversos sólo por los Ancianos de los Días y sólo en sus respectivos mundos sede central. Aun allí hay limitaciones: desde Uversa, dicha comunicación se limita a los mundos y universos de Orvonton, y aunque no esté operante entre los superuniversos, esta misma técnica reflexiva mantiene a cada uno de ellos en estrecho contacto con el universo central y con el Paraíso. Los siete supergobiernos, aunque individualmente segregados, son de esta manera perfectamente reflexivos de la autoridad de arriba y totalmente comprensivos, así como también conocedores, de las necesidades de abajo.» LU 28:4.1
«Los seconafines de la orden secundaria no son menos reflexivos que sus semejantes primarios. La clasificación de primario, secundario y terciario no indica un diferencial de estado ni de función en el caso de los seconafines; simplemente denota los órdenes de procedimiento. Los tres grupos exhiben cualidades idénticas en sus actividades.
«Se asignan los siete tipos reflexivos de los seconafines secundarios a los servicios de los asociados coordinados de origen en la Trinidad de los Ancianos de los Días, como sigue:
«Para los Perfeccionadores de la Sabiduría —las Voces de la Sabiduría, las Almas de la Filosofía y las Uniones de las Almas.
«Para los Consejeros Divinos —los Corazones de Consejo, los Regocijos de Existencia y las Satisfacciones de Servicio.
«Para los Censores Universales —los Discernidores de los Espíritus.
«Al igual que la orden primaria, este grupo es creado en forma seriada; o sea, que el primogénito fue una Voz de Sabiduría y el séptimo de allí en adelante fue similar, y así sucesivamente con los seis otros tipos de estos ángeles reflexivos.» LU 28:5.1
«Cuando llegó a Urantia el primer gobernador general, coincidiendo con el esparcimiento del Espíritu de la Verdad, venía acompañado de doce cuerpos de serafines especiales, graduados de Serafington, quienes se asignaron inmediatamente a ciertos servicios especiales planetarios. Estos ángeles exaltados son conocidos como los serafines decanos de supervisión planetaria y están, aparte del supercontrol del observador planetario Altísimo, bajo la dirección inmediata del gobernador general residente.
«Estos doce grupos de ángeles, aunque funcionan bajo la supervisión del gobernador general residente, están dirigidos por el consejo seráfico de los doce: los jefes interinos de cada grupo. Este consejo también sirve como gabinete voluntario del gobernador general residente.
«Como jefe planetario de los serafines, presido este consejo de jefes seráficos, y soy un supernafín voluntario de la orden primaria que sirve en Urantia como sucesor del antaño jefe de las huestes angélicas del planeta que cayó en falta al tiempo de la secesión de Caligastia.» LU 114:6.1
«Los doce cuerpos de los serafines maestros de supervisión planetaria son funcionales en Urantia como sigue:
«1. Los ángeles de la época. Éstos son los ángeles de la era corriente, el grupo dispensacional. Estos servidores celestiales están encargados de la supervisión y dirección de los asuntos de cada generación, tales como son diseñados que adapten al mosaico de la edad en la cual ocurren. El actual cuerpo de ángeles de la época que sirve en Urantia es el tercer grupo asignado al planeta durante la dispensación corriente.
«2. Los ángeles del progreso. Estos serafines están encargados de la tarea de iniciar el progreso evolucionario de las sucesivas edades sociales. Fomentan el desarrollo de la tendencia progresiva inherente de las criaturas evolucionarias; trabajan incesantemente para hacer que las cosas sean lo que deben ser. El grupo presentemente en servicio es el segundo que haya sido asignado al planeta.
«3. Los guardianes religiosos. Éstos son los «ángeles de las iglesias», los contendientes sinceros por lo que es y lo que ha sido. Intentan mantener los ideales de lo que ha sobrevivido para el tránsito seguro de los valores morales de una época a la otra. Son los jaque y mates de los ángeles del progreso, y buscan trasladar constantemente de una generación a la otra los valores imperecederos de las formas antiguas y pasadas en los esquemas de pensamiento y conducta más nuevos y por lo tanto menos estabilizados. Estos ángeles luchan por las formas espirituales, pero no son la fuente del ultrasectarismo y de las divisiones controversiales, sin sentido, de los religionistas profesantes. El cuerpo ahora funcional en Urantia es el quinto que así sirve.
«4. Los ángeles de la vida nacional. Éstos son los «ángeles de las trompetas», directores de las actuaciones políticas de la vida nacional en Urantia. El grupo que funciona ahora en el supercontrol de las relaciones internacionales es el cuarto cuerpo que sirve así en el planeta. Es particularmente a través del ministerio de esta división seráfica a través del que «los Altísimos gobiernan en los reinos de los hombres».
«5. Los ángeles de las razas. Aquellos que trabajan por la conservación de las razas evolucionarias del tiempo, sin importarles sus problemas políticos y agrupaciones religiosas. En Urantia existen restos de nueve razas humanas que se han mezclado y combinado en el pueblo de los tiempos modernos. Estos serafines están estrechamente asociados con el ministerio de los comisionados de la raza, y el grupo presentemente en Urantia es el cuerpo original asignado al planeta poco después del día de Pentecostés.
«6. Los ángeles del futuro. Éstos son los ángeles de proyección, que pronostican una edad futura y planean la realización de cosas mejores de una nueva dispensación en avance; son los arquitectos de las eras sucesivas. El grupo ahora en el planeta ha funcionado así desde el comienzo de la dispensación corriente.
«7. Los ángeles del esclarecimiento. Urantia recibe actualmente la ayuda del tercer cuerpo de serafines dedicados a fomentar la instrucción planetaria. Estos ángeles se ocupan de la capacitación mental y moral en cuanto ésta afecta a los individuos, familias, grupos, escuelas, comunidades, naciones y razas enteras.
«8. Los ángeles de la salud. Éstos son los ministros seráficos asignados a la asistencia de aquellas agencias mortales dedicadas a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad. El cuerpo vigente es el sexto grupo que sirve durante esta dispensación.
«9. Los serafines del hogar. Urantia disfruta ahora de los servicios del quinto grupo de ministros angélicos, dedicados a la preservación y avance del hogar, la institución básica de la civilización humana.
«10. Los ángeles de la industria. Este grupo seráfico se ocupa de fomentar el desarrollo industrial y de mejorar las condiciones económicas entre los pueblos de Urantia. Se ha reemplazado este cuerpo siete veces desde el autootorgamiento de Micael.
«11. Los ángeles de la diversión. Éstos son los serafines que fomentan los valores del juego, el humor y el descanso. Intentan elevar constantemente las diversiones recreacionales del hombre y promover así una utilización más aprovechable del tiempo libre humano. El presente cuerpo es el tercero de esa orden que ministra en Urantia.
«12. Los ángeles del ministerio superhumano. Éstos son los ángeles de los ángeles, aquellos serafines que están asignados a ministrar toda otra vida superhumana en el planeta, provisional o permanente. Este cuerpo ha servido desde el comienzo de la dispensación presente.» LU 114:6.4
«Los Altísimos gobiernan en los reinos de los hombres a través de muchas fuerzas y agencias celestiales pero principalmente a través del ministerio de los serafines.
«Hoy al mediodía cuando pasamos lista a los ángeles y guardianes planetarios y otros ángeles en Urantia había 501.234.619 pares de serafines. Asignados a mi comando había doscientas huestes de serafines: 597.196.800 pares de serafines ó 1.194.393.600 ángeles individuales. El registro sin embargo muestra 1.002.469.238 individuos. Por consiguiente se deduce que estaban ausentes de este mundo, 191.294.362 ángeles en misiones de transporte, de mensajería y de muerte. (En Urantia existe alrededor del mismo número de querubines que serafines, y están organizados en forma similar).» LU 114:0.1
«Las huestes angélicas son una orden separada de seres creados; son enteramente diferentes de la orden material de las criaturas mortales, y funcionan como un grupo destacado de inteligencias universales. Los ángeles no pertenecen a ese grupo de criaturas llamados en las Escrituras «Hijos de Dios»; tampoco son ellos los espíritus glorificados de hombres mortales que han seguido en su progresión por las mansiones en lo alto. Los ángeles son una creación directa, y no se reproducen. Las huestes angélicas tienen tan sólo un parentesco espiritual con la raza humana. A medida que el hombre progresa en el viaje hacia el Padre del Paraíso, atraviesa un estado de ser, por cierto tiempo análogo al estado de los ángeles, pero el hombre mortal no se vuelve nunca un ángel.
«Los ángeles no mueren nunca como muere el hombre. Los ángeles son inmortales a menos que, al azar, se envuelvan en el pecado, así como lo hicieron algunos de ellos con el engaño de Lucifer. Los ángeles son los siervos espirituales en el cielo, y no lo saben todo ni son todopoderosos. Pero todos los ángeles leales son verdaderamente puros y santos.
«¿Acaso no recordais que yo os he dicho ya una vez que si vuestros ojos espirituales estuvieran ungidos, podríais ver los cielos que se abren y contemplar los ángeles de Dios que ascienden y descienden? Es mediante el ministerio de los ángeles mediante el que un mundo puede estar en contacto con otros mundos, porque ¿acaso no os he dicho repetidamente que tengo otras ovejas que no son de este redil? Estos ángeles no son los espías del mundo espiritual que os vigilan y luego van al Padre y le dicen los pensamientos de vuestro corazón y cuentan sobre las acciones de la carne. El Padre no necesita tal servicio porque su propio espíritu habita en vosotros. Pero estos espíritus angélicos funcionan para mantener informada una parte de la creación celestial sobre los acontecimientos de otras partes remotas del universo. Y muchos de los ángeles, mientras funcionan en el gobierno del Padre y los universos de los Hijos, son asignados al servicio de las razas humanas. Cuando os enseñé que muchos de estos serafines son espíritus ministrantes, no os hablé en lenguaje figurativo ni en términos poéticos. Y todo esto es verdad, sea cual fuera tu dificultad en comprender estos asuntos.
«Muchos de estos ángeles se ocupan de la obra de salvar a los hombres, porque, ¿acaso no os he dicho de la felicidad seráfica cuando un alma elige abandonar el pecado y comienza a buscar a Dios? Aun os dije de la felicidad en la presencia de los ángeles del cielo cuando un pecador se arrepiente, indicando así la existencia de otras órdenes más elevadas de seres celestiales que del mismo modo se ocupan del bienestar espiritual y del progreso divino del hombre mortal.
«También estos ángeles se ocupan mucho de la manera en que se libera el espíritu del hombre de los tabernáculos de la carne y a su alma se le escolta a las mansiones, o bien, las estadias del cielo. Los ángeles son los guías certeros y celestiales del alma del hombre durante ese período desconocido y de tiempo indefinido que ocurre entre la muerte de la carne y la nueva vida en las moradas espirituales». LU 167:7.2 Jn 1:51. Mt 4:6. Lc 15:10.
«Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios.» Lc 12:8.
Hablando de su segunda venida, Jesús dijo: «En cuanto a ese día y esa hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo.» Mt 24:36.
Pablo, refiriéndose a la segunda venida, dice: «Cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, en medio de una llama de fuego.» 2 Ts 1:7.
«Y vendrá el Señor, mi Dios, y todos los santos con él.» Zac 14:5.
«Bendigan al Señor, todos sus ángeles, los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes.» Sal 103:20.
«En la resurrección …todos serán como ángeles en el cielo.» Mt 22:30.
«Se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.» Lc 15:10.
«Entonces me postré a sus pies para adorarle, pero él me dice: "¡No, cuidado, no debes hacer eso!’» Ap 19:10.
«Hasta en sus ángeles encuentra errores.» Job 4:18.
«Pero el Ángel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la prisión y les sacó.» Hch 5:19.
«La cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles.» Mt 13:39.
«Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles.» Mt 16:27.
«El Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella.» Mt 28:2.
Hablando de Herodes, dice: «Le hirió el Ángel del Señor porque no había dado la gloria a Dios.» Hch 12:23.
«¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?» Heb 1:14..
«Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra …Por ella subían y bajaban ángeles de Dios» Gn 28:12.
«Veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.» Jn 1:51.
«¿O piensas que no puedo recurrir a mi Padre? Él pondría inmediatamente a mi disposición más de doce legiones de ángeles» Mt 26:53.
«And the angel of his presence saved them.» Is 63:9.
«Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino.» Ex 23:20.
«Sobre tus murallas, Jerusalén, yo he apostado centinelas.» Is 62:6.
«Si hay un ángel junto a él, un intérprete, uno entre mil, para indicarle al hombre su deber.» Job 33:23..
«El Ángel del Señor se le apareció en sueños.» Mt 1:20.
«Mientras comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol.» Gn 18:8.
«Pero un ángel lo tocó y le dijo: ‘¡Levántate, come!’» 1 Reyes 19:5.
«Jacob prosiguió su camino, y le salieron al paso unos ángeles de Dios.» Gn 32:1.
«Y el ángel que hablaba conmigo me respondió: “Yo te indicaré quiénes son estos”» Zac 1:9.
«Y unos ángeles se acercaron para servirlo.» Mt 4:11.
«Porque él te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos.» Sal 91:11.
«Porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.» Mt 18:10.
Hablando de Pedro: «Ellos dijeron: “Será su ángel”» Hch 12:15.
«Yo te conjuro en presencia de Dios …y de los ángeles escogidos.» 1 Tim 5:21.
(El ángel del Señor, en contraste con un ángel del Señor)
«Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo y dijo, ‘¡Abraham, Abraham!’» Gn 22:11.
«Se le apareció el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza.» Ex 3:2.
Hablando de Balaam: «Y el Ángel del Señor se interpuso en el camino para cerrarle el paso.» Num 22:22.
«El Ángel del Señor fue a sentarse bajo la encina de Ofrá …Su hijo Gedeón estaba moliendo trigo.» Judges 6:11.
«Y el Ángel del Señor le siguió diciendo.» Gn 16:11.
«Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.» Mt 1:24.
«Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz.» Lc 2:9.
«Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Ángeles combatieron.» Ap 12:7.
«Aléjense de mí… vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles.» Mt 25:41.
«Luego me hizo ver al Sumo Sacerdote Josué, de pie ante el ángel del Señor, mientras el Adversario estaba a su derecha para acusarlo.» Zac 3:1.
«Miguel y sus ángeles.» Ap 12:7.
«Pero Miguel, uno de los primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda.» Dn 10:13.
«No hay nadie para fortalecerme contra ellos, fuera de Miguel» Dn 10:21.
«En aquel tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los hijos de tu pueblo.» Dn 12:1.
«En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo…» Jud 1:9.
«Gabriel, explícale la aparición a este hombre.» Dn 8:16.
«Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a …Nazaret.» Lc 1:26.
«Yo hablaba todavía en oración, cuando Gabriel …se acercó a mí en rápido vuelo.» Dn 9:21.
«El ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios.’» Lc 1:19.
«Murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham.» Lc 16:22
«Vi también a otro Ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube, con el arcoiris sobre su cabeza, su rostro como el sol y sus piernas como columnas de fuego.» Ap 10:1.
«Los siete Ángeles de las siete trompetas se dispusieron a tocar.» Ap 8:6.
«Las siete estrellas son los Ángeles de las siete Iglesias» Ap 1:20.
«Luego vi a otro Ángel que volaba por lo alto del cielo y tenía una buena nueva eterna.» Ap 14:6.
"Y un segundo Ángel le siguió diciendo: = "Cayó, cayó la Gran Babilonia’» Ap 14:8.
«Un tercer Ángel les siguió, diciendo con fuerte voz…» Ap 14:9.
«Then I heard a loud voice from the temple telling the seven angels, ‘Go and pour out on the earth the seven bowls of the wrath of God.’» Ap 16:1.
«Revelación de Jesucristo…y envió a su Ángel para dársela a conocer a su siervo Juan.» Ap 1:1.
«Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.» Is 6:2.
«Uno de los serafines voló hacia mí, llevando en su mano una brasa que había tomado con unas tenazas de encima del altar.» Is 6:6.
Los ángeles guardianes son asignados en tres divisiones:
Tras alcanzar el tercer círculo psíquico, se asigna a los mortales unos guardianes para toda la vida. LU 113:1.8
Los ángeles guardianes correlacionan las influencias de:
Los guardianes y los Ajustadores del Pensamiento trabajan en perfecta armonía. LU 113:4.5
En la muerte, los guardianes son los custodios de:
Algunos guardianes van al Cuerpo de la Finalidad con sus asociados. LU 113:7.5
Los ángeles del gobierno planetario tienen mucho que ver con los reinos de los hombres.
Son:
REFERENCIAS BÍBLICAS Mt 26:53. Jn 1:51. Heb 1:14. Sal 91:11.