© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
«El Espíritu Infinito, el Creador Conjunto, es un ministro universal y divino. El Espíritu incesantemente ministra la misericordia del Hijo y el amor del Padre, en armonía con la justicia estable, invariable y recta de la Trinidad del Paraíso. Su influencia y personalidades siempre están cerca de vosotros; realmente os conocen y verdaderamente os comprenden.» LU 9:0.3
«Dios es amor, el Hijo es misericordia, el Espíritu es ministerio —el ministerio del amor divino y de la misericordia sin fin para toda la creación inteligente. El Espíritu es la personificación del amor del Padre y de la misericordia del Hijo; en él están ellos eternamente unidos para el servicio universal. El Espíritu es amor aplicado a la creación de criaturas, el amor combinado del Padre y el Hijo.» LU 8:4.2
«El Creador Conjunto es verdadera y eternamente la gran personalidad ministradora, el ministro de la misericordia universal. Para comprender el ministerio del Espíritu, ponderad la verdad de que él es el retrato combinado del amor infinito del Padre y la eterna misericordia del Hijo. Sin embargo, el ministerio del Espíritu no está restringido solamente a la representación del Hijo Eterno y del Padre Universal. El Espíritu Infinito posee también el poder de ministrar a las criaturas del reino en su propio nombre y derecho; la Tercera Persona es de dignidad divina y otorga también en su propio nombre el ministerio universal de la misericordia.» LU 8:4.7
«El rasgo distintivo de la mente es de que puede ser otorgada a una amplia variedad de vida. A través de sus creadores y criaturas asociadas, la Tercera Fuente y Centro ministra todas las mentes en todas las esferas. Ministra a intelectos humanos y subhumanos a través de los ayudantes de la mente de los universos locales y, a través de la agencia de los controladores físicos; ministra incluso las entidades más inferiores no experienciales de los tipos más primitivos de cosas vivas. La dirección de la mente siempre es un ministerio de personalidades de mente-espíritu o de mente-energía.» LU 9:5.3
Nota: El ministerio es la medida de la socialización—del logro de la fraternidad. Dios Padre está infinitamente socializado.
«Los Hijos Paradisiacos son la presentación divina de las naturalezas actuantes de las tres personas de la Deidad a los dominios del tiempo y del espacio. Los Hijos Creadores, Magisteriales e Instructores son los dones de las Deidades eternas a los hijos de los mortales y a todas las demás criaturas universales de potencial de ascensión. Estos Hijos de Dios son los ministros divinos que se dedican incesantemente a la tarea de ayudar a las criaturas del tiempo para que alcancen el elevado objetivo espiritual de la eternidad.» LU 20:10.2
«En los universos locales, estas órdenes de filiación colaboran para revelar las Deidades del Paraíso a las criaturas del espacio; como Padre de un universo local, un Hijo Creador retrata el carácter infinito del Padre Universal. Como Hijos autootorgadores de misericordia, los Avonales revelan la naturaleza incomparable del Hijo Eterno de infinita compasión. Como verdaderos maestros de las personalidades ascendentes, los Hijos Dainales Trinitarios revelan la personalidad de maestro del Espíritu Infinito. Los Micaeles, los Avonales y los Dainales en su cooperación divinamente perfecta contribuyen a la actualización y revelación de la personalidad y soberanía de Dios el Supremo en los universos del tiempo y del espacio y para los mismos. En la armonía de sus actividades triunas estos Hijos de Dios Paradisiacos funcionan siempre a la vanguardia de las personalidades de la Deidad al seguir la expansión inacabable de la divinidad de la Primera Gran Fuente y Centro desde la sempiterna Isla del Paraíso hacia las profundidades desconocidas del espacio.» LU 20:10.4
««Y prestad oído a mis palabras: no he venido para llamar a los rectos, sino a los pecadores. El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para otorgar su vida como don para todos. Yo os declaro que he venido para buscar y salvar a los que están perdidos».»LU 157:6.9 Mt 9:13. Mc 10:45.
«Él amó a los hombres como hermanos, reconociendo al mismo tiempo cómo diferían en dones innatos y calidades adquiridas. «Anduvo haciendo bienes».»LU 100:7.8 Hch 10:38.
«Pero el Maestro era tan razonable, tan disponible. Demostró su sentido práctico en todo su ministerio, y todos su planes estaban caracterizados por un sentido común santificado. Estaba libre de toda tendencia extravagante, errática y excéntrica. No fue nunca caprichoso ni histérico. En todas sus enseñanzas y en cada cosa que hizo siempre había una discriminación exquisita asociada con un extraordinario sentido de lo apropiado.» LU 100:7.3
««¿Comprendéis realmente lo que os he hecho? Me llamáis Maestro, y me llamáis bien, porque eso soy. Si, pues, el Maestro os ha lavado los pies, ¿por qué vosotros no queríais lavaros los pies unos a otros? ¿Qué lección debéis aprender de esta parábola en la que el Maestro tan voluntariosamente hace este servicio que sus hermanos no se ofrecían hacer unos para con los otros? De cierto, de cierto os digo: Un siervo no es más grande que su amo; tampoco es más grande el que es enviado que el que lo envía. Habéis visto el camino del servicio en mi vida entre vosotros, y benditos sois vosotros que tendréis el coraje y la gracia de servir así. Pero, ¿por qué seréis tan lentos en aprender que el secreto de la grandeza en el reino espiritual difiere de los métodos del poder en el mundo material?»» LU 179:3.8 Jn 13:5-17.
«El hombre mortal experimenta por primera vez el ministerio del Espíritu en conjunción con la mente cuando la mente puramente animal de las criaturas evolucionarias desarrolla la capacidad de recepción de los ayudantes de adoración y de sabiduría. Este ministerio del sexto y séptimo ayudantes indica que la evolución de la mente está cruzando el umbral del ministerio espiritual. E inmediatamente se incorporan estas mentes funcionales en adoración y sabiduría a los circuitos espirituales de la Ministra Divina.» LU 34:5.3
«Como individuos, vosotros no poseéis personalmente una porción o entidad segregada del espíritu del Creador Padre-Hijo o del Espíritu Materno Creativo. Estos ministerios no tienen contacto con los centros de pensamiento de las mentes individuales ni residen en ellos como lo hacen los Monitores Misteriosos. Los Ajustadores del Pensamiento son claras individualizaciones de la realidad prepersonal del Padre Universal, residiendo, en realidad, en la mente mortal como una parte misma de esa mente, y siempre trabajan en armonía perfecta con los espíritus combinados del Hijo Creador y el Espíritu Creativo.» LU 34:5.6
«Desde las alturas de la gloria eterna desciende el Espíritu divino, a través de una larga serie de pasos, para encontrarse contigo así como eres y dondequiera que estés; y entonces, en asociación de fe, abraza con amor el alma de origen mortal para embarcarse en el seguro y certero camino de vuelta, de reascensión sin detenerse nunca hasta que el alma evolucionaria sea exaltada con seguridad hasta las mismas alturas de dicha de las cuales saliera originalmente el divino Espíritu en esta misión de misericordia y ministerio.» LU 34:6.3
«Los siete espíritus ayudantes de la mente son llamados por nombres que equivalen a las siguientes designaciones: intuición, entendimiento, valor, conocimiento, asesoramiento, adoración y sabiduría. Estos espíritus de la mente esparcen su influencia a todos los mundos habitados como un impulso diferencial, buscando cada uno la capacidad receptiva para la manifestación, completamente aparte del grado en que sus congéneres podrían hallar receptividad y oportunidad para funcionar.» LU 36:5.2 Is 11:2,3. Ap 1:4.
«Las personalidades espirituales de la vasta familia del Espíritu Divino e Infinito, están por siempre dedicadas al servicio del ministerio del amor de Dios y de la misericordia del Hijo para con todas las criaturas inteligentes de los mundos evolutivos del tiempo y el espacio. Estos seres espirituales constituyen la escala viviente por la cual el hombre mortal puede ascender del caos a la gloria.» LU 9:8.25 Gn 28:12. Heb 1:14.
«A medida que el hombre aprende más sobre el servicio amoroso e incansable de las órdenes menores de los seres de la familia de este Espíritu Infinito, tanto más admirará y adorará la naturaleza trascendente y el carácter sin igual de esta Acción combinada del Padre Universal y el Hijo Eterno. Verdaderamente es este Espíritu «los ojos del Señor que siempre están sobre los justos» y «los divinos oídos que siempre están abiertos a sus oraciones».»LU 8:4.8 Sal 34:15.
«Además de este supercontrol de la energía y las cosas físicas, el Espíritu Infinito está espléndidamente dotado con esos atributos de paciencia, misericordia y amor que se revelan tan exquisitamente en su ministerio espiritual. El Espíritu es sumamente competente para ministrar el amor y envolver la justicia en misericordia. Dios el Espíritu posee toda la bondad excelsa y el afecto misericordioso del Hijo Original y Eterno. El universo de vuestro origen está siendo forjado entre el yunque de la justicia y el martillo del sufrimiento; pero los que esgrimen el martillo son los hijos de la misericordia, la progenie espiritual del Espíritu Infinito.» LU 9:1.8
«Pero la verdadera religión es amor vivo, una vida de servicio. La separación del religionista de mucho de lo que es puramente temporal y trivial no conduce nunca al aislamiento social y no debería destruir jamás el sentido del humor. La religión genuina no quita nada de la existencia humana, sino que agrega nuevos significados a la vida entera; genera nuevos tipos de entusiasmo, fervor y valentía. Aun es posible que engendre el espíritu del cruzado, que es más que peligroso si no está controlado por la visión espiritual y la devoción leal a las obligaciones sociales comunes de las lealtades humanas.» LU 100:6.5
««El que quiera ser grande en el reino de mi Padre será un ministro para todos; y el que quiera ser el primero entre vosotros, dejad que sea el siervo de sus hermanos. Pero cuando hayáis verdaderamente sido recibidos como ciudadanos en el reino celestial, ya no seréis siervos sino hijos, hijos del Dios viviente. Así progresará este reino en el mundo, hasta derribar cada barrera y conducir a todos los hombres al conocimiento de mi Padre y a creer en la verdad salvadora que yo he venido a declarar. Ya, se acerca el reino, y algunos entre vosotros no morirán hasta que hayan visto venir el reino de Dios revestido de gran poder.»» LU 140:1.6 Mat. 20:25,26.
«Después de unos pocos minutos de conversación casual, Jesús se puso de pie y dijo: «Cuando os presenté una parábola indicando de qué manera debéis estar dispuestos a serviros los unos a los otros, dije que deseaba daros un nuevo mandamiento; así lo haré ahora que estoy a punto de dejaros. Vosotros bien conocéis el mandamiento que manda que os améis los unos a los otros; que ames a tu prójimo como te amas a ti mismo. Pero no estoy plenamente satisfecho aun con esa devoción sincera por parte de mis hijos. Quiero que hagáis actos de amor aún más grandes en el reino de la hermandad creyente. Así pues os doy este nuevo mandamiento: Que os améis los unos a los otros así como yo os he amado. Así todos los hombres sabrán que sois mis discípulos, si os amáis de esa manera.» LU 180:1.1 Jn 13:34-35.
««Al daros este nuevo mandamiento, no aflijo vuestra alma con una nueva carga; más bien os traigo nuevo gozo y hago posible para vosotros la experiencia de un nuevo goce al conocer las delicias de donar el afecto de vuestro corazón a vuestros semejantes. Estoy a punto de experimentar la felicidad suprema, aun soportando exteriormente gran congoja, en el acto de donar mi afecto a vosotros y vuestros semejantes.
««Cuando os invito a amaros unos a los otros, así como yo os he amado, os presento la medida suprema del verdadero afecto, porque el hombre no puede tener mayor amor que éste: el dar la vida por sus amigos. Y vosotros sois mis amigos; seguiréis siendo mis amigos si tan sólo estáis dispuestos a hacer lo que yo os he enseñado. Me habéis llamado Maestro, pero yo no os llamo siervos. Si tan sólo amáis unos a los otros tal como yo os amo, seréis mis amigos, y yo os hablaré por siempre de lo que el Padre me revela.» LU 180:1.2
««No es sólo que vosotros me habéis elegido, sino que yo también os he elegido a vosotros, y os he ordenado para que salgáis al mundo para rendir el fruto del servicio amante a vuestros semejantes así como yo he vivido entre vosotros y os he revelado al Padre. El Padre y yo trabajaremos con vosotros, y vosotros experimentaréis la divina plenitud de felicidad si obedecéis mi mandamiento de amaros unos a los otros, aun como yo os he amado a vosotros».
«Si quieres compartir la felicidad del Maestro, debes compartir su amor. Y compartir su amor significa que has compartido su servicio. Esa experiencia de amor no te libera de las dificultades de este mundo; no crea un mundo nuevo, pero con toda seguridad hace que el viejo mundo resulte nuevo.» LU 180:1.4
El Viejo Testamento reconocía como ministros únicamente a los sacerdotes y los profetas. El sacerdocio estaba dividido entre sacerdotes —los hijos de Aarón—y los levitas—los otros miembros de la tribu de Leví.
«Luego revestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, lo ungirás y lo consagrarás para que sea mi sacerdote.» Ex 40:13.
«Tú encomendarás a los levitas el cuidado de la Morada del Testimonio, de sus enseres …Ellos transportarán la Morada…y acamparán alrededor de ella.» Num 1:50.
«…el diezmo de nuestro suelo será para los levitas, y ellos mismos cobrarán el diezmo.» Neh 10:38.
En el Nuevo Testamento, todos los creyentes son reconocidos como sacerdotes
«Pero vosotros sois un linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo de Dios.» 1 P 2:9.
«Y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes para su Dios y Padre.» Ap 1:6.
El Nuevo Testamento reconoce muchos grupos de ministros.
«Él mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros…para las funciones del ministerio.» Ef 4:11-12.
«Pablo…apóstol por vocación.» Ro 1:1.
Refiriéndose a Bernabé: «La gente de la ciudad se dividió: unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles.» Hch 14:4.
Refiriéndose a Santiago, el hermano del Señor: «Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Señor.» Gl 1:19.
Refiriéndose a Andrónico y Junia: «Saludad a Andrónico y Junia, mis parientes y compañeros de prisión, ilustres entre los apóstoles.» Ro 16:7.
«Por aquellos días bajaron unos profetas de Jerusalén a Antioquía.» Hch 11:27.
«Judas y Silas, que eran también profetas, exhortaron con un largo discurso a los hermanos.» Hch 15:32.
«Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel.» Lc 2:36.
Hablando de Juan el Bautista: «Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.» Mt 14:5.
«Al siguiente partimos y llegamos a Cesarea; entramos en casa de Felipe, el evangelista.» Hch 21:8.
«Tú…realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio.» 2 Tim 4:5.
(Nota: Timoteo fue primero un evangelista itinerante, y después se convirtió en un pastor asentado)
«Había en la Iglesia fundada en Antioquía profetas y maestros.» Hch 13:1.
(Tenga en cuenta que pastor, obispo, miembro del consejo, presbítero y capataz se emplean muchas veces indistintamente. Todos son administradores)
- a. Obispos
«A todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos, con los epíscopos y diáconos.» Flp 1:1. (La lectura marginal de obispos es capataces)
«Es, pues, necesario que el epíscopo sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato, educado, hospitalario, apto para enseñar, ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero, que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad.» 1 Ti 3:2,4.
Al ordenar a Tito como obispo: «Porque el epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante, no colérico, no bebedor, no violento, no dado a negocios sucios; sino hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí. » Tit 1:7,8.
- b. Miembros del consejo
«Para que…establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené. El candidato debe ser irreprochable, casado una sola vez, cuyos hijos sean creyentes, no tachados de libertinaje ni de rebeldía. » Tit 1:5.6.
«Al día siguiente Pablo, con todos nosotros, fue a casa de Santiago; se reunieron también todos los presbíteros.» Hch 21:18.
Hablando a Timoteo: «No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros.» 1 Tim 4:14.
«Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble remuneración, principalmente los que se afanan en la predicación y en la enseñanza.» 1 Tim 5:17.
«¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.» Stg 5:14.
- c. Presbíteros
1 Tim 4:14 emplea el término presbítero en lugar de miembro del consejo en la versión King James.
- d. Capataces
«Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios.» Hch 20:28.
(Nota: los guardianes se convierten en capataces en la versión King James)
«También los diáconos deben ser dignos, sin doblez, no dados a beber mucho vino ni a negocios sucios; que guarden el Misterio de la fe con una conciencia pura.» 1 Tim 3:8.
«Porque los que ejercen bien el diaconado alcanzan un puesto honroso y grande entereza en la fe.» 1 Tim 3:13.
«Os recomiendo a Febe, nuestra hermana, diaconisa de la Iglesia de Cencreas.» Ro 16:1.
«Las mujeres igualmente deben ser dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.» 1 Tim 3:11.
«Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.» Mt 4:23.
«A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca».» Mt 4:17.
(Nota: llamado reino de Dios en otros evangelios)
« Por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros.» Heb 10:20.
«Así serán hijos del Padre que está en el cielo.» Mt 5:45.
«Vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo.» Lc 6:35.
«Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios.» Jn 1:12.
«Jesús les dijo: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».» Mc 2:17.
«Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.» Lc 22:27.
«El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir.» Mt 20:28.
«El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes.» Mt 20:26.
«Cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos.» Hch 10:38.
«Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.» Mt 11:27.
«No puedo hacer nada por mi cuenta…Porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.» Jn 5:30.
«Porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.» Jn 6:38.
«Porque él te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos.» Sal 91:11.
«¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?» Heb 1:14.
«Usas como mensajeros a los vientos, y a los relámpagos, como ministros.» Sal 104:4.
Vean Heb 1:7. «Y de los ángeles dice: el que hace a sus ángeles vientos, y a sus servidores llamas de fuego.»
«Y unos ángeles se acercaron para servirlo.» Mt 4:11.
«Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba.» Lc 22:43.
«Murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham.» Lc 16:22.
Nota: Hablando del trabajo del ángel guardián después de la muerte, El libro de Urantia dice: «Después de tu muerte, tus registros, especificaciones de identidad y la entidad morontial del alma humana —evolucionada por el ministerio conjunto de la mente mortal y del Ajustador divino— son fielmente conservados por el guardián del destino juntamente con todos los demás valores relacionados con tu existencia futura, todo lo que constituye tu yo, tu real yo…» LU 113:6.1
«Del Evangelio, del cual he llegado a ser ministro, conforme al don de la gracia de Dios a mí concedida por la fuerza de su poder.» Ef 3:7.
«Pues me he aparecido a ti para constituirte servidor y testigo de las cosas que de mí has visto.» Hch 26:16.
«Nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.» Hch 6:4.
«De ser para los gentiles ministro de Cristo Jesús, ejerciendo el sagrado oficio del Evangelio de Dios.» Ro 15:16.
«Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.» Mc 9:41.
«Y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.» Mc 10:44.
«El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos.» Mc 9:35.
«Estaba enfermo y me visitaron, estaba preso y me vinieron a ver…cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.» Mat 25:36.40.
«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.» Mc 16:15.