© 1960 William S. Sadler_Jr.
© 2006 Antonio Moya, traducción
© 2006 Asociación Urantia de España
Nota del traductor: El 23 de julio de 1960 (hace ya 46 años), Bill Sadler se reunió con un grupo de estudio del Libro de Urantia en Oklahoma City (EE.UU.). La charla-conferencia fue bastante larga y se grabó en cinta magnetofónica. Años después, Kristen Maaherra la ha puesto por escrito en 11 capítulos, que actualmente están colgados en la página web de la Fellowship. Traduzco a continuación aquellos comentarios y opiniones de Bill que a mí me parecen más interesantes.
Hay una cosa peor que un ateo. Y es un laico. Un ateo al menos lucha contra Dios. Le presta a Dios alguna atención. Está contra Él.
Un laico está demasiado ocupado como para preocuparse de Dios. Toda su mente, toda su vida, todo su pensamiento está ocupado con los problemas temporales y materiales. Está lleno de ideas. Pero no posee muchas cosas en el aspecto de los ideales.
Estaba charlando sobre este libro con una chica en Chicago, y me tiró esta píldora: «La religión que es válida para mis padres, es válida para mí». Y le dije: «¡Imagina si los 12 apóstoles hubieran adoptado esa postura!»
Cuando Jesús les pidió que escucharan una nueva verdad, podían haberle dicho: «Mira, somos realmente conservadores; estamos a favor de la ley, de los profetas, del Pentateuco, de los libros de Moisés y así sucesivamente. Y, querido Carpintero, recluta a tu gente en otra parte».
Tenemos confusión filosófica. Miramos este mundo. No vemos la perfección que consideramos que deberíamos ver si hubiera un Dios. Vemos imperfección. Vemos montones de problemas. Y tendemos a dejar de lado la religión porque el mundo no es un lugar agradable, fácil, dulce y perfecto para vivir.
Me gustaría leeros algo:
\1. ¿Es la valentía -la fuerza de carácter- deseable? Entonces…
(Y Sadler les leyó los 9 puntos de las «inevitabilidades». Luego dijo:)
Piensa en la palabra más grande que conozcas. Te sugeriría que la palabra es «realidad». No puedo pensar en una palabra que sea más grande que «realidad». «Aquello que es real». Subdividamos «realidad». Deseo poner tres columnas debajo de esa palabra. Y deseo poner subtítulos debajo de cada una de esas columnas. Y los tres subtítulos son: Cosas, Significados y Valores.
La realidad se presenta en 3 paquetes diferentes. Están las cosas. Están los significados. Están los valores. Donde la religión se equivoca es cuando trata de hacer declaraciones sobre las cosas. La religión no se ocupa de las cosas. No se ocupa del origen de las especies o del origen de este mundo. El primero es un tema propio de la genética y la antropología; el segundo es un estudio propio de la astrofísica, la astronomía y la geología.
Los científicos hacen el tonto igualmente cuando son tan poco científicos como para hacer afirmaciones pomposas e indemostrables sobre la religión. Como científicos sólo deben ocuparse de las cosas.
Cada una de estas realidades la abordamos con una técnica diferente. Si tratas con cosas, utiliza la razón, las matemáticas. Un enfoque científico.
Pero si estás en el ámbito de los valores, no existen matemáticas de los valores. Dime, en lo que se refiere al amor altruista, ¿cuál es su masa, su velocidad, su amplitud, su matiz, su longitud de onda, sus dimensiones? Todo el concepto de las matemáticas se vuelve ridículo cuando lo aplicamos al ámbito de los valores.
En el ámbito de los valores puedes utilizar la . Te indicaría que las cosas y los valores no se tocan en ningún punto. Pero los dos tocan el área de los significados. Y en el área de los significados no utilizamos ni la razón ni la fe, sino que tratamos de utilizar la lógica. Y aquí es donde tratamos de construir una filosofía original, interesante y comprometida, que alcance por un lado el concepto de las cosas, y por otro el ideal de los valores –un intento por presentarnos una imagen unificada del cosmos.
Me gano la vida observando a la gente. Evaluándolas. Estudiándolas. Y me gustaría hacer una afirmación categórica. Hay dos características que tienen los seres humanos y que los animales no tienen ni siquiera de manera rudimentaria. Una es el sentido del humor, y la otra el sentido de la religión.
Berk ha dicho que defina la religión. Intentaré hacerlo. Una vez recopilé unas 30 definiciones diferentes de la religión. Todas de distintas autoridades. Y no había dos
que coincidieran. Definiré la religión - mejor aún, voy a describir mi religión. ¿Puedo hacerlo?
En alguna parte, en el centro de todas las cosas, está el jefe. Y aquí abajo en la Tierra están los hijos del jefe. Y deberían ser tratados en consecuencia. Esa es mi religión.
Ésta es la primera vida. Y tenéis de verdad libre albedrío. Y lo tenéis por la sencilla razón de que Dios quiere hijos, no robots. Dios quiere hijos, no maquinaria.
Ninguna criatura personal puede ser coaccionada a emprender la aventura eterna; las puertas de la eternidad sólo se abren en respuesta a la libre elección de los hijos libres del Dios del libre albedrío.
Bien, los tontos tienen tan buenas posibilidades ante Dios como los inteligentes, pero no efectúan la misma aportación a la civilización humana.
El alma se origina cuando este fragmento de Dios invade la mente humana en algún momento del quinto año de vida. Esto produce una concepción; la mente humana es el útero del alma, la madre del alma. El fragmento de Dios es el padre del alma, y el alma es una realidad embrionaria que crece lentamente dentro del útero de la mente, tal como un niño crece en el útero de su madre. si vivimos lo suficiente, y si estamos lo suficientemente civilizados, podemos morir con un alma madura en lugar de tener que ir a esos mundos incubadora para completar el proceso de desanimalización.
Cuando no eres sincero, pones a tu ego en el centro de las cosas. Cuando pones a tu ego en el centro del sistema de la personalidad, desbaratas todo el plan cósmico. Porque se supone que es el Ajustador el que está en el centro de ese sistema. Sencillamente disgregas ese átomo humano particular, porque has desorganizado el núcleo.
Lucifer cometió el mal, no el pecado. Para empezar, Lucifer era sincero. En algún punto de la línea se volvió insincero. Y esto sucedió cuando se dio cuenta de que todo su proyecto no era bueno. Antes de ese momento había razonado, sin tener en cuenta las consecuencias en otras partes: "Estoy haciendo lo correcto por mi sistema.
Ésta es una buena medida para el sistema. Necesitamos algo nuevo. Esto es revolucionario". Pero en algún punto de la línea se desilusionó por completo. Aquello no era bueno para el sistema, ni para Lucifer, ni para cualquier otro. Mantuvo firmemente su postura. En aquel punto, el mal se convirtió en pecado.
Ya veis, mi problema no era Lucifer. Mi problema era el problema de la fe y la sabiduría. Siempre me había parecido que cuando aceptabas una religión, te ponías una venda en los ojos. Dejabas de pensar, ¿sabéis?
Incluso después de tener estos Documentos, los acepté con reservas.
Hasta que leí esta historia (página 755). Y repentinamente, dejó de ser un problema. Creo que podían haber escrito una disertación tras otra sobre la relación entre la fe y la sabiduría, pero la historia de Van valía 100 páginas de predicación.
Deteneos a pensar en los 100 miembros del estado mayor del Príncipe. Eran el enlace entre los seres humanos y el Príncipe invisible. Podían ver las dos direcciones. Todos ellos habían muerto, habían sobrevivido, habían atravesado los mundos de las mansiones, eran ciudadanos de Jerusem, no habían fusionado todavía con sus Ajustadores. No conocían nada que estuviera más allá del sistema. La autoridad más elevada con la que habían tratado personalmente era el Soberano del Sistema. Ahora están de vuelta aquí –no tienen a sus Ajustadores con ellos, porque los Ajustadores no trabajan en misiones descendentes, sólo en conexión con las ascendentes.
Son seres superhumanos porque sus almas poseen una evolución que es postmortal. Nosotros tenemos almas embrionarias.
Pues bien, si (Van) hubiera tenido una venda en los ojos, habría dicho simplemente: «Sí, sí, por supuesto». Era su superior el que le estaba dando aquellas órdenes.
Creo que todo ser humano, en algún momento de la línea –ya sea poco a poco o durante alguna crisis– se enfrenta a una decisión que es tan desafiante para él como aquellas decisiones lo fueron para Van y Amadón. Creo que todo neófito tiene que probarse a sí mismo.
Van era más que un ser humano. Digamos que se emplean 700 años en atravesar los mundos de las mansiones. Cien años en cada mundo. Esto no es desrazonable. Y luego llevaba en Jerusem una cantidad indeterminada de tiempo. Digamos que Van tenía 1000 años. Pensad en cualquiera de nosotros con 1000 años de experiencia a las espaldas, en comparación con lo que somos hoy.
Fue expuesto a un desafío superhumano, pero él era un ser superhumano. Y yo diría que el desafío fue proporcional a sus aptitudes y a su capacidad. Amadón no podría haberse enfrentado a aquel desafío sin su Ajustador.
Ya veis, no los tenemos aquí. No tenemos signos. No tenemos ninguna prueba de la inmortalidad. No tenemos ningún antiguo Edén…o Dalamatia…o el estado mayor del Príncipe… No tenemos ninguno de esos signos, y por eso nos llaman «Agondontarios», cuyo significado es que podemos creer sin ninguna prueba.
Veis, hemos perdido un montón. Pensad en lo que significaría tener aquí el Edén. Y no penséis en el Edén como en un jardín. Pensad en él como en una ciudad jardín. Una ciudad universitaria. Y también estaría la ciudad del Príncipe. Pensad en lo fácil que es creer cuando tienes tantas cosas que puedes ver.
Algún día tendremos un solo gobierno, pero probablemente no un solo pueblo, probablemente no una sola raza. Algún día tendremos un solo idioma –pero eso está muy lejos.
Creo que el libro azul es su esfuerzo por atacar esto con medios espirituales y por proporcionar las bases de una religión para toda la humanidad, una religión que irá en contra de las fronteras nacionales.
Sabéis, el cristianismo se siente terriblemente turbado cuando deja los países del hombre blanco, porque ha estado asociado con el comercio, el colonialismo, las malas prácticas, la supresión de nativos, y el hombre medio no europeo considera al cristianismo como una extraña religión para gente extraña. Si este libro azul puede evitar esta contaminación y puede difundirse mediante la imprenta por todo el mundo, existe la esperanza de una religión para la humanidad.
Las dificultades construyen el carácter.
Jesús dijo: «Muchachos, no me preocupo por vosotros cuando sois perseguidos, sino cuando todos los hombres hablen bien de vosotros, pues podríais volveros gordos, tontos y felices». Y esto puede suceder. Y esto sucedió de hecho, cuando la iglesia triunfó del todo, se corrompió del todo.
La palabra más grande, tal como yo la concibo, es la palabra «Realidad». Con letras mayúsculas. Lo abarca todo. Y la palabra «Realidad» sería más o menos sinónima de la palabra «infinidad». O de «lo infinito». O de «la infinitud». O del «único infinito».
La Realidad se subdivide en dos categorías, la realidad que es deidad y la realidad que no es deidad. Los ejemplos más sencillos que puedo dar son la Isla del Paraíso y el Hijo Eterno.
El Paraíso es una revelación de la Primera Fuente y Centro tan válida como lo es la Segunda Fuente y Centro. Son revelaciones iguales, pero opuestas, de la Primera Fuente y Centro. Porque Dios es el Señor de los universos así como el Padre de las personas. Dirige la creación física al igual que atrae a la creación personal.
La palabra «Dios» es más pequeña que la palabra «deidad». Ahora estamos pensando en la personalidad de la deidad. La personalidad del hombre no es todo lo que es un ser humano funcionando. Él es un cuerpo –tiene uñas en los pies, gafas en los ojos— ¿me captáis? Es la esencia del hombre, pero no todo el hombre. Dios es la esencia de la Primera Fuente y Centro, pero no todo lo que es la Primera Fuente y Centro.
La personalidad del Supremo es la personalidad que habría tenido el Padre Universal si hubiera sido un Dios finito.
Creo que los potenciales descienden a través del Último hasta el Supremo, para convertirse en actuales finitos. Y luego, con el Supremo, regresan al Último como actuales en un esfuerzo por penetrar en el Absoluto. Aquí tenéis vuestro ciclo.
Lázaro estuvo en la tumba tres días. Y durante ese tiempo, su cuerpo se descompuso como puede descomponerse cualquier cuerpo humano que no esté embalsamado durante tres días. Cuando «ellos» reconstruyeron el cuerpo de Lázaro, fue una proeza tecnológica. Técnicamente es una cosa mucho más difícil que resucitar a Lázaro. Y para demostrar el trabajo tan perfecto que hicieron, murió más tarde por segunda vez de la misma maldita cosa. Lo reconstruyeron incluyendo su punto débil.
Bueno, mirad. En su estado puro, los valores y las cosas no se tocan. Sencillamente no se tocan. Pero los dos tocan una zona intermedia: los significados. Y aquí, no utilizáis la razón, no utilizáis la fe. Tratáis de utilizar la lógica. Y aquí es donde tenéis la oportunidad emocionante de intentar elaborar una filosofía que le dé la mano por un lado a las cosas, y por otro lado a los valores, e intentar reconciliarlos.
Pensar en las cosas, los significados y los valores me ayuda enormemente a pensar correctamente sobre la vida. Evito así un montón de confusión. ¿Dónde me encuentro? ¿En qué departamento estoy trabajando? Estos tres departamentos tienen reglas y reglamentos diferentes. Y si deseo producir un resultado, tengo que trabajar de diferente manera.
Si deseo amar más a la gente, no sirve para nada trabajar con la aritmética. Se reza por ello. El único sitio que conozco para conseguir algo más de amor es pedirlo a la fuente del amor.
Si quiero ir a Oklahoma City, creo que debería llamar a la agencia de viajes. No creo que las alas de la oración vayan a mover mi trasero un solo centímetro de Chicago.
Bueno, en primer lugar, vamos a ver a qué se parece un intermedio. Tengamos un poco de imaginación. Coged a un ser humano, y ahora quitadle todo el tejido grasiento y muscular. Deseo conservar el cerebro y el sistema nervioso. Ahí es donde vive realmente un ser humano. En el cerebro y el sistema nervioso.
Y un intermedio es un ser humano menos todo lo mamífero. Por eso, cuando trato de imaginar a qué se parece un intermedio secundario, pienso en el equivalente de un cerebro y un sistema nervioso expresados en una estructura eléctrica viviente.
Es una realidad física –tan física como yo. Pero no es celular. La electricidad es físicamente real.
(Bill está hablando de los no respiradores) Allí siguen siendo no respiradores. Sabéis que allí hay una atmósfera. Porque si repentinamente los hicierais respiradores, sería traumático para ellos. Son no respiradores, y los despiertan como no respiradores. Pero creo que con el tiempo estas distinciones tienden a desaparecer.
(Hablando sobre el Jesús morontial) Pero Jesús seguía teniendo la forma de un hombre en su última aparición.
Creo que en Jerusem seguimos teniendo unas formas completamente humanas. Y no es de extrañar. Los Hijos Materiales viven allí.
Unas veces no lográis encontrar al Padre. Otras veces al Hijo. Otras veces al Espíritu. No es un fracaso en el verdadero sentido de la palabra. Es una demora que indica una necesidad. ¿Y qué es lo que hacen? Satisfacen esa necesidad. Te destinan al superuniverso que posee la máxima educación correctiva. Y luego regresas y, según nos dicen, пипса se falla por segunda vez. Es infalible.
La primera vez no es del todo infalible. Pero la segunda vez siempre es infalible. Así que se pueden esperar algunos fallos. Y ¿sabéis qué? Si nadie fallara nunca, no sería una verdadera aventura, ¿verdad que no?
(Traducido del inglés por Antonio Moya)