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«Oh Dios, acerca a este Siervo Tuyo al Umbral Divino; dale vida a través del aliento del Espíritu Santo. Abre sus ojos, suelta su lengua y haz que camine por el sendero del Reino. Confírmalo en Tu servicio. Concédele un lenguaje elocuente y una pluma fluida. Haz que sea amado en ambos mundos. Si Tú le concedes tales dádivas, será aceptado por la gente del conocimiento y se volverá mundialmente famoso. Tú eres el Poderoso, el Poderoso».