XCIV. El capítulo de “¿No nos hemos expandido?” | Página de portada | XCVI. El Capítulo de la Sangre Congelada |
EN el nombre del Dios misericordioso y compasivo.
Por el higo!
Y por la aceituna!
[p. 336]
Y por el monte Sinaí!
¡Y por esta tierra segura [1]!
En verdad, hemos creado al hombre en la mejor simetría. [5] Entonces lo devolveremos al más bajo de los bajos; salvo a los que creen y actúan correctamente; porque de ellos es una recompensa que no se les regatea.
Pero ¿qué te hará llamar al juicio después de esto? ¡Una mentira!
¿No es Dios el más justo de los jueces?
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336:1 Aludiendo al carácter inviolable del territorio sagrado de La Meca. ↩︎