EN el nombre del Dios misericordioso y compasivo.
Aquellos de la gente del Libro y los idólatras [p. 338] que descreyeron no cayeron hasta que les llegó la señal manifiesta:
Un apóstol de Dios leyendo páginas puras donde están las escrituras correctas:
Ni tampoco los que recibieron el Libro se dividieron en sectas hasta después de que les llegó la señal manifiesta.
Pero no se les ordenó nada más que adorar a Dios, siendo sinceros en la religión hacia Él como ‘Hanîfs, y ser constantes en la oración y dar limosna: porque esa es la religión estándar.
[5] En verdad, quienes no creen entre la gente del Libro y los idólatras estarán en el fuego del infierno, donde permanecerán eternamente. ¡Son criaturas miserables!
En verdad, quienes creen y actúan rectamente, ésos son los mejores de las criaturas; su recompensa junto a su Señor son jardines del Edén, por debajo de los cuales corren ríos, para vivir allí por siempre; Dios estará complacido con ellos, y ellos con Él. ¡Eso es para quien teme a su Señor!