Hace 40 millones de años, durante un periodo de elevación significativa en el hemisferio norte, los Cárpatos surgieron como parte de las tierras altas que se elevaban sobre el agua. Estas montañas formaron islas en los extensos mares que cubrían gran parte de Europa, destacándose como una característica geológica distintiva de esta época de intensa actividad terrestre. [1]