1 Y dije: «Oh Señor, Señor mío, ¿he venido al mundo para ver los males de mi madre? No (así) mi Señor.
2 Si he hallado gracia ante tus ojos, toma primero mi espíritu para ir a mis padres y no ver la destrucción de mi madre.
3 Porque dos cosas me constriñen fuertemente: porque no puedo resistirte, y además mi alma no puede contemplar los males de mi madre.
4 Pero una cosa diré en tu presencia, oh Señor.
5 ¿Qué, pues, habrá después de estas cosas? Porque si destruyes tu ciudad y entregas tu tierra a los que nos odian, ¿cómo volverá a ser recordado el nombre de Israel?
6 ¿O cómo se hablará de tus alabanzas? ¿O a quién se le explicará lo que está en tu ley? ¿O el mundo volverá a su naturaleza de antaño y la época volverá al silencio primitivo? ¿Y será quitada la multitud de las almas, y la naturaleza del hombre no volverá a ser nombrada? ¿Y dónde está todo lo que dijiste acerca de nosotros?