1 Y respondí y dije:
«¿Cómo podemos olvidar a aquellos a quienes entonces está reservado el infortunio?
2 ¿Y por qué, pues, volvemos a llorar a los que mueren?
¿O por qué lloramos por los que van al Seol?
3 Que se reserven las lamentaciones para el comienzo del tormento venidero,
Y guardemos las lágrimas por la llegada de la destrucción de aquel tiempo.
4 [Pero incluso ante estas cosas hablaré.
5 Y los justos, ¿qué harán ahora?
6 Alegraos del sufrimiento que ahora sufrís:
¿Por qué buscáis la decadencia de vuestros enemigos?
7 Prepara tu alma para lo que te está reservado,
Y preparad vuestras almas para la recompensa que os está reservada.»]