La relación de la batile entre Judas y Lisias general de Eupátor, tras la muerte del rey Antíoco
1 El nombre de Antíoco, de quien ya hemos hablado anteriormente, era Epifanio; pero el nombre de su hijo que reinó después de él era Eupátor, que también se llamaba Antíoco.
2 Y cuando tuvieron lugar las batallas de Judas con estos generales, ellos» escribieron sobre el tema a Eupator; quien envió con Lisias, el hijo de su primo, un gran ejército, en el que había ochenta mil jinetes y ochenta elefantes.
3 Los cuales, llegando a una ciudad llamada Betner, acamparon alrededor de ella y la sitiaron, porque era una ciudad grande y había en ella mucha gente.
4 Lisias levantó armas de guerra a su alrededor y comenzó a sitiar a sus habitantes.
5 Dicho esto, Judas se dirigió con su compañía a unos montes fortificados;
6 y allí se quedaron; no fuera que, si permanecían en alguna ciudad, viniera Lisias y la asediara y los dominara.
7 Entonces Judas reunió a su compañía y resolvió marchar con ellos al campamento de Lisias, después de haber ido a la casa de Dios y ofrecer sacrificios en ella;
8 suplicando al Dios grande y bueno que apartara de ellos la malicia de sus enemigos y les concediera la victoria sobre ellos: lo cual hicieron.
9 Después de esto, partieron desde la región de la Casa Santa hacia Betner. Porque habían planeado atacar repentinamente al ejército y derrotarlo sin lucha.
10 Ahora se dice que se le apareció a Judas un personaje entre el cielo y la tierra, montado en un caballo de fuego y sosteniendo en su mano una gran lanza, con la que derrotó al ejército de los gentiles.
11 De modo que lo que habían visto les dio más valor y ánimo. Y se apresuraron y cargaron contra el ejército, y mataron a muchos de sus hombres.
12 Por lo tanto, el ejército enemigo se vio perturbado y sumido en la mayor confusión, y todo él se lanzó a una huida confusa.
13 Y la espada de Judas y su compañía los presionaba dolorosamente; y mató de ellos once mil hombres de a pie y mil seiscientos hombres de a caballo.
14 También Lisias fue perseguido con su compañía a un lugar lejano, donde permaneció a salvo.
15 Y envió a Judas, pidiéndole que se sometiera al rey y conservara su religión y la de su pueblo:
16 a quien Judas consintió en este asunto, hasta que se escribiera palabra al rey y se recibiera respuesta de su conformidad.
17 Y Judas escribió acerca de este asunto: Lisias también escribió al rey, informándole de lo sucedido y de las pruebas que había tenido de la fuerza y valentía de la nación judía;
18 y que una continuación de las guerras con ellos exterminaría a sus hombres, como habían sido exterminados los antes mencionados: le dijo también su acuerdo, y el suyo esperando hasta recibir una carta que le dijera lo que debía hacer.
19 A lo cual el rey respondió que le parecía bien hacer la paz con la nación de los judíos, eliminando ese obstáculo en el ejercicio de su religión, porque precisamente esto los había incitado a las rebeliones y a los ataques dirigidos a sus predecesores.
20 También le ordenó que firmara con ellos un tratado de paz y obediencia; para que no se les pongan obstáculos en materia de religión.
21 También escribió lo siguiente a Judas y a todos los judíos que estaban en la tierra de Judá, y esta paz continuó entre ellos por algún tiempo.