Abraham, enseñado por el Ángel, pronuncia el Canto Celestial y ora por la Iluminación (Capítulo XVII.).
1 Y mientras aún hablaba (y) ¡he aquí! Vino fuego contra nosotros en derredor, y en el fuego había una voz como el estruendo de muchas aguas, como el estruendo del mar en su alboroto. Y el ángel inclinó su cabeza hacia mí y adoró. Y quise caer sobre la tierra, y el lugar alto en el que estábamos, [en un momento se levantó,] pero en otro rodó hacia abajo.
2 Y él dijo: «Sólo adora, Abraham, y canta el cántico que te he enseñado»; porque no había tierra donde caer. Y yo sólo adoré y pronuncié el cántico que él me había enseñado. Y él dijo: «Recitad sin cesar». Y yo recité, y él también conmigo recitó la canción:
3 Eterno, poderoso, Santo, El,
Sólo Dios: ¡Supremo!
4 Tú que eres originado por ti mismo, incorruptible, sin mancha,
5 Increado, inmaculado, inmortal,
Autocompleto, autoiluminante;
6 ¡Sin padre, sin madre, inengendrado, exaltado y ardiente!
7 Amante de los hombres, benevolente, generoso,
8 celoso de mí y muy compasivo;
9 Elí, es decir, Dios mío,
10 Sabaot santo, poderoso y eterno,
11 muy glorioso El, El, El, El, Jaoel!
12 ¡Tú eres Aquel a quien mi alma amó!
13 Protector eterno, resplandeciente como el fuego,
14 Cuya voz es como el trueno,
15 Cuya mirada es como el relámpago, que todo lo ve,
16 ¡Quién recibe las oraciones de los que te honran!
17 [Y se aparta de las peticiones de los que avergüenzan con la vergüenza de sus provocaciones,
18 ¡Quien disuelve las confusiones del mundo que surgen de los impíos y los justos en la era corruptible, renovando la era de los justos!]
19 Tú, oh Luz, brillas ante la luz del
20 mañana sobre tus criaturas,
21 [para que se convierta en día sobre la tierra]
22 Y en tus moradas celestiales no hay
necesidad de cualquier otra luz
23 que (el) del indescriptible esplendor del
luces de tu rostro.
24 Acepta mi oración y alégrate de ella,
25 Asimismo también el sacrificio que has preparado
¡Tú a través de mí que te busqué!
26 Acéptame, muéstrame y enséñame,
27 ¡Y haz saber a tu siervo lo que me has prometido!