1 Y Dios le dijo: «Sabes que todo lo que he ordenado al hombre que haga está a su alcance.
2 Lo hice sabio y heredero del cielo y de la tierra, y sometí todo a él y todo ser viviente huye de él y de su rostro.
3 Sin embargo, habiendo recibido mis dones, se convirtió en un extranjero, en un adúltero y en un pecador.
4 Dime, ¿qué clase de padre daría una herencia a su hijo y, después de recibir el dinero, se marcha dejando a su padre y se convierte en un extranjero y al servicio de extranjeros?
5 Entonces el padre, al ver que el hijo lo ha abandonado (y se ha ido), oscurece su corazón y, al irse, recupera sus riquezas y destierra a su hijo de su gloria porque abandonó a su padre.
6 ¿Cómo es que yo, el Dios maravilloso y celoso, se lo he dado todo, pero él, habiéndolo recibido, se ha hecho adúltero y pecador?