1 Y desde allí fui hasta los confines de la tierra y vi allí grandes bestias, cada una diferente de la otra; y (vi) también aves diferentes en apariencia, belleza y voz, diferentes unas de otras.
2 Y al oriente de aquellas bestias vi los confines de la tierra sobre los cuales reposa el cielo, y las puertas del cielo abiertas.
3 Y vi cómo salían las estrellas del cielo, y conté las puertas por donde salen, y anoté todas sus salidas, de cada estrella en particular, según su número y sus nombres, sus cursos y sus posiciones, y sus tiempos y sus meses, como me lo mostró el santo ángel Uriel que estaba conmigo.
4 Él me mostró todas las cosas y me las escribió; también me escribió sus nombres, sus leyes y sus compañías.