1 Tened esperanza, justos; porque repentinamente los pecadores perecerán delante de vosotros, y tendréis señorío sobre ellos según vuestras concupiscencias.
2 [Y en el día de la tribulación de los pecadores, vuestros hijos subirán y se elevarán como las águilas, y vuestro nido será más alto que los buitres, y ascenderéis y entraréis en las grietas de la tierra y en las hendiduras de la roca para siempre como conejos ante los injustos, y las sirenas suspirarán por ti y llorarán.]
3 Por tanto, no temáis, los que habéis sufrido; porque la curación será vuestra porción, y una luz brillante os iluminará, y la voz del descanso oiréis desde el cielo.
4 ¡Ay de vosotros, pecadores, porque vuestras riquezas os hacen parecer justos, pero vuestro corazón os convence de ser pecadores, y este hecho será un testimonio contra vosotros como recordatorio de (vuestras) malas acciones!
5 ¡Ay de vosotros, que devoráis lo mejor del trigo, bebéis vino en grandes copas y pisoteáis a los humildes con vuestra fuerza!
6 ¡Ay de vosotros, los que bebéis agua de toda fuente, porque de repente os consumiréis y os marchitaréis, porque habéis abandonado la fuente de la vida!
7 ¡Ay de vosotros, los que hacéis injusticia, engaño y blasfemia! ¡Será contra vosotros un memorial del mal!
8 ¡Ay de vosotros, valientes, que oprimís con fuerza al justo! ¡Porque llega el día de tu destrucción! En aquellos días vendrán muchos y buenos días para los justos, en el día de vuestro juicio.