Rebeca amonestó a Jacob que no se casara con una mujer cananea, 1-3. Jacob promete casarse con una hija de Labán a pesar de las urgentes peticiones de Esaú de que se casara con una mujer cananea, 4-10. Rebeca bendice a Jacob, 11-23. (Cf. Gen. xxviii.1-4.)
1 Y en el segundo año de esta semana en este jubileo, Rebeca llamó a Jacob su hijo, y le habló [2109 AM], diciendo: «Hijo mío, no tomes para ti una esposa de las hijas de Canaán, como Esaú. , tu hermano, que tomó para sí dos mujeres de las hijas de Canaán, y han amargado mi alma con todas sus obras inmundas; porque todas sus obras son fornicación y concupiscencia, y no hay justicia en ellas, porque (sus obras) son demonio.»
2 Y yo, hijo mío, te amo muchísimo, y mi corazón y mi cariño te bendicen en cada hora del día y en las vigilias de la noche.
3 Ahora pues, hijo mío, escucha mi voz y haz la voluntad de tu madre, y no tomes esposa de las hijas de esta tierra, sino sólo de la casa de mi padre y de los parientes de mi padre. Tomarás para ti mujer de la casa de mi padre, y el Dios Altísimo te bendecirá, y tus hijos serán generación justa y descendencia santa.»
4 Entonces Jacob habló con Rebeca, su madre, y le dijo: «Mira, madre, tengo nueve semanas de años y no conozco ni he tocado a ninguna mujer, ni me he desposado con ninguna, ni se me ocurrió tomarme una esposa de las hijas de Canaán.»
5 «Porque recuerdo, madre, las palabras de nuestro padre Abraham, quien me ordenó que no tomara esposa de las hijas de Canaán, sino que tomara una esposa de la descendencia de la casa de mi padre y de mi parentela.»
6 «Ya he oído antes que a Labán, tu hermano, le han nacido hijas, y he puesto mi corazón en ellas para tomar de entre ellas una esposa».
7 «Y por esta razón me he guardado en mi espíritu de no pecar ni corromperme en todos mis caminos durante todos los días de mi vida; porque en cuanto a la concupiscencia y la fornicación, Abraham, mi padre, me dio muchos mandamientos.»
8 «Y a pesar de todo lo que me ha ordenado, estos veintidós años mi hermano ha estado luchando conmigo, y me hablaba frecuentemente y decía: »Hermano mío, toma por esposa a una hermana de mis dos esposas«; pero me niego a hacer lo que él ha hecho.»
9 «Te juro, madre, que en todos los días de mi vida no tomaré mujer de las hijas de la descendencia de Canaán, ni actuaré mal como lo hizo mi hermano».
10 «No temas, madre; Ten la seguridad de que haré tu voluntad y caminaré en rectitud y no corromperé mis caminos para siempre.»
11 Entonces ella alzó su rostro al cielo, extendió los dedos de sus manos, abrió la boca y bendijo al Dios Altísimo, que había creado los cielos y la tierra, y le dio gracias y alabanza.
12 Y ella dijo: «Bendito sea el Señor Dios, y bendito sea su santo nombre por los siglos de los siglos, que me dio a Jacob por hijo puro y por simiente santa; porque tuyo es, y tuya será su descendencia continuamente y por todas las generaciones, para siempre.»
13 «Bendícelo, Señor, y pon en mi boca la bendición de la justicia, para que pueda bendecirlo.
14 Y en aquella hora, cuando el espíritu de justicia descendió a su boca, puso ambas manos sobre la cabeza de Jacob y dijo:
15 Bendito eres tú, Señor de justicia y Dios de los siglos.
Y que Él te bendiga más allá de todas las generaciones de los hombres.
Que Él te dé, Hijo mío, el camino de la justicia,
Y revela justicia a tu descendencia.
16 Y que Él haga muchos a tus hijos durante tu vida,
Y que surjan según el número de los meses del año.
Y que sus hijos lleguen a ser muchos y grandes más allá de las estrellas del cielo,
Y su número será mayor que la arena del mar.
17 Y que Él les dé esta hermosa tierra, como dijo que se la daría a Abraham y a su descendencia después de él para siempre.
Y que lo tengan como posesión para siempre.
18 Y que pueda ver (nacer) a ti, hijo mío, hijos benditos durante mi vida,
Y sea toda tu descendencia una simiente bendita y santa.
19 Y como tú has refrescado el espíritu de tu madre durante su vida,
El vientre de la que te dio a luz te bendice así,
[Mi cariño] y mis pechos te bendigan
Y mi boca y mi lengua te alaban mucho.
20 Crece y se extiende sobre la tierra,
Y que tu descendencia sea perfecta en el gozo del cielo y de la tierra para siempre;
Y que tu descendencia se regocije,
Y que en el gran día de la paz tenga paz.
21 Y que tu nombre y tu descendencia permanezcan para siempre,
Y que el Dios Altísimo sea su Dios,
Y que el Dios de justicia more con ellos,
Y por ellos sea edificado su santuario para todos los siglos.
22 Bendito el que te bendice,
Y toda carne que te maldiga falsamente, sea maldita.»
23 Y ella lo besó y le dijo:
«Que el Señor del mundo te ame»
«Como el corazón de tu madre y su cariño se regocijan en ti y te bendicen».
Y ella dejó de bendecir.