Adán desea proteger a Eva.
1 ENTONCES Adán lloró y dijo: «Oh Dios, llévanos a otro lugar, para que la serpiente no vuelva a acercarse a nosotros y se levante contra nosotros. No sea que encuentre sola a tu sierva Eva y la mate; porque sus ojos son espantosos y malvados».
2 Pero Dios dijo a Adán y a Eva: «De ahora en adelante no temáis, no dejaré que esto se acerque a vosotros; Lo he echado lejos de ti, de este monte; Tampoco dejaré en él nada que os pueda hacer daño.
3 Entonces Adán y Eva adoraron ante Dios, «le dieron gracias y le alabaron por haberlos librado de la muerte».