Bestias sometidas a Adán.
1 PERO Adán y Eva lloraron delante de Dios. Y Adán le dijo:
2 «Oh Señor, cuando estaba en la cueva, te dije esto, Señor mío, que las fieras del campo se levantarían y me devorarían, y cortarían mi vida de la tierra».
3 Entonces Adán, a causa de lo que le había sucedido, se golpeó el pecho y cayó al suelo como un cadáver; Entonces vino a él la Palabra de Dios, quien lo levantó y le dijo:
4 «Oh Adán, ninguna de estas bestias podrá hacerte daño; porque cuando hice venir a ti las bestias y otros seres móviles en la cueva, no dejé que la serpiente viniera con ellos, para que no se levantara contra ti y te hiciera temblar; y el miedo a ello debería caer en vuestros corazones».
5 «Porque sabía que ese maldito es malvado; por eso no dejaré que se acerque a vosotros con las demás bestias.
6 «Pero ahora fortalece tu corazón y no temas. Yo estaré contigo hasta el fin de los días que te he determinado».