La primera profecía de la Resurrección.
1 ENTONCES vino la Palabra de Dios y dijo:
2 «Oh Adán, ¿quién te aconsejó, cuando saliste de la cueva, venir a este lugar?»
3 Y Adán dijo a Dios: «Oh Señor, llegamos a este lugar a causa del calor del fuego que nos alcanzó dentro de la cueva».
4 Entonces el Señor Dios dijo a Adán: «Oh Adán, por una noche temes el calor del fuego, pero ¿cómo será cuando habites en el infierno?»
5 «Sin embargo, oh Adán, no temas, ni digas en tu corazón que he tendido esta roca como un toldo sobre ti para atormentarte con ella».
6 «Vino de Satanás, quien te había prometido la Divinidad y la majestad. Es él quien arrojó esta roca para matarte debajo de ella, y a Eva contigo, y así impedirte vivir sobre la tierra».
7 «Pero, por misericordia hacia vosotros, justo cuando esa roca caía sobre vosotros, le ordené que formase un toldo sobre vosotros; y la roca debajo de ti, para descender».
8 «Y esta señal, oh Adán, me sucederá en mi venida a la tierra: Satanás resucitará al pueblo de los judíos y me matará; y me pondrán en una roca, y sellarán sobre mí una piedra grande, y estaré dentro de esa roca tres días y tres noches».
9 Pero al tercer día resucitaré y será salvación para ti, oh Adán, y para tu descendencia, creer en mí. Pero, oh Adán, no te sacaré de debajo de esta roca hasta que hayan pasado tres días y tres noches».
10 Y Dios retiró su palabra de Adán.
11 Pero Adán y Eva permanecieron bajo la roca tres días y tres noches, tal como Dios les había dicho.
12 Y Dios les hizo esto porque habían salido de su cueva y habían venido a este mismo lugar sin la orden de Dios.
13 Pero después de tres días y tres noches, Dios abrió la roca y los sacó de debajo. Su carne se secó, y sus ojos y su corazón se turbaron de llanto y de tristeza.