Duodécima aparición de Satanás a Adán y Eva, mientras Adán estaba orando sobre la ofrenda sobre el altar; cuando Satanás lo hirió.
1 ENTONCES Satanás, que aborrece todo bien, envidioso de Adán y de su ofrenda mediante la cual encontró favor ante Dios, se apresuró y tomó una piedra afilada de entre las piedras afiladas de hierro; apareció en forma de hombre, y fue y estuvo junto a Adán y Eva.
2 Entonces Adán estaba ofreciendo sobre el altar y comenzó a orar con las manos extendidas hacia Dios.
3 Entonces Satanás se apresuró con la afilada piedra de hierro que llevaba consigo y con ella traspasó a Adán en el costado derecho, cuando manó sangre y agua, luego Adán cayó sobre el altar como un cadáver. Y Satanás huyó.
4 Entonces vino Eva, tomó a Adán y lo puso debajo del altar. Y allí se quedó ella, llorando por él; mientras que un torrente de sangre fluyó del costado de Adán al momento de su ofrenda.
5 Pero Dios miró la muerte de Adán. Entonces envió Su Palabra, lo levantó y le dijo: «Cumple tu ofrenda, porque en verdad, Adán, vale mucho y no hay defecto en ella».
6 Dios dijo además a Adán: Así también me sucederá a mí en la tierra, cuando seré traspasado y sangre correrá sangre y agua de mi costado y correrá sobre mi cuerpo, que es la verdadera ofrenda; y que será ofrecido sobre el altar como ofrenda perfecta».
7 Entonces Dios ordenó a Adán que terminara su ofrenda, y cuando la hubo terminado, adoró ante Dios y lo alabó por las señales que le había mostrado.
8 Y Dios sanó a Adán en un día, que es el final de las siete semanas; y ese es el día quincuagésimo.
9 Entonces Adán y Eva regresaron de la montaña y entraron en la Cueva de los Tesoros, como solían hacerlo. Esto se completó para Adán y Eva, ciento cuarenta días desde su salida del jardín.
10 Entonces ambos se levantaron esa noche y oraron a Dios. Y cuando llegó la mañana, salieron y descendieron hacia el oeste de la cueva, al lugar donde estaba su maíz, y allí reposaron bajo la sombra de un árbol, como solían hacerlo.
11 Pero una multitud de bestias los rodeó. Fue obra de Satanás, en su maldad; para hacer la guerra contra Adán a través del matrimonio.