Decimotercera aparición de Satanás a Adán y Eva, para hacerle la guerra, a través de su matrimonio con Eva.
1 DESPUÉS de esto, Satanás, que aborrece todo bien, tomó forma de ángel, y con él otros dos, de modo que se parecían a los tres ángeles que habían traído a Adán oro, incienso y mirra.
2 Pasaron delante de Adán y Eva mientras estaban bajo el árbol, y saludaron a Adán y Eva con hermosas palabras llenas de astucia.
3 Pero cuando Adán y Eva vieron su hermoso semblante y escucharon sus dulces palabras, Adán se levantó, les dio la bienvenida y los llevó ante Eva, y permanecieron todos juntos; Mientras tanto el corazón de Adán se alegraba porque pensaba acerca de ellos, que eran los mismos ángeles que le habían traído oro, incienso y mirra.
4 Porque cuando vinieron a Adán por primera vez, le sobrevinieron paz y alegría al traerle buenas muestras; Entonces Adán pensó que habían venido por segunda vez para darle otras señales para que también se regocijara. Porque él no sabía que era Satanás; por eso los recibió con alegría y los acompañó.
5 Entonces Satanás, el más alto de ellos, dijo: «Regocíjate, oh Adán, y alégrate. He aquí, Dios nos ha enviado a ti para decirte algo».
6 Y Adán dijo: «¿Qué es esto?» Entonces Satanás respondió: «Es algo ligero, pero es palabra de Dios, ¿la oirás de nosotros y la cumplirás? Pero si no escuchas, volveremos a Dios y le diremos que no recibirás su palabra».
7 Y Satanás dijo otra vez a Adán: «No temas, ni dejes que te sobrevenga el temblor; ¿No nos conoces?
8 Pero Adán dijo: «No os conozco».
9 Entonces Satanás le dijo: «Yo soy el ángel que te trajo oro y lo llevó a la cueva; este otro es el que te trajo el incienso; y el tercero, es el que te trajo mirra cuando estabas en la cima del monte, y te llevó a la cueva.
10 «Pero a los otros ángeles nuestros, compañeros que os llevaron a la cueva, Dios no los ha enviado con nosotros esta vez; porque nos dijo: «Basta»».
11 Cuando Adán oyó estas palabras, las creyó y dijo a los ángeles: Hablad la palabra de Dios para que yo la reciba.
12 Y Satanás le dijo: Júrame y prométeme que lo recibirás.
13 Entonces Adán dijo: «No sé jurar ni prometer».
14 Y Satanás le dijo: «Extiende tu mano y métela dentro de la mía».
15 Entonces Adán extendió su mano y la puso en la mano de Satanás; cuando Satanás le dijo: «Di ahora: tan cierto como Dios es vivo, racional y hablante, que levantó los cielos en el espacio y estableció la tierra sobre las aguas, y me creó a mí de los cuatro elementos, y del polvo de la tierra; no romperé mi promesa, ni renunciaré a mi palabra».
16 Y Adán juró así.
17 Entonces Satanás le dijo: «He aquí, ya hace algún tiempo que saliste del jardín y no conoces la maldad ni el mal. Pero ahora Dios te dice que tomes a Eva, que salió de tu lado, y te desposes con ella, para que te dé hijos, para consolarte y alejar de ti la angustia y el dolor; Ahora bien, esto no es difícil, ni hay en ello escándalo para ti.