1 Y cuando oí esto desde lo alto, me invadió temor y temor.
2 Y me levanté de mi sueño y, estando todavía la voz en mis oídos, dije:
3 «¡Cuán aterrador es este lugar! Esta no es otra cosa que la casa de Dios y esta es la puerta del cielo».
4 Y levanté como columna la piedra que había sido mi almohada, y derramé aceite de oliva sobre ella, y llamé el nombre de aquel lugar Casa de Dios.
5 Entonces me puse en pie y comencé a cantar, y dije:
6 «SEÑOR Dios de Adán tu criatura y
SEÑOR Dios de Abraham e Isaac, mis padres
y de todos los que han caminado antes de ti en justicia!
7 Tú que estás sentado sobre querubines y sobre el trono de fuego de gloria. . . y los de muchos ojos tal como los vi en mi sueño,
8 sosteniendo los querubines de cuatro caras,
llevando también los serafines de muchos ojos,
9 llevando el mundo entero bajo el brazo,
aún no siendo soportado por nadie;
10 tú que has afirmado los cielos para la gloria de tu nombre,
11 extendiendo sobre dos nubes celestiales el cielo que brilla debajo de ti,
12 para que hagas que el sol corra debajo de él y lo ocultes durante la noche para que no parezca un dios;
13 (tú) que les abriste camino a la luna y a las estrellas;
14 y haces que la luna crezca y mengüe, y destinas las estrellas a pasar
para que ellos tampoco parezcan dioses.
15 Ante tu gloria los serafines de seis alas tienen miedo y
cubrirse los pies y la cara con las alas, mientras vuelan con las
Otros (alas), y cantan sin cesar un himno:
16 «. . . a quien ahora en santificar un nuevo (canto)
17 ¡Doce cimas, doce caras, muchos nombres y fuego!
¡Santo de ojos relámpagos!
18 Santo, Santo, Santo, Yao, Y aova, Yaoil, Yao,
Kados, Chavod, Savaoth,
19 Omlemlej il avir amismi varich,
rey eterno, poderoso, poderoso, grandísimo,
¡Paciente, bendito!»
20 Tú que llenas el cielo y la tierra, el mar y los abismos
y por todos los siglos con tu gloria,
21 escucha mi canción con la que te he cantado y concédeme lo que te pido,
22 y dime la interpretación de mi sueño,
porque tú eres un dios poderoso, poderoso y glorioso,
un dios que es santo; mi SEÑOR y SEÑOR de mis padres».