(El pasaje sigue exactamente paralelo a Apocalypsis Mosis XXXII. seq., pero en forma abreviada).
1 Y nos sentamos juntos ante la puerta del paraíso, Adán llorando con el rostro inclinado hacia la tierra, acostado el suelo lamentándose. Y pasaron siete días y no teníamos nada.
2 a comer y fueron consumidos por gran hambre, y yo Eva clamé a gran voz: «Ten piedad de mí, oh Señor, Mi Creador; ¡Por mí Adán sufre así!»
1 Y dije a Adán: «¡Levántate! señor mío, que nos busquemos alimento; porque ahora mi espíritu me desfallece y mi corazón dentro de mí está abatido.» Entonces Adam me habló: «Tengo pensamientos de
2 matándote, pero temo ya que Dios creó tu imagen y haces arrepentimiento y clamas a Dios; por eso mi corazón no se ha apartado de ti.»
1 Y se levantó Adán y vagamos por todas las tierras y no encontramos nada para comer excepto ortigas (y) hierba del campo. . Y volvimos de nuevo a las puertas del paraíso y clamamos en voz alta y suplicamos: «Ten compasión de tu criatura,
2 Oh Señor Creador, concédenos alimento.»
1 Y durante quince días seguidos suplicamos. Luego escuchamos al arcángel Miguel y a Joel.
2 orando por nosotros, y el arcángel Joel fue mandado por el Señor, y tomó una séptima parte del paraíso y nos lo dio. Entonces el
3 Dijo el Señor: «Espinos y abrojos brotarán de debajo de tus manos; y de tu sudor comerás (pan), y tu esposa temblará cuando te mire.»
1 El arcángel Joel le dijo a Adán: «Así dice el Señor; No creé a tu esposa para mandarte, sino para obedecerte; ¿Por qué obedeces a tu esposa? Nuevamente el arcángel Joel mandó a Adán separar el ganado y toda clase de animales y animales voladores y reptantes, tanto salvajes como mansos; y dar nombre a todas las cosas. entonces de hecho
3 tomó los bueyes y comenzó a arar.
1 Entonces el diablo se acercó y se paró delante de los bueyes, e impidió a Adán labrar el campo y le dijo a Adán: «Las mías son las cosas de
2 tierra, las cosas del Cielo son de Dios; pero si quieres ser mío, trabajarás en la tierra; pero si quieres ser de Dios, (por favor) vete al paraíso.» Adam dijo: «Las cosas
3 del Cielo son del Señor, y las cosas de la tierra y del Paraíso y de todo el Universo.»
1 El diablo dijo: «No te permitiré labrar el campo, a menos que escribas el vínculo que eres. mío.» Adán respondió: «Cualquiera que sea señor de
2 la tierra, a la misma pertenezco yo y mis hijos.» Entonces el diablo se llenó de alegría. (Pero Adán no ignoraba que el Señor
3 descendería a la tierra y pisotearía al diablo.) El diablo dijo: «Escríbeme tu
4 bono.» Y Adán escribió: «Quien es señor de la tierra, a él pertenecemos yo y mis hijos».
1 Eva dijo a Adán: «Levántate, señor mío, oremos a Dios por esta causa que ha establecido. líbranos de ese demonio, porque estás en este apuro por mi causa.»
Pero Adán dijo: «Eva, ya que te arrepientes de
2 tu maldad, mi corazón te escuchará, porque de mis costillas te creó Jehová. Ayunemos cuarenta días, tal vez el Señor se apiade de nosotros y nos deje entendimiento y vida.» Yo, por mi parte, dije: «¿Tú, (mi) señor,
3 ayunará cuarenta días, pero yo ayunaré cuarenta y cuatro.»
1 Y Adán me dijo: «Apresúrate al río llamado Tigris, y toma una gran piedra y colócala ponlo bajo tus pies, y entra en el arroyo y vístete de agua, como con un manto, hasta el cuello, y ora a Dios en tu corazón y ninguna palabra salga de tu boca.» Y
2 Dije: «Oh (mi) señor, con todo mi corazón invocaré a Dios.» Y Adán me dijo:
3 «Cuídate mucho. A menos que me veas a mí y a todas mis señales, no salgas del agua, ni confíes en las palabras que te dicen, no sea que vuelvas a caer en la trampa.» Y
4 Adán llegó al Jordán y entró en el agua y se sumergió por completo en el diluvio, incluso (a) los cabellos de su cabeza, mientras suplicaba a Dios y le enviaba oraciones.
1 Y allí se juntaron los ángeles y todos los seres vivientes, salvajes y mansos, y todas las aves que vuelan, ( y) rodearon a Adán, como un muro, orando a Dios por Adán.
1 Vino a mí el diablo, vestido con forma y brillo de ángel, y derramando grandes lágrimas, (y) me dijo: «Sal del agua,
2 Eva, Dios ha escuchado tus oraciones y (escuchado) a nosotros, los ángeles. Dios ha cumplido las oraciones de quienes interceden por ti. Dios me ha enviado a ti para que salgas del agua.
1 Pero yo (Eva) percibí que era el diablo y nada le respondí. Pero Adán (cuando) regresó del Jordán, vio las huellas del diablo y temió que tal vez me hubiera engañado; pero cuando me vio parado en el agua, se llenó de alegría (y) tomó
2 y me sacó del agua.
1 Entonces Adán gritó a gran voz: «Cállate, Eva, porque ya mi espíritu está angustiado en mi cuerpo; levántate, sal y ora a Dios, hasta que entregue mi espíritu a Dios.»