De Salomón. Un Salmo. Consuelo para los justos.
1 La diestra del Señor me ha cubierto;
La diestra del Señor nos ha salvado.
2 El brazo del Señor nos ha salvado de la espada que nos atravesó,
Del hambre y de la muerte de los pecadores.
3 Bestias ruidosas corrieron sobre ellos:
Con los dientes desgarraron su carne,
Y con sus muelas destrozaron sus huesos.
4 Pero de todas estas cosas nos libró el Señor.
5 El justo se turbó a causa de sus errores,
Para que no sea llevado junto con los pecadores;
6 Porque terrible es la ruina del pecador;
Pero ninguna de todas estas cosas toca al justo.
7 Porque no es igual el castigo de los justos por sus pecados en la ignorancia,
Y el derrocamiento de los pecadores.
8 El justo es castigado en secreto,
Para que el pecador no se alegre del justo.
9 Porque Él corrige al justo como a un hijo amado.
Y su castigo es como el de un primogénito.
10 Porque el Señor perdona a sus piadosos,
Y borra sus errores con su castigo.
11 Porque la vida del justo será para siempre;
Pero los pecadores serán llevados a la destrucción,
Y su memoria no se encontrará más.
12 Pero sobre los piadosos está la misericordia del Señor,
Y sobre los que le temen su misericordia.