Una declaración de la filosofía de la indestructibilidad de la materia. Uno de los principios de la física moderna.
1 Oh Señor Dios, alabaré tu nombre con alegría,
En medio de los que conocen tus justos juicios.
2 Porque tú eres bueno y misericordioso, refugio de los pobres;
Cuando clamo a Ti, no me ignores en silencio.
3 Porque nadie toma despojos de un valiente;
¿Quién, pues, puede tomar algo de lo que tú has hecho, si no lo das Tú mismo?
4 Porque el hombre y su porción están ante Ti en la balanza;
No puede añadir ni ampliar lo que Tú has prescrito.
5 Oh Dios, cuando estamos en apuros, te invocamos en busca de ayuda,
Y no rechaces nuestra petición, porque tú eres nuestro Dios.
6 No hagas que tu mano sea pesada sobre nosotros,
No sea que por necesidad pequemos.
7 Aunque no nos restablezcas, no nos alejaremos;
Pero a ti vendremos.
8 Porque si tengo hambre, a ti clamaré, oh Dios;
Y me darás.
9 Tú alimentas a los pájaros y a los peces,
En que das lluvia a las estepas para que brote la hierba verde,
Así pues, preparar forraje en la estepa para todo ser viviente;
10 Y si tienen hambre, a ti alzan el rostro.
11 A los reyes, a los gobernantes y a los pueblos Tú, oh Dios, sustentas;
¿Y quién es la ayuda del pobre y del necesitado sino tú, oh Señor?
12 Y tú escucharás, porque ¿quién es bueno y amable sino tú?
Alegrando el alma de los humildes abriendo tu mano en misericordia.
13 La bondad del hombre se otorga de mala gana y...;
Y si lo repite sin murmurar, incluso eso es maravilloso.
14 Pero tu don es grande en bondad y riqueza,
Y aquel cuya esperanza está puesta en Ti, no le faltarán dones.
15 Sobre toda la tierra está tu misericordia, oh Señor, en bondad.
16 Bienaventurado aquel a quien Dios se acuerda de haberle concedido lo suficiente;
Si un hombre abunda demasiado, peca.
17 Bastan los medios moderados con justicia,
Y por esto la bendición del Señor se convierte en abundancia con justicia.
18 Los que temen al Señor se alegran de las buenas dádivas,
Y tu bondad es sobre Israel en tu reino.
19 Bendita la gloria del Señor, porque él es nuestro Rey.