1 Y tuvo un hijo de una concubina que se llamaba Abimelec; Éste mató a todos sus hermanos, queriendo gobernar al pueblo.
[Se ha perdido una hoja.]
2 Entonces todos los árboles del campo se reunieron junto a la higuera y dijeron: Ven, reina sobre nosotros. Y la higuera dijo: ¿Nací realmente en el reino o en el señorío de los árboles? ¿O fui plantado para eso y reinar sobre vosotros? Y por tanto, así como yo no puedo reinar sobre vosotros, tampoco Abimelec obtendrá continuidad en su gobierno. Después los árboles se juntaron junto a la vid y dijeron: Ven, reina sobre nosotros. Y la vid dijo: Fui plantada para dar a los hombres la dulzura del vino, y soy preservada dándoles mi fruto. Pero así como yo no puedo reinar sobre vosotros, así será demandada de vuestras manos la sangre de Abimelec. Y después los árboles se acercaron al manzano y le dijeron: Ven, reina sobre nosotros. Y él dijo: Me fue mandado dar a los hombres un fruto de olor agradable. Por tanto, no puedo reinar sobre vosotros, y Abimelec morirá apedreado.
3 Entonces los árboles se acercaron a las zarzas y dijeron: Venid, reinad sobre nosotros. Y la zarza dijo: Cuando nació la espina, la verdad brilló con la apariencia de una espina. Y cuando nuestro primer padre fue condenado a muerte, la tierra fue condenada a producir espinos y cardos. Y cuando la verdad iluminó a Moisés, fue a través de una zarza que lo iluminó. Ahora pues, será que por mí la verdad será oída de vosotros. Ahora bien, si habéis hablado con sinceridad a la zarza para que en verdad reine sobre vosotros, sentaos bajo su sombra; pero si con disimulo, entonces salga el fuego y devore y consuma los árboles del campo. Porque el manzano fue hecho para los castigadores, y la higuera para el pueblo, y la viña para los que fueron antes de nosotros.
4 Y ahora la zarza os será como Abimelec, que mató a sus hermanos con injusticia y desea gobernarse sobre vosotros. Si Abimelec es digno de aquellos (o sea Abimelec un fuego para ellos) a quienes desea gobernar, sea como la zarza que se hizo para reprender a los insensatos del pueblo. Y de la zarza salió fuego y devoró los árboles que están en el campo.
5 Después de esto, Abimelec reinó sobre el pueblo durante un año y seis meses, y murió gravemente junto a una torre, desde donde una mujer arrojó sobre él la mitad de una piedra de molino.
[Un espacio de longitud incierta en el texto.]