Del traslado de Enoc al sexto cielo.
1 Y de allí aquellos hombres me tomaron y me llevaron al sexto cielo, y allí vi siete grupos de ángeles, muy brillantes y muy gloriosos, y sus rostros brillaban más que el sol, brillaban, y no había diferencia en sus rostros, comportamiento o forma de vestir; y éstos dan las órdenes y aprenden el rumbo de las estrellas, la alteración de la luna o la revolución del sol y el buen gobierno del mundo.
2 Y cuando ven la maldad, pronuncian mandamientos e instrucciones, y cantan dulces y fuertes, y todos los cánticos de alabanza.
3 Estos son los arcángeles que están por encima de los ángeles, miden toda la vida en el cielo y en la tierra, y los ángeles que están designados para las estaciones y los años, los ángeles que están sobre los ríos y el mar, y que están sobre los frutos de la tierra. , y los ángeles que están sobre toda hierba, dando alimento a todos, a todo ser viviente, y los ángeles que escriben todas las almas de los hombres, y todas sus obras, y sus vidas delante del rostro del Señor; en medio de ellos hay seis Fénix y seis Querubines y seis de seis alas cantando continuamente a una sola voz, y no es posible describir su canto, y se regocijan delante del Señor en el estrado de sus pies.