Dios le ordenó a Enoc que viviera en la tierra treinta días, para dar instrucción a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Después de treinta días fue llevado nuevamente al cielo.
1 AHORA, Enoc, te doy el plazo de treinta días para estar en tu casa, y contarlo a tus hijos y a toda tu casa, para que todos oigan de mi presencia lo que tú les dices, para que lean y entiendan que no hay otro Dios fuera de mí.
2 Y para que siempre guarden mis mandamientos y comiencen a leer y asimilar los libros escritos por ti.
3 Y después de treinta días enviaré mi ángel por ti, y él te tomará de la tierra y de tus hijos para mí.