Enoc amonesta a sus hijos verdaderamente sobre todas las cosas de labios del Señor, cómo vio, oyó y escribió.
1 Y ahora, hijos míos, yo sé todas las cosas, porque esto viene de los labios del Señor, y esto lo han visto mis ojos, desde el principio hasta el fin.
2 Yo lo sé todo y lo he escrito todo en libros: los cielos y su fin, y su plenitud, y todos los ejércitos y sus marchas.
3 He medido y descrito las estrellas, su gran multitud e incontable.
4 ¿Quién ha visto sus revoluciones y sus entradas? Porque ni siquiera los ángeles ven su número, mientras yo he escrito todos sus nombres.
5 Y medí el círculo del sol, y medí sus rayos, conté las horas, escribí también todo lo que pasa sobre la tierra, escribí lo que se alimenta, y toda semilla sembrada y no sembrada que la tierra produce y todas las plantas, y cada hierba y cada flor, y sus dulces olores, y sus nombres, y las moradas de las nubes, y su composición, y sus alas, y cómo soportan la lluvia y las gotas de lluvia.
6 Y investigué todas las cosas, y escribí el camino del trueno y del relámpago, y ellos me mostraron las llaves y sus guardianes, su origen, el camino por el que van; se deja salir en medida (sc. suavemente) mediante una cadena, no sea que con una cadena pesada y con violencia arroje las nubes furiosas y destruya todas las cosas en la tierra.
7 Escribí los tesoros de la nieve y los almacenes del aire frío y helado, y observé al guarda de las estaciones, que llena las nubes con ellos y no agota los tesoros.
8 Y escribí los lugares de reposo de los vientos y observé y vi cómo sus portallaves llevan balanzas y medidas; Primero las ponen en una báscula, luego en la otra las pesas y las extienden astutamente por medida sobre toda la tierra, no sea que con su fuerte respiración hagan que la tierra se balancee.
9 Y medí toda la tierra, sus montañas y todas las colinas, campos, árboles, piedras, ríos, y escribí todo lo que existe, la altura desde la tierra hasta el séptimo cielo, y hacia abajo hasta el infierno más bajo, y el lugar del juicio, y el infierno muy grande, abierto y lloroso.
10 Y vi cómo los prisioneros están sufriendo, esperando el juicio ilimitado.
11 Y escribí a todos los que estaban siendo juzgados por el juez, y todos sus juicios (sentencias) y todas sus obras.