Enoc instruye a sus hijos por qué no deben tocar la carne de res debido a lo que proviene de ella.
1 Quien contamina el alma de las bestias, contamina su propia alma.
2 Porque el hombre trae animales limpios para ofrecer sacrificios por el pecado y así curar su alma.
3 Y si ofrecen para el sacrificio animales limpios y aves, el hombre tiene cura, cura su alma.
4 Todo te es dado para comer, átalo por los cuatro pies, eso es para hacer buena la curación, él cura su alma.
5 Pero quien mata bestias sin heridas, mata su propia alma y contamina su propia carne.
6 Y el que hace cualquier daño a un animal en secreto, es una mala práctica y contamina su propia alma.