LAS HORAS DE LA NOCHE.
1 Y a primera hora de la noche los demonios dan gracias y alabanzas al Dios Altísimo, y no hay en ellos ningún mal ni daño para nadie hasta que hayan terminado su servicio de homenaje. Y a la segunda hora de la noche los peces y todo ser que está en las aguas alaban a Dios, y las fieras y las ballenas. Y a la hora tercera el fuego le alaba; ahora está en lo más profundo, y en esa hora nadie puede dirigirse a Él (?). Y a la hora cuarta los Sûrâfêl (Serafines) lo proclaman Santo. Y a la hora quinta le alaban las aguas que están sobre los cielos. Hace mucho tiempo me senté y escuché a los ángeles en esta hora, y [maravillado] cómo clamaban; [su clamor] era como el ruido de una rueda poderosa, y clamaban como las olas del mar con voz de alabanza a Dios. Y a la hora sexta las nubes alabaron a Dios con temor y temblor. Y a la hora séptima la tierra quedó en silencio, y todo ser que estaba sobre ella, y las aguas se adormecieron. Y si en esta hora el sacerdote toma agua y mezcla con ella aceite santo, y unge con ella a los enfermos y a los que de noche no pueden dormir a causa de sus dolores, los enfermos serán sanados, y los que estén despiertos se quedará dormido. A la hora octava la tierra hace crecer hierba y hierbas verdes, y hace que los árboles produzcan hojas y frutos. Y a la hora novena los ángeles realizan su servicio de homenaje a Dios, y la oración de los hijos de los hombres llega a la presencia del Dios Altísimo. Y a la hora décima se abren las puertas del cielo, y Dios oye la oración de los hijos de los creyentes, y les es concedida la petición que piden a Dios; Y al sonido de las alas de los Serafines en ese momento los gallos cantan y alaban a Dios. Y a la hora undécima hay gozo y alegría en toda la tierra, porque el sol entra en el Jardín (es decir, el Paraíso), y su luz sale por todos los confines del mundo e ilumina toda cosa creada. Y a la hora duodécima es propio que mis hijos se pongan de pie ante Dios y le rindan homenaje, porque a esta hora reposa un gran silencio sobre todos los seres celestiales.