1 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, el único Dios.
2 Comenzamos con la ayuda de Dios y por su mediación a celebrar la muerte del patriarca Isaac, hijo del patriarca Abraham, y su ascensión de su
3 cuerpo en este mismo día, que es el veintiocho del mes Misri. ¡Que la bendición de su intercesión esté con nosotros y nos proteja de las tentaciones del enemigo! ¡Amén!
4 [Y el patriarca Isaac escribió su testamento y dirigió sus palabras de instrucción a Jacob su hijo y a todos los que estaban reunidos con él. ]
5 Él dijo: «Oíd, hermanos míos y amados míos, la instrucción de este orador y esta medicina curativa.
6 Porque el camino de Dios es eterno, oíd no sólo con castos oídos corporales, sino también con la profundidad del corazón y con fe verdadera, sin duda alguna, como está escrito: He aquí, habéis oído una palabra firme en cuanto a lo que debería llegar a ser un hombre. Si lo ha oído con un corazón puro, Dios le dará compasión cuando le pida algo»».
7 «Y también está escrito: «De nada sirve pedir a Dios lo que los hombres solicitan en la tierra». Y si Dios nos ha dado señorío en la tierra, ¡cuánto es el provecho del que ha sido firme en la fe en la palabra de Dios, y se ha aferrado sin duda y con recto corazón al conocimiento de los mandamientos de Dios! Dios y las historias de sus santos; porque él será el heredero del reino de Dios».
8 «Porque he aquí, Dios es compasivo y misericordioso, el que en tiempos pasados recibió en sí a ladrones y recaudadores de impuestos debido a la sinceridad de su fe que viene de Dios. Y Dios, además, está con los siglos venideros».