La referencia al documento sellado enviado por Dios es uno de los grandes misterios de la colección.
1 ¡La alegría es de los santos! ¿Y quién se lo pondrá sino ellos solos?
2 ¡La gracia es de los elegidos! ¿Y quién la recibirá sino los que confían en ella desde el principio?
3 ¿El amor es de los elegidos? ¿Y quién la revestirá sino los que la han poseído desde el principio?
4 Caminad en el conocimiento del Altísimo sin quejas, para su júbilo y para la perfección de su conocimiento.
5 Y su pensamiento era como una letra; Su voluntad descendió de lo alto, y fue lanzada como una flecha disparada con violencia desde el arco:
6 Y muchas manos corrieron hacia la carta para tomarla, tomarla y leerla:
7 Y se les escapó de las manos y se asustaron de ella y del sello que estaba sobre ella.
8 Porque no les era permitido desatar el sello, pues el poder que tenía sobre el sello era mayor que ellos.
9 Pero los que la vieron fueron tras la carta para saber dónde iba a parar, quién debía leerla y quién debía oírla.
10 Pero una rueda lo recibió y pasó sobre él:
11 Y junto con él había una señal del Reino y del Gobierno:
12 Y todo lo que intentaba mover la rueda lo cortaba y cortaba:
13 Y reunió a una multitud de adversarios, cruzó ríos, atravesó y desarraigó muchos bosques y abrió un camino ancho.
14 La cabeza descendía hasta los pies, porque hasta los pies bajaba la rueda y la señal que había sobre ella.
15 La carta era de mando, porque en ella estaban incluidos todos los distritos;
16 Y en su cabecera se veía la cabeza que se había revelado, el Hijo de la Verdad, del Padre Altísimo,
17 Y Él heredó y tomó posesión de todo. Y el pensamiento de muchos quedó en nada.
18 Y todos los apóstatas se apresuraron y huyeron. Y los que los perseguían y se enfurecían se extinguieron.
19 Y la carta era un gran volumen, escrito íntegramente por él dedo de Dios:
20 Y en él estaba el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, para gobernar por los siglos de los siglos. Aleluya.