Esta Oda es una joya musical.
1 Como las alas de las palomas sobre sus polluelos; y la boca de sus polluelos hacia su boca.
2 Así también las alas del Espíritu sobre mi corazón:
3 Mi corazón se regocija y se regocija, como el niño que se regocija en el vientre de su madre.
4 Yo creí; por tanto estaba en reposo; porque fiel es aquel en quien he creído:
5 Él me ha bendecido abundantemente y mi cabeza está con Él; y no me separará de Él la espada ni la cimitarra;
6 Porque estoy preparado antes de que llegue la destrucción; y he sido fijado en sus inmortales alas:
7 Y Él me mostró Su señal: salió y me dio de beber, y de esa vida surge el espíritu dentro de mí, y no puede morir, porque vive.
8 Los que me vieron se maravillaron de mí, porque era perseguido, y pensaron que había sido tragado, porque les parecía uno de los perdidos;
9 Y mi opresión se convirtió en mi salvación; y yo fui su reprobación porque no había celo en mí;
10 Por haber hecho bien a todos los hombres fui odiado,
11 Y me rodearon como perros rabiosos que, sin saberlo, atacan a sus amos,
12 Porque su pensamiento está corrupto y su entendimiento pervertido.
13 Pero yo llevaba agua en mi mano derecha, y su amargura soporté con mi dulzura;
14 Y yo no perecí, porque no era su hermano ni mi nacimiento era como el de ellos.
15 Y buscaron mi muerte y no la encontraron, porque yo era más viejo que su memoria;
16 Y en vano me atacaron a mí y a los que vinieron detrás de mí sin recompensa.
17 Intentaron destruir el recuerdo del que estaba delante de ellos.
18 Porque el pensamiento del Altísimo no se puede anticipar; y su corazón es superior a toda sabiduría. Aleluya.