Nuevamente recuerda a los Salmos, a David.
1 El Señor es mi esperanza: en Él no seré confundido.
2 Porque según su alabanza me hizo, y según su bondad también me dio:
3 Y según sus misericordias me exaltó, y según su excelsa hermosura me puso en alto.
4 Y me sacó de las profundidades del Seol, y de la boca de la muerte me sacó.
5 Y tú humillaste a mis enemigos, y Él me justificó con su gracia.
6 Porque creí en el Mesías del Señor, y me pareció que él es el Señor;
7 Y Él le mostró Su señal, y me guió con Su luz, y me dio la vara de Su poder;
8 Para dominar la imaginación de los pueblos; y el poder de los hombres fuertes para humillarlos:
9 Para hacer la guerra con su palabra y alcanzar la victoria con su poder.
10 Y el Señor derrotó a mi enemigo con su palabra, y quedó como hojarasca que se lleva el viento;
11 Y alabé al Altísimo porque me exaltó a mí, su siervo y el hijo de su esclava. Aleluya.