© 2006 Chris Ragetly
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Le Lien Urantien — Número 36 — Primavera de 2006 | Le Lien Urantien — Número 36 — Primavera 2006 | La Santísima Trinidad |
La atracción de la gravedad espiritual, y la respuesta a la misma, funcionan como un todo no solamente en el universo, sino también entre los individuos y los grupos de individuos. Existe una cohesión espiritual entre las personalidades espirituales y espiritualizadas de cualquier mundo, raza, nación o grupo de creyentes. Existe una atracción directa de naturaleza espiritual entre las personas con mentalidad espiritual que tienen gustos y anhelos semejantes. El término almas gemelas no es enteramente una figura retórica. (LU 7:1.6)
Nuestro discernimiento generalmente nos permite saber si nos encontramos en presencia de una persona con los mismos gustos, deseos y afinidades espirituales. Todo depende de nuestra evolución espiritual. Por supuesto, nuestras experiencias pasadas están ahí para guiarnos, pero es la experiencia que hemos adquirido con la ayuda de nuestro Ajustador del Pensamiento la que nos será de mayor servicio en estos intercambios entre personas con afinidades espirituales;
Creo que podemos considerar estos intercambios como un anticipo de las épocas de luz y vida que esperan a los mundos evolutivos (sólo en los niveles mental y espiritual). Después de todo, lo más importante en nuestra carrera ascendente son los intercambios entre personalidades, los intercambios intelectuales y espirituales. En un futuro un poco más lejano, los intercambios entre personalidades morontiales y espirituales serán enteramente posibles, especialmente después del paso de los primeros Mundos Mansión.
“La voluntad es la manifestación de la mente humana que permite a la conciencia subjetiva expresarse objetivamente y experimentar el fenómeno de aspirar a ser como Dios.” (LU 130:2.10). Podemos considerar que la voluntad es la continuación lógica del libre albedrío, que es un don del Padre. Es a través de la voluntad que nuestras ideas y potenciales se transforman en acciones. Somos libres de hacer la voluntad del Padre o no. Si nuestras decisiones son positivas podemos aspirar a experimentar el fenómeno de ser como Dios. Decidir a través del discernimiento espiritual seguir una atracción espiritual es un acto que permite que la conciencia subjetiva se exprese de manera positiva y objetiva. Es simplemente mostrar sentido común, sabiduría, y cuando este acto ocurre en el nivel espiritual, tiene consecuencias cósmicas, es decir, consecuencias a largo plazo, por decir lo menos. Ver: “El acto de una criatura que elige hacer la voluntad del Creador es de valor cósmico y posee un significado universal al que responde inmediatamente una fuerza coordinadora no revelada pero omnipresente, probablemente el funcionamiento de la acción en constante expansión del Ser Supremo. » (LU 117:6.4)
Así, al describir nuestras experiencias espirituales a personas con los mismos gustos, los mismos deseos profundos y las mismas afinidades de espíritu, podemos obtener la mayor satisfacción, para nuestra edificación mutua.
CM Ragetly
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