© 1985 Debra York
© 1985 The Urantia Book Fellowship (anteriormente Urantia Brotherhood)
Algunos de los problemas obvios que ocurren cuando los humanos personalizan o humanizan su concepto de Dios es darle atributos humanos. Dado que nosotros, como seres humanos, sentimos ira, justa indignación, miedo, celos, odio y todo tipo de emociones negativas, nos imaginamos a Dios reaccionando ante nosotros de manera similar. Además, los psicólogos han demostrado que los seres humanos tienden a relacionarse con Dios, su Padre Celestial, de la misma manera que se relacionan con sus padres terrenales. Dado que a Dios se le da una connotación masculina, nos relacionamos con él como si fuera una figura masculina. Entonces, si un individuo tuviera una relación desafiante con un hombre, particularmente con un padre terrenal, o si uno descubriera que no podía depender de él, o tenía falta de confianza en él, entonces sería probable que transfiriera esos mismos sentimientos negativos de desconfianza, etc., a la relación con el Padre Celestial. Muy a menudo esto crea barreras que impiden que se desarrolle una relación personal estrecha entre la persona y el Padre Celestial porque hay mucho miedo involucrado. Si en cambio entendemos que Dios no es ni masculino ni femenino, y que no tiene nuestras reacciones humanas negativas, esto ayudará a eliminar el miedo y los bloqueos que ponemos inconscientemente.
Si creemos que todo en el universo sucede debido a leyes universales que actúan por sí mismas y se explican por sí mismas, y rechazamos la idea de una voluntad soberana universal, entonces inhibimos nuestras posibilidades de experimentar el amor personal y profundo de Dios por nosotros y la alegría que trae esa relación.
Necesitamos dejar siempre nuestro concepto de Dios abierto al cambio y a evolucionar a medida que crecemos espiritualmente hacia Él en nuestra conciencia. Todos los rasgos personales de Dios se pueden entender mejor observándolos tal como fueron revelados en la vida de Jesús mientras habitaba entre nosotros.
—Debra York
Memphis, Tennessee